Switch Mode

Resucitado de la ruina por Elias Mercer 17

Resucitado de la ruina por Elias Mercer 17

Capítulo 17
La persecución
El sonido de las sirenas resonó por las calles de la ciudad, un
recordatorio constante de lo cerca que estaban Elena y Daniel de
lograr su objetivo, y lo cerca que estaba Ryan Lancaster de
destruirlo todo. Elena no podía permitirse el lujo de perder la concentración, pero
cada centímetro de progreso que hacían se sentía como cien millas de
obstáculos aún por superar. Las apuestas nunca habían sido
tan altas.
Habían logrado pasar la noche, pero la mañana
no trajo señales de alivio. En todo caso, la presión se intensificó.
Estaban huyendo, escondidos a plena vista, y la gente de Ryan
se acercaba más rápido de lo que habían anticipado.
Elena miró por la ventana de la casa segura
a la que se habían retirado, escudriñando la calle de abajo. No podía quitarse
la sensación de que algo no estaba bien. Sus instintos
la habían ayudado hasta ahora, pero ahora susurraban
algo aún más oscuro, algo más peligroso de lo que
había imaginado.
Se volvió hacia Daniel, que estaba sentado a la mesa, revisando
una pila de papeles. “¿Crees que nos están
vigilando?”
Daniel levantó la vista de los documentos, su rostro sombrío. —Es
posible. Ryan no es tonto. Sabe que tenemos pruebas
en su contra y no dudará en usar cualquier cosa,
a cualquier persona, para detenernos.
Elena apretó los puños, la frustración crecía. —No podemos
quedarnos sentados aquí y esperar a que venga a nosotros. Tenemos que hacer nuestro
movimiento, ahora.
Daniel dudó un momento antes de asentir. —Estoy de acuerdo. Pero
tenemos que tener cuidado. Moviéndonos demasiado rápido podríamos convertirnos en un
blanco fácil.
Elena caminó hacia la puerta, con determinación en sus ojos.
—No tenemos tiempo para tener cuidado. Si no actuamos ahora, Ryan
encontrará una manera de borrar todo por lo que hemos trabajado.
Tenemos que pasar a la ofensiva.
El contraataque de Ryan
El día de Ryan Lancaster había estado lleno de malas
noticias. Las autoridades se acercaban. Su abogado
le había dicho que se estaban preparando para hacer arrestos, que la
evidencia se estaba acumulando en su contra y que no había manera
de detenerlo sin medidas drásticas.
Pero Ryan no estaba dispuesto a dejar que esto lo arruinara. No ahora. No
después de todo lo que había hecho para llegar a ese punto.
Golpeó el escritorio con el puño y su ira se desbordó.
—Encuentren a Elena —gritó a sus hombres—. Ella es la clave de todo
esto. Ella es la que ha estado presionando a las autoridades para que
investiguen. Ella es la que ha sido una espina en mi costado durante
demasiado tiempo.
Su jefe de seguridad, Marcus, estaba de pie en la puerta, esperando
más instrucciones. —¿Qué quiere que hagamos, señor? —Los
labios de Ryan se curvaron en una sonrisa torcida—. Ya sabe qué
hacer. Rastrearla y asegurarse de que no esté un
paso más cerca de acabar conmigo. Si podemos deshacernos de ella, podemos
destruir todo lo que ha construido, todo lo que ha
descubierto. Ella es nuestra mayor amenaza en este momento.
Marcus asintió, entendiendo la gravedad de la situación.
—Entendido, señor. La encontraremos.
El plan
Elena y Daniel se reunieron con sus aliados restantes en la oscuridad
de la noche. El tiempo se estaba acabando y no podían permitirse el
lujo de perder más. Su plan era arriesgado, pero era la única
opción que les quedaba.
—Necesitamos llegar a las cajas de seguridad —dijo Elena,
con voz baja y seria—. Hay más evidencia allí,
información que Ryan aún no ha logrado borrar. Si podemos llegar
a ella antes que él, podemos garantizar su caída.
Daniel asintió, pero su expresión estaba llena de dudas. —No va
a ser fácil. Los hombres de Ryan estarán en alerta máxima. Hará
todo lo que esté en su poder para detenernos.
—Ya hemos llegado hasta aquí —dijo Elena con firmeza—. Si logramos
esto, tendremos todo lo que necesitamos para acabar con él para
siempre. No más escondites. No más huidas.
El equipo recogió sus cosas, preparado para la siguiente fase
de su misión. Cada paso tenía que ser calculado, cada movimiento
preciso. Un error y podrían perderlo todo.
Un encuentro peligroso
Elena y Daniel llegaron al banco donde se guardaban las cajas de seguridad
. El edificio estaba casi vacío a esta hora,
pero eso solo hizo que Elena fuera más cautelosa. Si alguien
los había visto, no tardaría mucho en correr la voz.
Necesitaban entrar y salir lo más rápido posible.
El corazón de Elena se aceleró mientras cruzaba las puertas de seguridad,
el silencioso zumbido de las luces del banco era el único sonido en el
aire, por lo demás quieto. Su mente estaba aguda, pero cada paso
resonaba como una cuenta regresiva hacia el desastre.
Cuando se acercaron a la bóveda, Elena se detuvo en seco. Una
sombra pasó por el otro extremo del pasillo.
—Hay alguien aquí —susurró, su voz apenas audible.
Daniel miró a su alrededor, sus ojos escaneando el área—. Tenemos
que darnos prisa.
Se movieron rápidamente hacia la bóveda, pero cuando se
acercaron a la puerta, vieron que había sido manipulada
. La cerradura estaba rota y la bóveda estaba entreabierta.
—Alguien se nos adelantó —murmuró Elena, frustrada.
—Los hombres de Ryan ya están aquí.
—La persecución comienza
. Antes de que pudieran reaccionar, un fuerte estruendo resonó detrás
de ellos. Elena se dio la vuelta justo a tiempo para ver a un grupo de hombres
corriendo hacia ellos, con las armas en la mano.
—¡Corran! —gritó Daniel, agarrando el brazo de Elena y tirándola
hacia la salida trasera.
Corrieron por el estrecho pasillo, el sonido de botas
golpeando detrás de ellos. La respiración de Elena se convirtió en jadeos agudos,
su cuerpo la instaba a empujar a través del miedo y el cansancio.
Tenía que escapar. No podían permitirse el lujo de ser atrapados ahora.
Llegaron a la salida trasera y entraron en el callejón, pero los
hombres se acercaban rápidamente. Elena sabía que no llegarían
mucho más lejos a menos que encontraran una manera de burlar a sus
perseguidores.
—Más adelante —gritó Daniel—. Hay un
túnel subterráneo. Podemos perderlos allí.
Elena no dudó. Se agacharon en el túnel, sus
pasos resonando en la oscuridad mientras corrían más profundamente en el
laberinto debajo de la ciudad. Por primera vez en semanas, Elena
se permitió un momento de alivio. Estaban a salvo, al menos
por ahora.
La creciente desesperación de Ryan
A medida que pasaban las horas, la frustración de Ryan crecía. Había perdido
el rastro de Elena y Daniel una vez más, y ahora sus hombres
le decían que habían escapado de la trampa que había preparado.
—Se nos está escapando de las manos, señor —informó Marcus, con
la voz teñida de frustración—. Está jugando un
juego peligroso, pero no nos rendiremos todavía. La atraparemos.
Los atraparemos a todos.
Ryan apretó los puños, la mandíbula apretada. —Nadie me gana. Ni
ella, ni nadie. Consíganme todo lo que puedan sobre ella: adónde
va, con quién está hablando. Vamos a acabar con esto
de una vez por todas.

Resucitado de la ruina por Elias Mercer

Resucitado de la ruina por Elias Mercer

Score 9.9
Status: Ongoing
Resucitado de la ruina por Elias Mercer

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset