Capítulo 6
El contraataque
Elena Carter-Stone estaba sentada a la cabecera de una mesa larga y pulida
en la sala de juntas de Industrias Lancaster. El aire estaba cargado
de tensión, los ojos de casi una docena de miembros de la junta
estaban fijos en ella. La historia filtrada había sumido a la empresa
en una tormenta y querían respuestas.
Ella estaba lista.
—Elena —un miembro de la junta de mayor edad, William Henshaw, se aclaró
la garganta—. Estas acusaciones, tu conexión con Adrian
Kane, están causando serias preocupaciones.
Elena lo miró a los ojos sin dudar. —Lo entiendo
—dijo con suavidad—. Por eso estoy aquí para abordarlas
de frente.
Empujó una carpeta hacia él, el contenido lleno de
informes verificados, documentos legales y marcas de tiempo.
—Nunca tuve tratos comerciales con Adrian Kane —continuó—
. Lo conocí socialmente hace años, sí, pero no tuve ninguna
participación en sus actividades financieras. Cuando
salieron a la luz las acusaciones en su contra, fui una de las primeras en cortar lazos. Las
acusaciones que se hacen en mi contra son especulaciones infundadas
diseñadas para dañar mi reputación.
Henshaw hojeó la carpeta y miró las
pruebas. Los demás miembros de la junta murmuraron entre
ellos.
Elena se inclinó ligeramente hacia delante. —He pasado años convirtiendo
a Lancaster Industries en una potencia. El éxito de la empresa
habla por sí solo. ¿De verdad vamos a dejar que un artículo de propaganda alimentado por chismes nos distraiga de lo que estamos aquí para hacer?
Silencio.
Entonces, Margaret Sloane, una de las miembros más influyentes de la junta
, habló.
—Tiene razón —dijo Margaret con firmeza—. No deberíamos dejar que
la especulación dicte las decisiones comerciales.
El alivio brilló en el pecho de Elena, pero no lo dejó notar.
Simplemente asintió.
—Si alguien tiene inquietudes, estoy feliz de responderlas —dijo
con calma—. Pero no permitiré que las distracciones descarrilen esta
empresa.
Uno por uno, los miembros de la junta intercambiaron miradas antes de
asentir. La tensión en la sala cambió.
Henshaw suspiró. —Muy bien. Pero si surge algo más…
—No lo hará —le aseguró Elena.
Con eso, la reunión se levantó y los miembros de la junta
salieron lentamente.
Elena permaneció sentada, tamborileando con los dedos sobre la mesa.
Ryan había hecho su movimiento. Ahora era su turno.
El ático de Ryan: la llamada inesperada
Ryan estaba saboreando su victoria, bebiendo un vaso de whisky,
cuando sonó su teléfono.
Miró el identificador de llamadas. Bloqueado.
Frunciendo el ceño, respondió. “¿Quién es?”
Una risa baja se escuchó a través de la línea. —Has estado ocupado,
Lancaster.
Ryan se puso rígido. Conocía esa voz. Adrian Kane.
Se sentó, agarrando con más fuerza el cristal. —Adrian.
—¿Me extrañaste? —La voz de Adrian estaba mezclada con diversión.
La mente de Ryan corría. Adrian había desaparecido de la red
hace años. ¿Por qué estaba llamando ahora?
—¿Qué quieres? —preguntó Ryan.
Adrian suspiró. —Veo que has estado investigando viejas historias.
Mala idea, amigo mío.
Ryan sonrió. —Suenas nervioso. ¿Tienes algo que
ocultar?
Adrian se rió entre dientes. —No. Pero lo tienes.
La sonrisa de Ryan vaciló. —¿Qué diablos significa eso?
—¿Crees que Elena es la única que tiene secretos? —reflexionó Adrian
. —Sé cosas, Lancaster. Y si sigues persiguiéndola
, tal vez tenga que empezar a hablar.
La sangre de Ryan se heló.
Adrian estaba fanfarroneando. Tenía que estarlo.
Pero ¿y si no lo estaba?
La línea se cortó.
Ryan permaneció inmóvil, con el peso de la conversación
sobre él.
Por primera vez, se preguntó si había subestimado
a Elena.
La oficina de Elena – El contraataque
Daniel caminaba de un lado a otro frente al escritorio de Elena, con los brazos cruzados.
—No me gusta esto —murmuró—. Ryan está desesperado, lo que
lo hace peligroso.
Elena no respondió de inmediato. En cambio, estudió el
mensaje encriptado en su computadora portátil. Adrian se había comunicado.
Ella lo había esperado.
—Puedo manejar a Ryan —dijo finalmente—. Pero necesito saber
cuál es el objetivo final de Adrian.
Daniel suspiró. —Adrian no hace nada sin un precio.
La mirada de Elena se endureció. —Entonces lo pagaré.
Daniel dejó de caminar de un lado a otro y se volvió para mirarla. —¿Y si se vuelve
contra ti?
Elena exhaló. —Entonces lo destruiré también.
Tomó su teléfono y marcó un número.
Cuando escuchó la voz de Adrian, no esperó
las cortesías.
—Hablemos.
La oficina de Ryan – La creciente amenaza
Ryan estaba furioso.
Nathan estaba de pie frente a su escritorio, con un archivo en la mano. —Ella está
cerrando la narrativa. La junta la respalda.
Ryan golpeó su vaso sobre la mesa. —Ella no es
intocable.
Nathan vaciló. —Hay algo más. Elena se reunirá
con Adrian.
Todo el cuerpo de Ryan se tensó.
—¿Por qué?
La expresión de Nathan se oscureció. —Eso es lo que necesitamos averiguar
.
Ryan apretó la mandíbula. Si Adrian y Elena estaban trabajando
juntos, esta guerra estaba a punto de volverse mucho más
peligrosa.
Tomó su teléfono e hizo una llamada.
“Necesitamos actuar más rápido”.
La voz del otro lado respondió de inmediato.
“Entendido”.
Ryan colgó, su mente ya estaba formando su próximo movimiento.
Elena pensó que tenía el control.
Estaba a punto de perderlo.
Resucitado de la ruina por Elias Mercer 6
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Posted by ? Views, Released on February 24, 2025
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