Capítulo 32
“Es porque tu hijo le dijo que, la ayudaría en lo que necesitara para que Amparo pudiese convertirse en su madre.”
Definitivamente, eso era algo que ese diablillo sería capaz de hacer, por lo que no me sorprendió en lo más mínimo y solo dije con resentimiento: “Oh.”
Marcelo se levantó. “¿Sabes para qué estoy preparando todo este equipo?
Para capturar el momento en que intimemos y grabarlo. Luego enviárselo a Ricardo mañana, así podrá ver con sus propios ojos lo que ocurrió entre nosotros dos. ¡Y perderá toda esperanza contigo!”
Después de decir eso, se acercó a mí con pasos firmes. Observando su actitud, rápidamente integré la información en mi mente con lo que estaba viendo y casi en un instante, pensé en
una solución.
Lo miré directamente sin esquivar: “Entonces, ¿ya te has divorciado de Amparo y todavía planeas hacerle favores y trabajar para ella?”
Marcelo me empujó con fuerza. Perdí el control de mi cuerpo, cayendo hacia atrás y aterrizando pesadamente en la dura cama.
El cuerpo de Marcelo me presionó inmediatamente, sin embargo, ese hombre, aunque caído en desgracia, aún conservaba su orgullo.
Aposté a que no me equivocaba y aceleré mi discurso: “Marcelo, tu familia siempre te ha crio como a un heredero. Así que estoy segura de que, incluso si ahora estás arruinado, con tus habilidades, volver a la cima es solo cuestión de tiempo.”
El hombre se quedó paralizado y me miró. Súbitamente, se detuvo muy cerca de mí,.
Parece que gané mi apuesta. Respiré aliviada y continué: “Pero si continúas desperdiciando tu tiempo en Amparo, siendo su espada, e incluso estando dispuesto a cometer delitos por ella, ¿qué te espera? ¿Lo sabes? ¿Realmente quieres sacrificar toda tu vida por esa mujer?”
Marcelo se levantó, sentándose al borde de la cama: “Pero…”
Él realmente no tenía intención de escuchar a Amparo, ella le prometió que, después de casarse con Ricardo, le daría una suma de dinero.
Después de la bancarrota, vivió en un torbellino de confusión, lo que lo llevó a ser un poco impulsivo y aceptó sin pensarlo mucho, sin considerar las consecuencias de sus acciones.
Tras pensar por un largo tiempo, murmuró: “¿Realmente puedo volver a mi posición anterior?”
Al escuchar eso, supe que estaba completamente a salvo. Así que me esforcé por mantener una sonrisa, enviando señales de amistad: “Si estás dispuesto a esforzarte de nuevo, definitivamente es posible.”
Marcelo me miró por un largo tiempo antes de preguntar: “Después de regresar, ¿te divorciarás
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de Ricardo?”
No mentí: “Sí.”
No solo eso, ¡también le devolvería, todo lo que me hizo, multiplicado por cien!
Marcelo sonrió: “Perderte definitivamente será su arrepentimiento.”
Desafortunadamente.
Justo cuando llegué a la puerta de casa, me encontré con que Amparo le estaba entregando los resultados de la prueba a Ricardo.
Y el único informe que ella podría presentar recientemente era el que vi en el dormitorio, el de estar embarazada de nueve semanas.
Entonces, ¿planeaba decir que el hijo de Marcelo era de Ricardo?
Esa mujer realmente estaba empujando mis límites. No obstante, contuve mi disgusto y decidí no exponerla justo ahora.
Si no, ¿cómo podría disfrutar del espectáculo de destruir a Ricardo más tarde?
Como esperaba, Amparo empezó a hablar con un tono tímido: “¿Adivina qué es esto?”
Ricardo echó un vistazo casual, luego preguntó incrédulo: “¿Estás embarazada?”
“Sí.” La voz de Amparo era tan dulce como si hubiera estado bañada en miel: ” Ofelia perdió el bebé y tú has estado muy triste, así que pensé que sería maravilloso si pudiera hacerte feliz. Entonces, realmente vamos a tener un bebé.”
Ricardo se quedó parado allí por un largo tiempo, mirando el vientre de Amparo. Sin decir una palabra.
Me reí por dentro, Ricardo siempre insistía en que no había tenido relaciones con Amparo, al parecer también me mintió, pero ya no me importaba eso.
Sin embargo, me preocupaba que, si él seguía pensando profundamente, podría descubrir alguna pista, así que tomé la iniciativa de entrar y hablar, interrumpiendo sus reflexiones:
“Ricardo, ¿no dijiste que después de volver de estar con Marcelo, te divorciarías de mí?”
