Capítulo 27
Mientras Amparo recibía los regalos, agradeció uno por uno. Al final, incluso se le escaparon lágrimas de emoción y su voz se quebró al hablar: “Jamás imaginé que mi sueño de convertirme en parte de su verdadera familia se haría realidad, estoy tan feliz.”
“Ya no hables de eso,” Ricardo no parecía soportar verla llorar y con un intento torpe de consolarla dijo: “Vamos a comer o la comida se enfriară.”
Estaban todos felices por ir a comer al comedor cuando de repente, Ricardo se detuvo y giró la cabeza, justo para verme de pie en la puerta. Al instante, la sonrisa en su rostro se congeló.
Al verlo paralizado, los demás también voltearon, y notando mi regreso, sus expresiones se tornaron bastante feas.
Al verlos, un fuego incontrolable se encendió en mi interior, no había pasado ni una semana desde que perdí a mi bebé y aquellos que me habían hecho daño, lejos de sentir algún remordimiento, se reunían como si nada, disfrutando alegremente.
Retiré mi mirada fría y aterradora, sin ganas de perder tiempo hablando con ellos y decidi ir
directo a mi habitación.
Al pasar junto a Ricardo, él agarró mi muñeca de repente: “Llegas justo a tiempo querida, acompañanos.”
Me detuve y solté una risa fría: “Ustedes celebran que ella traiga un niño a la familia y convirtiéndose en parte de esta, ahora son una familia de cuatro pero, ¿yo qué puedo celebrar? ¿Qué ustedes lograron su objetivo? ¿Qué me hicieran perder a mi bebé o que recién estoy saliendo del hospital?”
Normalmente, en casa hablaba con voz suave y dulce, siempre muy gentil. Frente a otros, sin importar cuán extremas fueran sus acciones, siempre elegía mantener mi imagen. Pero esta fue la primera vez, que mi actitud fue fría y sin contemplaciones.
Ricardo se sintió incómodo e intentó decir algo más, pero ya estaba harta de escucharlo, me libré de su brazo y caminé a grandes pasos hacia mi habitación.
Justo cuando iba a abrir la puerta de mi cuarto, Benjamín corrió hacia mi, bloqueando mi paso. Como un pequeño tigre defendiendo su territorio, dijo: “Este cuarto es de Amparo, ino puedes
entrar!”
Es decir que, ¿incluso mi propia habitación había sido tomada por Amparo?
Realmente sabía cómo hacerse espacio en todos lados.
Forzada a detenerme, me giré hacia Ricardo, que seguía detrás, diciéndole lentamente: “Explícame esto.”
Ricardo escogió sus palabras cuidadosamente: “No has estado en casa estos días, además, ella vino con un niño, así que quedarse en el cuarto pequeño no era conveniente y pensé que sería mejor dejarla quedarse en ese.”
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Capnub 21
Viendo que pensaba en Amparo de esa manera, originalmente había planeado usar la evidencia de que esa mujer había instigado a Benjamín contra mí para golpearlo en la cara con la verdad. Pero, cambié de opinión, dada la situación actual, Ricardo parecía preocuparse mucho por Amparo, a menudo sacrificaba el bienestar de su propia familia por ella, bajando sus estándares.
Incluso si le mostrara las pruebas, probablemente trataría de minimizar el asunto para proteger a Amparo, sin embargo, no iba a dejar que se saliera con la suya y sin mostrar ninguna emoción, dije: “Pero ahora he regresado.”
Ricardo se mostró incómodo al hablar: “Pedirle que se mude ahora, sería un poco incómodo.”
“No te preocupes, Ricardo, no te pongas en aprietos, me mudaré enseguida.” Dijo Amparo, siempre considerada. “Cuando me dejaste dormir en la habitación principal, te lo dije, esta es tu casa y yo soy solo una invitada, no tiene sentido que ocupe la habitación principal.”