Capítulo 484
Elio, sintiéndose algo culpable, temía que Camilo lo rechazara después de hablar.
La voz de Camilo era fría: “No creo que tenga que ver con los sentimientos.”
“¿O es que buscaste a alguien más para colaborar, te rechazaron, y por eso ahora te acuerdas de mí, tu colaborador de tantos años?”
Con un tono conciliador, Elio preguntó: “¿Entonces, el Sr. Heredia todavía estaría dispuesto a darme otra oportunidad?”
“Ya firmamos contrato con una nueva empresa ayer“, respondió Camilo de manera diplomática. Elio continuó: “Entonces, en verdad sería inoportuno para nosotros cancelar esa colaboración.”
Se le palideció el rostro.
Camilo, sin tener en cuenta los lazos pasados, simplemente dijo: “Correcto.”
Elio, incómodo, dijo: “Entonces, buscaré otra solución.”
Colgó el teléfono de inmediato.
Camilo, escuchando el tono de desconexión en su celular, permaneció en silencio por un momento antes de llamar directamente a Julián Vidal.
Julián se sorprendió: “¿Sr. Heredia?”
Sin rodeos, Camilo preguntó: “¿Estás al tanto de la situación de la familia Uribe?”
“Sí“, Julián había estado siguiendo de cerca el caso de la familia Uribe y, con cierta vacilación, dijo: “Antes hablamos de que sería mejor devolverle el dinero que invirtió en este proyecto, ¿verdad?”
Camilo no lo negó: “Exacto.”
Julián, tanteando el terreno, preguntó: “¿Y si decido no devolverle el dinero, qué consecuencias habría?”
Camilo comenzó a analizar la situación: “La familia Uribe perdería algo de dinero, pero no llegaría a la quiebra. Después de un descanso, podrían recuperarse.”
“Así que para mí, el impacto no sería significativo.”
“Porque, incluso si nos enfrentamos, por su necesidad de ganar dinero, tendrían que seguir cooperando conmigo.”
“Después de todo, mi empresa es más grande que la suya.”
“Pero tu caso es diferente.”
Camilo necesitaba hacerle ver las consecuencias de cada elección.
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Capítulo 484
Con voz tranquila, como si hablara de algo que no le concernía: “Tu empresa es pequeña.”
“Una vez que se recuperen, seguramente se vengarán de ti, lanzando un ataque a gran escala contra tu empresa.”
Camilo habló despacio: “¿Has pensado en cómo resolver este problema?”
“No“, Julián, viendo su empresa prosperar más cada día y su rival enfrentando problemas, se sentía extremadamente feliz.
Para él, era como un golpe de suerte.
Julián no había tenido tiempo de pensar en otra cosa: “Entonces, según tu opinión, si llega a ese extremo, ¿mi empresa podría resistir?”
Camilo, calmadamente dijo: “Es poco probable, así que lo mejor que puedes hacer ahora es
contactarlo.”
“Decirle que estás dispuesto a devolverle todo el dinero que invirtió en tu empresa.”
“Ayudarlo a superar este apuro.”
“Aunque él haya dicho claramente que no lo quiere.”
Julián, vacilante, no respondió de inmediato.
Camilo continuó: “Si es mínimamente razonable, no buscará problemas contigo en el futuro. Pero si actúa irracionalmente y va tras de ti, puedes contactarme.”
“Te ayudaré.”
Al escuchar esto, Julián finalmente se sintió aliviado: “Bien.”
“¡Lo haré de inmediato, según tu consejo!”
“Mm.”
Julián, escuchando el tono de desconexión, entendió que Camilo estaba ocupado y probablemente no tendría tiempo para preocuparse por los problemas de su empresa.
Por lo tanto, la reconciliación era la mejor solución para él.
Pero si Elio se excedía, Camilo seguramente no se quedaría de brazos cruzados.
Al darse cuenta de esto, Julián se sintió más tranquilo y decidió llamar a Elio: “He oído que las cosas no van muy bien con tu empresa últimamente, ¿verdad?”