Capítulo 1178
Capítulo 1178
-Ya entendi.
Rosana siguió al secretario hasta la sala de juntas, donde vio a Dionisio sentado en la cabecera de la mesa.
Su lugar estaba justo a su lado.
En cuanto Rosana entró a la sala, todas las miradas se posaron en ella.
Se sentó en silencio, echó un vistazo al tema de la reunión y descubrió que se trataba del proyecto del tranvía eléctrico.
Sabía que ese proyecto tenía un futuro prometedor.
Al terminar la reunión, ya se había hecho algo tarde.
Uno a uno, los asistentes abandonaron la sala, quedando solo Rosana y Dionisio.
Ella lo observó y preguntó:
-¿Tu mano está bien?
-No es grave, la verdad es que solo me toca dar órdenes, no tengo que hacer gran cosa.
Dionisio la miró de frente:
-Vamos esta noche a La Cúpula Dorada, así aprovechamos para hablar de algunos asuntos.
Rosana se le quedó viendo:
-¿Seguro que puedes?
El tipo tragó saliva, y con una chispa en la mirada, soltó:
-¿Y tú crees que no puedo?
Rosana se quedó pasmada por un segundo, dándose cuenta de la doble intención en las palabras de Dionisio, y enseguida le lanzó una mirada de reproche.
Antes él por lo menos fingía algo de decoro delante de ella, pero ahora ya ni ganas de disimular tenía.
Rosana replicó:
-Pero si los llamamos tan de repente, ¿no es ya muy tarde? Además, con la nevada que está cayendo, las calles están complicadas.
-Ya los invité, todos dijeron que pueden venir.
Dionisio se puso de pie y la miró con seriedad:
-Lo importante es que descubrimos una pista nueva.
-¿Qué tipo de pista?
Dionisio apretó la mandíbula:
-Tadeo fue quien la encontró, pero no quiso decirme nada.
Por dentro, no podía evitar sentirse incómodo: otra vez Tadeo. Pero justo en ese momento, no podía explotar.
Rosana notó el cambio en la expresión de Dionisio y, sin pensarlo, le acarició el rostro:
-¿Estás celoso?
Dionisio frunció los labios, entre molesto y resignado:
-Es que me cae mal lo presumido y creído que es.
-Eso te pasa por andar de coqueto por todos lados antes, ahora te tocó pagar las consecuencias.
Dionisio solo suspiró, resignado.
Los dos salieron rumbo a La Cúpula Dorada.
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Capítulo 1178
Esta vez las calles estaban más despejadas, probablemente porque la nevada habia ahuyentado a la mayoría de la gente.
Al entrar al privado, Rosana y Dionisio vieron que Sara y Javier ya estaban ahí, pero Tadeo aún no había llegado.
Sara fue la primera en hablar:
-No esperaba que el señor Sabin fuera tan hábil, otra vez encontró una pista.
Rosana volteó, intrigada:
-¿Da la impresión de que sabes algo más?
-Un poco. Le mencioné a Tadeo lo del curso para señoritas de alta sociedad, y me dijo que justo había hallado una pista relacionada.
Rosana se sorprendió:
-¿Desde cuando tienes tanto contacto con Tadeo?
-Por lo del asunto con la empresa PZ y la inversión. ¿No dijeron que algo andaba raro ahí? Pensé en buscar un abogado externo para que me ayudara con eso, y si soy sincera, el único confiable y capaz que se me ocurrió fue Tadeo.
Rosana asintió:
-Si, él es muy competente.
Ambas chicas compartieron una mirada de admiración hacia Tadeo.
Mientras tanto, Dionisio y Javier intercambiaron una mirada cargada de desaprobación, como si se pusieran de acuerdo en que Tadeo no les agradaba nada.
En ese momento, Tadeo apareció, empujando la puerta del privado.
Nada más entrar, se quejó de inmediato:
-¿Otra vez aquí? ¿No se cansan de venir siempre al mismo lugar?
Dionisio le contestó sin rodeos:
-Aquí podemos hablar sin preocuparnos por quién escucha.
Tadeo le lanzó una mirada y se dejó caer en la silla, soltando una risa sarcástica:
-Me enteré de que tuvieron un accidente de carro. ¿Ya revisaron si fue algo más que un simple accidente?
Rosana dirigió la mirada hacia él:
-¿Estás insinuando que hubo algo raro?
-Solo sugiero que lo revisen. Digo, justo rescataron de ahí a la madrastra de la señorita Sara. Que pasen cosas así por casualidad, la neta, es casi imposible.
Dionisio arrugó el ceño:
-Ya mandé a alguien a investigar eso. Mejor dime lo que tú sabes.
Tadeo sacó un fajo de papeles:
-No decían que Estefanía venía del curso ese de señoritas de alta sociedad? Pues justo una vez llevé un caso de una supuesta impostora de ese círculo. Te aseguro que ahí se mueve información mucho más rápido que en cualquier otro lugar.
