Capítulo 19
La imagen en la televisión se me quedó grabada en la mente: Preston besando. a otra mujer.
No fue solo un vistazo. Era real: su rostro, sus manos, sus labios.
Me quedé mirando la pantalla, sintiendo que el pecho se me encogia a cada segundo que pasaba. “¿Qué significa esto?“, pregunté con voz temblorosa. Preston se quedó congelado, con la boca abriéndose y cerrándose como sil intentara encontrar las palabras adecuadas.
-Zoe–empezó, con voz tranquila pero urgente-. No es lo que parece. No soy
- yo.
Me burlè, mi ira burbujeando en la superficie. “¿No eres tú? Preston, lo estoy mirando. ¡Eres tú, claro como el dia!”
-No lo soy -insistió, acercándose a mi-. Tú me conoces, Zoe. Nunca harial eso. Nunca te haria daño asi.
-No–le respondi, interrumpiendolo. No te quedes ahi y me mientas.
Sus ojos se suavizaron y sus manos levantándose en rendición. -Te lo juro, Zoe. No sé qué es esto ni como sucedió, pero no es real. No soy yo.
Me rei amargamente y sacudiendo la cabeza. -He sido traicionada demasiadas veces, Preston. Ya no sé en qué creer.
Preston intentó alcanzarme, pero retrocedi y presioné mi mano protectoramente contra mi estómago.
-Zoe -dijo con la voz quebrada-. Por favor, créeme. Te amo. Siempre has
sido tú.
-Sal de aquí -susurré con voz fria.
“¿Qué?”
-No quiero verte–dije, más fuerte esta vez-. Ya terminamos, Preston. Quiero el divorcio.
Su rostro se arrugo. No, Zoe. Por favor. Te demostraré que no fui yo. Pero…. no hagas esto.
Pero antes de que pudiera decir otra palabra, senti un dolor agudo en el estómago. Jadeé y me agarré el costado mientras el dolor se intensificaba.
-¡Zoel–gritó Preston, apresurándose a mi lado.
15.12 Sat, 15 Mar
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una enfermera entro en la nabitacion debido ai ajporoto y llamo rapidamente al médico. Preston se quedó cerca, con su mano sobre la mía y el rostro marcado por la preocupación.
“Tienes que mantener la calma“, dijo la enfermera. “El estrés no es bueno para
el bebé“.
Preston me miró con expresión conflictuada. “Me iré“, dijo en voz baja. “Si eso es lo que quieres, me iré. Solo… por favor cuida de ti y del bebé“.
Se dio la vuelta y salió sin decir otra palabra, dejándome sola en el silencio sofocante de la habitación.
Me quedé allí sentada, mirando las paredes, repitiendo la imagen una y otra vez en mi cabeza. La mujer. El beso. Las manos de Preston sobre ella.
¿Cómo pudo hacerme esto?
Las lágrimas recorrían por mi rostro y, por más que lo intentaba, no podía detenerlas. Había confiado en él. Se suponía que debía ser diferente.
Mientras me sumía en mi miseria, mi teléfono vibró en la mesita.
Dudé antes de recogerlo y una extraña sensación de temor me invadió.
El mensaje era de un número desconocido.
Mira esto, decía, seguido de un enlace de video.
Hice clic en él, con el corazón latiendo con fuerza.
La pantalla se iluminó con otro video: Preston de nuevo. Esta vez no era solo una foto. Era un video de él besando a la misma mujer, con las manos en su cintura, su cuerpo pegado al de ella.
Dejé caer el teléfono y todo mi cuerpo temblaba.
No era un malentendido, no era una ilusión.
Él me engañó.
Esa noche, me senté en la cama, con la mente dando vueltas. No podía dormir, no podía pensar con claridad.
¿Cómo podía seguirme pasando esto?
Primero Ethan, luego Travis y ahora Preston. Se sentía como un castigo cósmico cruel, como si no estuviera destinada a ser feliz.
Pensé en el bebé, en la vida que quería darle.
No había manera de que dejara a mi hijo crecer a la sombra de la traición. Me negaba a dejar que me viera rota, aferrada a alguien que no me merecía.
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18:12 Sat 19 Mar
Dejana a Preston
No sabia a donde iria ni como volveria a empezar, pero no podia quedarme. No despues de esto.
No otra vec.
No me dejaria engañar una veces más
La luz de la mañana se filtraba a traves de las cortinas mientras preparaba mi maleta, moviendome en silencio para que nadie me escuchara. Mi corazón se aceleraba y tenia un nudo en el pecho mientras pensaba en irme.
Era la única salida. No podía quedarme alli, no después de lo que había visto.
Pero cuando abri la puerta para salir, mi corazón se hundió.
Preston estaba alli, de pie en el pasillo, como si hubiera estado esperandome.
-Zoe–dijo suavemente–¿Qué estás haciendo?
Apreté los dientes y aprete con fuerza la correa de mi bolso. “¿Qué parece? Me voy“.
Se acercó con ojos suplicantes: -No puedes marcharte. Por favor, dime qué necesitas. Haré cualquier cosa…
-Te necesito fuera de mi vida -le respondi-. Redacta los papeles del divorcio, Preston. Ahora.
Su rostro se contrajo de dolor y, por un momento, pensé que podria dejarme ir, pero en cambio, nego con la cabeza.
-No -dijo con firmeza-. No me rendiré. Te demostraré que no fui yo en ese video, Zoe. Te lo juro, te lo demostraré.
-Preston…
-Por favor–interrumpió con la voz quebrada-. Solo dame una oportunidad para solucionar esto. No sé cómo, pero encontraré la manera. Te amo, Zoe Amo a nuestro bebé. No puedo perderte
Queria creerle, pero la imagen de el besando a esa mujer volvió a aparecer en mi mente y el dolor en mi pecho se intensificó
-No hagas eso —dijo, con voz apenas por encima de un susurro. Luego hizo algo que no esperaba.
Cayó de rodillas frente a mi, con las manos temblando.
-Zoe, por favor rogó. Haré cualquier cosa. Pero no te vayas. Déjame
arreglar esto.