Capítulo 1170
Sara sabía que su hermano tenía un pequeño porcentaje de acciones a su nombre. Aunque comparado con las suyas no era gran cosa, seguía representando una suma considerable de dinero.
Cuando Ángela escuchó esto, se enfadó muchísimo y levantó la mano con la intención de golpear a Sara.
Pero Javier, que había estado atento a la situación desde el principio, reaccionó de inmediato y le sujetó la muñeca a Ángela. Su voz sonó cortante:
-Ángela, si golpeas a alguien, puedes terminar en la cárcel. ¿O quieres acabar como Mirandal
Montes?
Ángela, fuera de sí, le replicó:
-¿Y tú quién te crees para hablarme así? ¿Ya se te olvidó cómo rogaste para estar con Sara, cómo me suplicaste en aquel entonces?
Sara no tenía idea de que algo así hubiera pasado antes.
Javier no perdió la calma ni por un segundo:
-Antes pensaba que eras la única persona en quien Sara confiaba y respetaba. ¿Sigues siéndolo ahora?
Por un momento, Ángela se quedó sin palabras, notando cómo se resquebrajaba su fachada del
autoridad.
Javier la soltó de golpe y añadió, con el mismo tono seco:
-No vuelvas a intentar ponerle una mano encima. Si lo haces, la mano con la que la golpees te la hago inútil.
-¿Te atreves? ¿Pero quién te crees tú? ¿Desde cuándo tienes derecho a amenazarme?
Ángela siempre había sido altanera y mandona, sobre todo dentro de la familia Chavira. Estabal acostumbrada a que los parientes la trataran como si fuera intocable.
Ahora, ver a Sara oponiéndosele y a un tipo que antes despreciaba atreviéndose a plantarle cara, le resultaba intolerable.
Ángela miró a Sara, con el enojo desbordándosele de los ojos:
-¿Así que vas a proteger a esta gente y te vas a poner en mi contra? Y yo que te tenía en tan alta estima, que siempre te traté bien… Vaya desperdicio.
-Tía, tú nunca me trataste bien porque te importara yo. Te portaste así porque te interesaba mi dinero.
Apenas Sara terminó de hablar, otros familiares intervinieron de inmediato.
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Capitulo 1170
-Sara, ahi si te estás pasando. Tu tía siempre te ha cuidado, todos lo hemos visto.
-Desde chiquita te quedaste sin tus papás. Si no fuera por tu tía, ¿quién habría manejado todo esto por ti? Ya te hubieran quitado hasta el último peso.
-Eso es, Sara. No puedes crecer y de la nada olvidarte de todo lo que tu tía ha hecho por ti. No. seas desagradecida.
Al escuchar esas palabras, a Sara solo le daban ganas de reír. Todo sonaba tan hipócrita que el sarcasmo se le escapaba por la mirada.
Rosana se dio cuenta enseguida de que lo único que sabían hacer era recurrir al chantaje emocional.
Rosana intervino, cortando el ambiente tenso:
-Y ahora se aparecen aquí queriendo la custodia, cuando eso ni siquiera es legal.
Ángela la encaró:
-Esto es un asunto de familia, no te metas.
Sara se sumó al intercambio con decisión:
-Tía, nuestras familias ya no tienen nada que ver. Si insistes en llevarte a mi hermano a la fuerza, entonces lo haré público en internet. A ver cómo explicas todas tus excusas frente a todos.
Ángela apretó los dientes, claramente furiosa:
-Todo lo que hago es por tu bien, y así me pagas, ni siquiera lo reconoces.
-Lo único que recuerdo es que cuando era niña me dijiste que mi hermano me iba a quitar todo lo que tenía, que por eso debía alejarlo.
Ángela empezó a perder la compostura:
-¿Y eso cuándo lo dije yo? Deja de inventar cosas.
-No solo lo dijiste, también me advertiste que tuviera cuidado con mi hermano, que por ser hijo de la amante no merecía quedarse en la familia Chavira.
-¿Así que ahora te atreves a calumniar a tu tía?
Angela, en ese momento, no pensaba admitir nada de lo que había dicho antes.
Sara la miró sin apartar la vista, su voz firme y cortante:
-Ya invité a los medios y están abajo en la entrada del hospital. Si insistes en querer llevarte a mi hermano, ve y dales una explicación a todos ellos.
Angela se acercó a la ventana, y al asomarse, comprobó que efectivamente había varios reporteros y cámaras esperando abajo. Su cara cambió por completo, como si toda la sangre se le hubiera ido al suelo.
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Con una mueca desdeñosa, Ángela señaló a Estefanía y gritó:
-¡Todos ustedes han sido engañados por esa mujer! ¡Es una farsante!
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