Capítulo 147
Desde que Silvia había comenzado a hablar, los nervios de Zulma estaban de punta.
No esperaba que el asunto de hace cinco años fuera nuevamente sacado a colación.
Al escuchar que Silvia sabía que no había sido Verónica quien había drogado a alguien, su respiración casi se detiene por el miedo.
Pensó que Silvia sabía que había sido ella quien la drogó aquel día.
Pero al escuchar a Silvia terminar, finalmente respiró aliviada.
Hace cinco años, Adolfo la amaba profundamente, y ambos estaban en una fase de intenso
enamoramiento.
En una pareja tan enamorada, era raro no compartir la cama.
Sin embargo, Adolfo nunca la tocaba.
Ella intentó, de todas las maneras y varias veces hacer que Adolfo cayera en la tentación, pero
nunca tuvo éxito.
Así que, para su aniversario con Adolfo, decidió drogarlo y presentarse en el momento adecuado como su antídoto.
De esta manera, después de haber compartido la cama, no dañaría la imagen que Adolfo tenía de ella.
Todo estaba perfectamente planeado, solo esperaba que Adolfo fuera llevado a la habitación y que el efecto de la droga hiciera efecto.
Todo estaba planeado, pero entonces surgió el imprevisto con Verónica.
En ese momento, no podía entender por qué Verónica había aparecido en la habitación de Adolfo.
Nunca imaginó que Silvia había interferido.
Qué idiota.
Era más perjudicial que beneficiosa.
Con un suspiro de alivio, inmediatamente dirigió su mirada hacia Adolfo, viendo su expresión de arrepentimiento.
El corazón de Zulma se hundió un poco, de repente se acercó y se paró al lado de Adolfo, mirando a Verónica con una cara llena de remordimiento.
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Capítulo 147
Con los ojos rojos, se disculpó sinceramente.
“Verónica, lo siento, no sabía que la verdad era esta, te malinterpreté, lo siento mucho“.
Sus palabras eran fervorosas y con esa frase, se limpió completamente.
Frente a Adolfo, seguía fingiendo la misma pureza inmaculada de siempre.
La actuación de Zulma había alcanzado la perfección.
Su expresión y mirada eran como si ella y Adolfo realmente no supieran que hace cinco años no había sido Verónica quien lo había drogado.
Se sentía terriblemente arrepentida por haber malinterpretado a Verónica.
“¿Realmente lo sientes?”
Verónica miró fríamente a Zulma y su tono dejaba entrever un significado oscuro.
“¡Por supuesto que sí, de verdad!”
Zulma habló con mayor sinceridad.
De repente, Verónica rio con desdén, “Zulma, si realmente te sientes mal, las palabras no son suficientes, deberías arrodillarte y disculparte conmigo para mostrar tu sinceridad“.
Algún día, haría que Zulma, esa asesina, y Adolfo, quien ciegamente protegía a la asesina, se arrodillaran juntos ante la tumba de Pilar para pedir perdón.
“Verónica, ¡no te pases!”
El ligero arrepentimiento en los ojos de Adolfo desapareció instantáneamente, y su rostro se endureció.
“Si no es sincero, no te disculpes frente a mí, me da asco“.
Verónica miró a Adolfo y le respondió sin cortesías.
Esa falsa disculpa, no la necesitaba.
Antes de la muerte de Pilar, cuando todavía lo amaba profundamente, la verdad de hace cinco años era muy importante para ella.
En aquel entonces, todavía tenía la esperanza de que un día Adolfo conociera la verdad y que supiera que solo lo amaba profundamente y nunca había tramado nada contra él. Que limpiara su nombre.
Que él la tratara bien a ella y a Pilar.
Que pudieran darle a Pilar un hogar completo.
Que Pilar pudiera recibir el amor de su padre.
Pero Pilar ya había muerto y la verdad ya no era importante para ella.
Capítulo 147
Verónica dejó de mirar a Adolfo y Zulma y su mirada se dirigió hacia Silvia.