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Renacer sin Perdón 1164

Renacer sin Perdón 1164

Capítulo 1164 

Capítulo 1164 

Después de bañarse, Rosana también pensó en salir, pero Dionisio fue quien la tomó en brazos y la llevó de vuelta a la habitación

Por suerte, en el cuarto habia calefacción, así que no se sentía nada de frio

Rosana se dejó caer sobre la cama, tan cansada que apenas podia mantener los ojos abiertos

Dionisio la abrazo, le dio un beso en la comisura de los labios y murmuro con dulzura

-Duerme tranquila

No pasó mucho para que Rosana se quedara profundamente dormida

El la sostuvo entre sus brazos, la miró como si fuera su mayor tesoro y luego desvió la vista hacia la ventana, donde la nieve cala con suavidad. Sus labios dibujaron una ligera sonrisa

Cerro los ojos lentamente, sintiendo que en ese instante, todo estaba bien

A la mañana siguiente, Rosana despertó y, todavía medio adormilada, se quedó mirando hacia afuera. Todo era un paisaje blanco, la nieve cubría el mundo como una manta gigante

-Ya despertastesusurró Dionisio, con la voz ronca de recién levantado

-Simira nada más cuánta nieve cayó allá afuera

Unos días antes había nevado, pero no de esa forma tan intensa

Dionisio, abrazando a la chica entre sus brazos, rozó su mejilla con la suya

-Es la primera nevada grande del invierno. ¿Qué quieres de regalo

Rosana parpadeó, sorprendida por el cambio tan repentino de tema

-¿Y eso qué tiene que ver? ¿Por qué la primera nevada significa que hay que dar regalos

-¿No dicen que en otoño la gente se regala la primera taza de café? Pues en invierno, también cuenta el primer regalo -contestó él, con una sonrisa pícara

Rosana se rio leve, con ternura

-Creo que ya lo tengo todo. No hay nada que quiera pedir de regalo

Dicho esto, se acurrucó más contra Dionisio, abrazándolo como si quisiera fundirse con él

Esta vida le había dado tanto, que no sentía deseos de nada más

En la vida anterior, había muerto en un día de nevada. Pero ahora, todo era diferente

De repente, frente a ella se hizo una sombra y al alzar la mirada, se encontró con aquellos ojos profundos que la observaban desde arriba

Dionisio, con voz seria, le preguntó

-¿Por qué hace rato sentí que estabas un poco bajoneada? ¿Fue por mi culpa? ¿No te sentiste bien anoche

-No, nada de esoEs que anoche tuve una pesadilla -dijo Rosana, bajando la mirada

-¿Y de qué soñaste? Cuéntame -insistió él, acercándose más

Rosana bajó los párpados

-Soñé que nunca abrí los ojos, que seguía dejando que la familia Lines me usara, que ni siquiera logré pasar el examen de ingreso a la universidadAl final, hasta terminé acompañando a Leonor a repetir el año… 

Antes de que pudiera seguir, Dionisio la besó, deteniéndola con delicadeza

Cuando se separaron, él la miró con seriedad

-Ya no digas cosas así. No atraigas mala suerte

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Capítulo 1164 

-Tienes razón admitió ella

Rosana rodeó su cuello con los brazos

-Dionisio, me alegra tanto que hayas ido a buscarme a la escuela esa vez

Si no hubiera sido por eso, nunca se habrían cruzado sus caminos

Dionisio se quedó quieto, sorprendido

-Pensé que te molestaba que me acercara a ti con otros motivos

-Al principio si me enojé un poco, cuando me enterẻ. Pero si no hubieras entrado en mi vida, no cómo habría salido de ese hoyo

Dionisio la besó otra vez, esta vez con un temblor en la voz

-Rosana… 

Gracias por salvarme, aunque él no lo dijera en voz alta, el sentimiento estaba ahí, a flor de piel

Rosana lo miró a los ojos y en ellos encontró ese torbellino de emociones profundas, tan densas que casi podía tocarlas

La próxima vez que Rosana despertó, la luz del sol ya entraba por la ventana, tiñendo la nieve con destellos dorados

-Ya salió el sol -comentó, todavía acurrucada en el pecho de Dionisio

Él la abrazó con pereza, contestando con voz adormilada

En ese momento, sonó el teléfono. Rosana tanteó el buró y contestó medio dormida

-¿Bueno

[-Rosita, ¿cómo que eres la que contesta?

Solo entonces Rosana se dio cuenta de que ese era el celular de Dionisio

Con la cara roja, se lo lanzó y se tapó hasta la cabeza con la cobija, sintiéndose apenada

Dionisio, sin apuro, tomó el celular y contestó con su típico tono tranquilo

-¿Bueno? ¿Qué pasa

[-¿Ya se te olvidó que hoy íbamos a hablar de lo de la empresa PZ? ¿Dónde andas? ¿Cómo que Rosita es la que contesta? ¿Vas a venir o no, eh?

Era Óscar Guzmán, y por el tono, ya se había imaginado todo

Dionisio miró la hora

-Voy para allá, espérame

Colgó, se volvió hacia Rosana y le explicó

-Hoy quedé de ver a Óscar para hablar sobre el fraude de inversión de la empresa PZ. Se me pasó avisarte anoche

Rosana abrió los ojos, intrigada

-¿Ya averiguaron algo

Renacer sin Perdón

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Renacer sin Perdon

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