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Capítulo 16
Lo estudié, sin saber qué decir. Ethan Harris, el hombre que una vez había sido mi mundo entero, ahora estaba frente a mí como poco más que un extraño.
-Nunca quise hacerte daño -continuó con voz temblorosa-. Si pudiera volver atrás, haria todo diferente.
Una parte de mi quería seguir enojada, dejarle sentir el peso de mi dolor. Pero la ira era agotadora y estaba muy cansada. Ni siquiera pensé que iba a disculparse después de todos estos años. Era curioso cómo la gente se arrepiente de todo cuando ya era demasiado tarde.
-Te perdono, Ethan -dije en un tono plano pero definitivo-. Pero esto no significa nada. Ya no te quiero en mi vida nunca más. Cualquier culpa que lleves, enfrentala en otro lugar. Ya terminé.
Su rostro se arrugó, pero asintió. “Entiendo“.
-Bien–dije, dando un paso atrás-. Ahora vete.
Dudó un momento, luego se dio la vuelta y se alejó sin decir una palabra más.
Preston apareció a mi lado tan pronto como Ethan se fue. “¿Estás bien?”
Asentí y me incliné hacia él. -Solo quiero seguir adelante.
A la mañana siguiente, llegó un ramo de flores.
La tarjeta era sencilla: Lo siento mucho. – Ethan.
Ni siquiera me inmuté.
Preston entró en la habitación y vio las flores de inmediato. Levantó una ceja, cruzando los brazos. “¿Debería estar celoso ahora?”
Me reí, y sacudiendo la cabeza. “Para nada“.
Preston se acercó y me rodeó con sus brazos.
-Bien–murmuró. Porque te amo, Zoe,
Y nunca te dejaré ir.
Se me encogió el pecho mientras le sonreía. -Yo también te amo.
Se inclinó, sus labios rozando los míos y le devolví el beso, sintiendo cómo la calidez de su abrazo derritía las sombras persistentes de mi pasado.
Más tarde esa noche, estaba acurrucada en el sofá, cambiando de canal sin pensar, cuando un segmento de noticias de último hora llamó mi atención.
“Ethan Harris ha solicitado oficialmente el divorcio de Madison Moon“, anunció el presentador. “Fuentes confirman que la, agencia de modelaje de Madison
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15-11 Sat, 15 Mar
también ha decidido no renovar su contrato, poniendo–fin a su carrera“.
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Me incliné hacia delante y observé cómo la pantalla se llenaba de imágenes de Madison saliendo de un tribunal, con la cabeza agachada y una expresión derrotada.
El informe continúa detallando cómo las finanzas de Madison se habían desmoronado. Estaba viviendo en un hotel y vendiendo sus pertenencias solo para mantenerse a flote.
Preston entró, atrapando el final del informe. Luego, uno de mis empleados entró en la habitación y me entregó una carpeta. “Travis ya no se preocupa por ella“, dijo. “Está completamente sola“.
Cerré la carpeta sin siquiera mirarla. “Déjenla en la cuneta donde pertenece. Ya no me importa. Solo quiero que Travis vaya a la cárcel“.
Preston asintió. “Es exactamente lo que va a pasar“.
Por fin llegó el día del juicio.
La sala del tribunal estaba abarrotada y la tensión era tan densa que resultaba asfixiante.
Travis se sentó a la mesa de los acusados, con el rostro pálido pero aún desafiante. Las pruebas eran innegables, el testimonio era irrefutable.
Cuando entró el juez, todos guardaron silencio.
Se leyó el veredicto, las palabras resonando en la sala como una campana.
“Culpable.”
La expresión de Travis se rompió, evidentemente se desmoronó cuando la realidad lo golpeaba.
Fue condenado a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional.
Mientras la sala del tribunal estallaba en susurros y murmullos, me volví hacia Preston, con lágrimas corriendo por mi rostro.
-Se acabó -susurré, con la voz temblorosa.
Preston me atrajo hacia sus brazos, sosteniéndome con fuerza: “Se acabó“. Repitió.
Salimos juntos del juzgado, rodeados por los medios. Las cámaras parpadeaban, los periodistas gritaban preguntas, pero nada de eso importaba. Los titulares ya se estaban escribiendo: Travis Harper condenado a cadena perpetua.
Capitulo 16
15:12 Sat, 15 Mar
Por primera vez en años, me sentí libre.
Esa noche celebramos tranquilamente en casa.
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La casa estaba cálida y llena de risas mientras cenábamos juntos. Preston seguía haciendo bromas y, por una vez, no podía dejar de sonreír.
Pero entonces, de la nada, se me revolvió el estómago.
Dejé caer mi tenedor, corriendo al baño mientras las náuseas me golpeaban como una ola.
“¿Zoe?“, llamó Preston.
Traté de responder, pero mi cabeza giró y lo siguiente que supe fue que todo se volvió oscuro.
Cuando abrí los ojos, estaba acostada en la cama, con Preston sentado a mil lado y su mano agarrando la mía con fuerza.
-Me asustaste -dijo suavemente, con el ceño fruncido por la preocupación. -¿Qué pasó?-pregunté, con voz ronca.
-El médico está aquí -dijo, señalando hacia la figura que estaba al pie de la
cama.
El médico sonrió con dulzura. “Está bien, señora Urie. Solo fue un pequeño desmayo. Nada de qué preocuparse“.
-Entonces, ¿por qué me desmayé? -pregunté confundida.
La sonrisa del médico se amplió. “Porque estás embarazada“.
Mi corazón se detuvo.
“¿Qué?” susurré.
“Está embarazada“, repitió el médico. “Felicidades“.
Me volví hacia Preston, quien lucía aturdido por un momento antes de que su rostro se iluminara con una amplia sonrisa.
-Vamos a tener un bebé -dijo suavemente, con la voz llena de sorpresa.
Asentí y las lágrimas corrieron por mi rostro.
Por primera vez, no eran lágrimas de dolor. Eran lágrimas de alegría.
Capitula 16