Capítulo 292
Era otro mensaje de Camilo.
“Si estás tan preocupado por Amparo, es porque sus heridas deben ser graves, ¿verdad?”
Incluso Ricardo, que podía ser lento para captar las cosas, sintió cierta provocación en las palabras de Camilo y le preguntó directamente: “¿Qué es lo que realmente quieres decir?”
Camilo respondió de inmediato: “¿Qué sentirías si Ofelia, sin haberse divorciado de ti, te dejara atrás continuamente para cuidar de otro hombre?”
Ricardo no respondió.
Camilo ya había anticipado esta actitud de parte de Ricardo, pero no le importó y continuó enviándole mensajes: “Definitivamente te enojarías.”
“Justo como Ofelia en aquel momento.”
“Al principio, estabas convencido de que tu matrimonio era sólido y que definitivamente elegirías quedarte con ella.”
*Pero con el tiempo, llegaste a aceptar el hecho de que, en tu corazón, ella no era tan importante como Amparo.”
“Y al final, te diste por vencido por completo…”
Ricardo, sosteniendo su teléfono, leyó cada palabra que Camilo le enviaba, con los ojos enrojecidos de la emoción…
Camilo, como si no creyera que era suficiente, agregó: “No sé si, en tu situación, elegirías perdonar a Ofelia.”
“Pero lo que sí sé es que ella definitivamente no te perdonaría.”
“De lo contrario, le harías vivir todo lo que ya ha pasado una vez más.”
Ricardo protestó: “¡Eso es imposible!”
“Entonces pregúntate sinceramente…”
Camilo dividió su siguiente mensaje en dos partes: “¿Realmente podrías dejar que Amparo se aleje de tu vida?”
Ricardo no tenía una respuesta.
Camilo continuó: “¿Has pensado qué sucedería si Ofelia realmente volviera contigo?”
“Naturalmente pensarías que, después de todo el daño que le has hecho y aun así Ofelia estuviera dispuesta a perdonarte…”
“Entonces, ella definitivamente no se molestaría por lo que pasó entre tú y Amparo.”
“Y terminarías lastimándola mucho más.”
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Capítulo 292
Ricardo, leyendo las palabras en la ventana de chat, captó un mensaje clave y de repente se sintió emocionado: “¿Estás diciendo que, hipotéticamente, ella volvería conmigo?”
“¿Acaso está dudando y quiere perdonarme?”
Camilo simplemente no podía entender cómo Ricardo había llegado a esa conclusión.
Pero también estaba preocupado de que, si no lo explicaba con claridad, este seguiría
obsesionado con Ofelia…
Camilo se apresuró a responder: “No es así.”
“Solo quería que supieras la verdadera razón por la que ella te dejó.”
“Ricardo, con la forma en que actúas…”
“Solo una mujer acostumbrada a ser la amante de una persona, podría quererte.”
Ricardo se sentó solo en la sala, con la mente llena de las palabras de Camilo. Intuía que Camilo tenía razón, pero no quería admitirlo.
Se sentía agobiado y sin saber cómo resolverlo, así que contactó a David: “¿Te apetece salir a beber?”
David respondió sin pensarlo: “¿Ahora?”
Ricardo miró hacia el dormitorio de Amparo, quien estaba embarazada y sola, seguramente sintiéndose insegura: “Mejor mañana, hoy no están ni la niñera ni el cocinero y solo Amparo se encuentra en casa. Y eso al parecer hace que se sienta asustada.”
David se quedó sin palabras. ¿No había dicho Ricardo que amaba a Ofelia?
¿Cómo terminó enredado con Amparo?
David, intentando entender, preguntó: “¿Acaso descubriste que la persona que realmente amas es Amparo?”
“No.” Ricardo no quería que David lo malinterpretara: “¿Cómo podrías pensar eso?”
David estaba aún más perplejo: “Si no la amas, ¿por qué te preocupas tanto por Amparo?”
Ricardo explicó: “Ella está herida.”
David suspiró profundamente: “Pero Ofelia también estuvo en el hospital varias veces antes de que se divorciaran, y nunca fuiste a visitarla.”
