Capítulo 62
Antes de que se terminara de escuchar la voz, se vio a Amparo, llena de ira, entrar en la habitación.
Al ver a Benjamín, su enojo aumentó y se le acercó para darle una bofetada: “¡Tu madre hizo que mi hijo fuera golpeado, así que yo te golpearé a ti!”
Las lágrimas que Benjamin había logrado contener empezaron a correr una vez más.
Sin embargo, Amparo no le prestó atención y se dirigió directamente a la cocina. Al ver que el caldo aún estaba caliente, finalmente se sintió aliviada y regresó a la sala.
Recogió todas las cajas de comida que Benjamín había dejado y se las entregó a su hijo: “Tiralas.”
Su hijo, obediente, agarró las cajas y salió corriendo hacia afuera.
Benjamín observó la escena, confundido, sin entender por qué ella hacía eso.
Amparo lanzó una mirada a Benjamín.
Él siempre se quejaba con Ricardo, ¿verdad?
¿Y Ricardo no adoraba a su preciado hijo?
¡Hmph!
Ella estaba decidida a destruir la relación entre padre e hijo…
Hasta que llegara el día en que, aunque Benjamín dijera la verdad, Ricardo no le creería.
Amparo vio a su preciado hijo regresar y le hizo algunas señas para que se acercara.
El niño inmediatamente volvió a su lado con obediencia.
Fue entonces cuando Amparo le dijo: “Fernando, más tarde ve a tu habitación y no importa lo que pase, no salgas, ¿de acuerdo?”
Fernando asintió: “Está bien, mamá.”
Amparo le dio una palmadita en el hombro: “Ve.”
Fernando obedeció y se fue a su habitación.
Una vez que Amparo escuchó la puerta cerrarse, comenzó a prepararse emocionalmente.
Benjamín estaba completamente perdido, preguntándose qué estaba planeando ella.
“¡Papá!”
Dora acababa de llegar a casa y ya tenía hambre. Se plantó delante de Camilo.
15:22
Camilo, al ver su actitud, supo que seguramente quería pedirle algo: “¿Mm?”
Los grandes ojos de Dora brillaban: “¡Podemos comer bistec a la plancha!”
Camilo se levantó con indulgencia: “De acuerdo, verás lo que puedo hacer.”
Dora lo siguió hasta el refrigerador.
Desde el salón pregunté: “¿Hay otros ingredientes que necesiten preparación?”
Dora se giró al escuchar mi voz, pareciendo confundida sobre por qué preguntaba tal cosa.
Camilo respondió: “Todavía hay algunas guarniciones que no hemos preparado.”
Me acerqué a ellos: “Entonces sácalos, justo tengo algo de tiempo libre y puedo ayudar.”
Dora preguntó con inocencia: “¿No se supone que deberíamos descansar mientras papá cocina?”
“Claro que no podemos dejar que una sola persona haga todo el trabajo.” Le expliqué pacientemente: “Si le dejamos todas las tareas a papá, ¿no crees que se cansaría demasiado?”
Dora miró a Camilo.
Camilo no le dio ninguna respuesta, simplemente sacó más ingredientes del refrigerador.
Dora me miró de nuevo.
Solo le sonreí.
Finalmente, Dora se acercó: “Parece que sí se cansaría.”
Se sentó en su taburete especial y me dijo con seriedad: “Entonces, yo también ayudaré a mamá con algunas cosas, de lo contrario, mamá también se cansará mucho.”
Expresé mi gratitud y admiración: “Dora, eres increíble, ya eres capaz de ayudar a mamá con las tareas.”
Dora me regaló una dulce sonrisa.
Claramente disfrutaba de ser elogiada.
Me derritió el corazón.
Camilo solo sacudió la cabeza y me pasó los ingredientes en una canasta.
Recibí la canasta y comencé a enseñarle a Dora cómo preparar cada ingrediente.
Dora, siendo aún una niña, pronto se cansó de trabajar y me miró con ojos suplicantes.
No la presioné: “Ve a descansar.”
Dora se levantó inmediatamente, pero apenas había dado un par de pasos cuando volvió hacia mí: “No, si me canso con tan solo esto, entonces lo que queda… mamá solo se cansará mucho
312
15:22
Capitulo 62
más.”
Cuando Ricardo llegó a casa, escuchó los sollozos de Amparo.
Miró hacia ella.
Amparo corrió hacia él inmediatamente: “Ricardo, Benjamín es realmente difícil de manejar…”
15:22