Capítulo 29
La red se desenreda
Elena se sentó en el borde del escritorio, mirando fijamente la
pantalla de la computadora. Sus dedos flotaban sobre el teclado, pero
sin importar cuántas veces intentó concentrarse, la persistente
sensación de incertidumbre se negaba a abandonarla. La llamada telefónica
la había sacudido más de lo que quería admitir. No estaba
acostumbrada a sentirse vulnerable, especialmente después de todo lo
que había pasado. Pero esta nueva amenaza se sentía diferente,
personal de una manera que le enviaba escalofríos por la columna vertebral.
Al otro lado de la habitación, Daniel caminaba de un lado a otro, su mente trabajando tan
rápido como la de ella. “Necesitamos una pista. Algo que conecte todos
los puntos. Ryan se ha ido, pero eso no significa que la red esté
rota. En todo caso, es más fuerte que nunca”.
“Lo sé”, respondió Elena, con voz plana. “Pero no puedo quitarme la
sensación de que esto no se trata solo de la red. Se trata de nosotros.
Alguien nos está apuntando directamente”.
Daniel dejó de caminar y la miró, su expresión
seria. “Lo resolveremos. Nos hemos enfrentado a cosas peores y hemos salido
victoriosos.
Elena le dedicó una sonrisa tensa, pero por dentro tenía el estómago retorcido por
la inquietud. No podía negar que siempre habían sido capaces de
manejar lo que se les presentara. Pero esto se sentía diferente.
Quienquiera que estuviera moviendo los hilos esta vez tenía un
conocimiento más profundo de sus vidas, sus tácticas y, lo más importante,
sus debilidades.
La llamada telefónica había sido críptica, lo suficiente para atraerlos
sin revelar ningún detalle real. Quienquiera que estuviera al
otro lado de la línea había estado demasiado tranquilo, demasiado sereno, lo que
solo hizo que Elena fuera más cautelosa. Había lidiado con amenazas
antes, pero ninguna de ellas había sido tan escurridiza. Siempre había
sido capaz de ver al enemigo, de comprender sus motivos, pero
esta vez, era como si estuvieran jugando un juego que no podía
ganar.
—Demos un paso atrás —dijo Daniel, interrumpiendo sus pensamientos.
Abrió un mapa en la computadora, marcando las ubicaciones
que habían visitado durante su investigación sobre la red de Ryan—
. Necesitamos mirar esto desde una
perspectiva más amplia. ¿Y si no se trata solo de derribarnos?
¿Y si quieren hacernos cuestionar todo lo que hemos
hecho? ¿Hacernos dudar de nosotros mismos?
Elena frunció el ceño, considerando sus palabras. —¿Crees que es un
juego psicológico? ¿Una forma de debilitarnos antes de dar
el golpe real?
—Exactamente —respondió Daniel—. Ya lo hemos visto antes: cuando la
mente está en caos, el cuerpo la sigue. Quienquiera que esté detrás de esto
—Sabe que si pueden quebrarnos mentalmente, el resto será
fácil. —El
estómago de Elena se tensó. Nunca había sido del tipo que
deja que las emociones nublen su juicio, pero entendía muy
bien el poder del miedo. Era lo único que podía desentrañar
incluso al más fuerte de los individuos.
—¿Crees que están tratando de manipularnos? —preguntó en
voz baja.
Daniel asintió. —Es posible. Pero no vamos a caer en
eso. Necesitamos mantenernos concentrados, permanecer alerta. Y necesitamos descubrir
quién está detrás de esto, rápido.
Elena se puso de pie y se acercó al escritorio, sacando un nuevo conjunto
de archivos. —Empecemos desde cero. Miraremos todo.
Conexiones, gente con la que trabajó Ryan, cualquiera que pueda
tener un motivo para ir tras nosotros ahora. No me importa cuánto tiempo
lleve. Los encontraremos. —Los
siguientes días fueron un borrón de largas horas, vigilancia
y excavación entre montones de evidencia. Elena y Daniel
trabajaron codo con codo, examinando pistas, rastreando
fuentes y haciendo innumerables llamadas. Cada vez que creían
que estaban cerca de descubrir algo, el rastro se enfriaba
, como si los estuvieran llevando en círculos. Era como si quienquiera que
estuviera detrás de esto siempre estuviera un paso por delante.
En el cuarto día de su incansable búsqueda, Elena recibió
un correo electrónico cifrado. El asunto simplemente decía: Te estás
acercando.
Su corazón dio un vuelco cuando abrió el mensaje. El
contenido era simple, pero las implicaciones estaban lejos de serlo.
Te hemos estado observando. Cada paso, cada movimiento. Has
hecho mucho ruido y es hora de que sepas la verdad.
¿El hombre que creías haber destruido? No se ha ido. Sigue
muy vivo y no es el único. Hay
toda una red y eres parte de ella, te guste o
no.
El correo electrónico terminó abruptamente con un enlace a un servidor privado.
Los dedos de Elena temblaron cuando hizo clic en el enlace, su mente
acelerada. La conexión tardó unos momentos en establecerse,
pero cuando lo hizo, se congeló.
La pantalla mostraba una transmisión en vivo, la imagen era granulada al principio,
pero rápidamente se aclaró para revelar un rostro familiar.
Ryan.
Estaba sentado en una habitación oscura, el débil resplandor de una única luz
iluminaba su rostro. Su expresión era tranquila, casi
divertida, como si supiera exactamente qué tipo de efecto
tendría su reaparición. Pero lo que llamó la atención de Elena
fue el fondo: una pared cubierta de fotografías, nombres,
y conexiones, todas unidas con hilo rojo. Parecía
una red, una vasta red interconectada. Y justo en el
centro de todo, el propio rostro de Elena la miraba, marcado
con un gran círculo rojo.
La voz de Ryan rompió el silencio, enviando un escalofrío
por la columna vertebral de Elena. “Pensaste que habías terminado conmigo,
¿no? Pero eres solo un peón en un juego mucho más grande.
Y ahora, es hora de jugar con mis reglas”.
La sangre de Elena se heló. Esto era peor de lo que podría haber
imaginado. Ryan no estaba solo, era solo la punta del
iceberg. Y quienquiera que estuviera detrás de él había estado
orquestando todo desde las sombras.
“Aún no hemos terminado”, murmuró Elena, con la mandíbula apretada.
Daniel se acercó a ella, su expresión sombría mientras
miraba la pantalla. “Necesitamos detener esto antes de que se
extienda más. Nos enfrentamos a algo mucho
más grande de lo que pensábamos”.
Elena asintió, su mente ya corriendo con posibilidades.
Siempre habían sabido que la pelea no terminaría con
Ryan. ¿Pero esto? Esto era un nivel completamente nuevo. Y ahora que
lo habían expuesto, no había vuelta atrás.
Resucitado de la ruina por Elias Mercer 29
Resucitado de la ruina por Elias Mercer 29
Posted by ? Views, Released on February 24, 2025
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