Rosana, al escuchar aquello, lo miró sorprendida.
-¿Tan rápido se movieron? ¿No decían que ese abogado era bien terco y no soltaba nada?
La familia Lines ya había intentado de todo para sacarle información, pero ni así lograron averiguar algo útil. Por eso fue que, al final, decidieron dejarlo en manos de ella.
Lo que sí no esperaba Rosana era que la gente de Dionisio fuese tan eficiente.
Dionisio, tomándole la mano con calma, explicó:
-Ese abogado sí, es terco, pero eso no significa que su familia y sus excompañeros también lo sean.
-Eso fue astuto… ¿Y qué averiguaron?
Rosana no pudo evitar mostrar su curiosidad.
-¿Te acuerdas que sospechabas que ese abogado había atendido el caso de violencia entre la mamá de Leonor Quiroga y Maurino Quiroga? Es probable que, en ese entonces, la mamá de Leonor hasta haya querido divorciarse. Solo había que investigar dónde trabajaba ese abogado en esa época, y preguntar ahí.
Rosana asintió.
-¿Y yo por qué no se me ocurrió antes?
-La mamá de Leonor, en efecto, quería divorciarse y consultó sobre violencia familiar. Pero al final, el abogado no tomó el caso. Según recuerdan sus excompañeros, ese abogado sentía algo por la mamá de Leonor. No le cobró nada por las consultas, siempre quiso ayudarla, y hasta le mandó una notificación legal a Maurino como advertencía.
Al escuchar esto, Rosana no pudo ocultar su asombro.
-Pero entre ellos había por lo menos diez años de diferencia, ¿no? ¿Tan especial era la mamá de Leonor?
Pensó un segundo en la forma de ser de Leonor. ¿Acaso su mamá era todavía más experta en manipulación?
Dionisio, notando su reacción, siguió:
-También me entró la duda, así que mandé a buscar fotos de la mamá de Leonor. La que aparecía en su identificación era de cuando era muy joven, no decía mucho. Pero logré que consiguieran la foto de su registro de matrimonio.
Dionisio sacó el celular y le mostró la foto a Rosana.
En la imagen, la mamá de Leonor se veía cálida y refinada, con una cara ovalada y ojos almendrados. De verdad transmitía una sensación de mucha clase.
Rosana se quedó mirando la foto, reflexionando. A veces, las apariencias engañan. Una mujer que parecía tan tranquila y amable había estado involucrada en la muerte de sus propios padres y se mantuvo siempre oculta, moviendo los hilos desde la sombra.
Arrugando el entrecejo, Rosana murmuró:
-Pensé que se parecería a Leonor, pero la verdad nada que ver. Solo los ojos son parecidos.
Incluso la madrastra joven de Sara se parecía más a Leonor que su verdadera madre.
-¿Esta foto confirma al cien por ciento que es la mamá de Leonor?
-Sí, ya corroboré con los vecinos de donde vivían antes; todos la reconocieron.
Rosana miró la foto con atención. Viéndolo así, la madrastra de Sara no tenía nada que ver con Leonor. Antes había sospechado por el parecido, pero la aparición de la mamá biológica de Leonor le quitó todas las dudas.
Volteó hacia Dionisio.
-¿Con esta foto se puede encontrar a la persona en la empresa PZ?
-Si hacemos una búsqueda abierta, lo van a notar. Por ahora, solo podemos investigar discretamente.
-Con razón la mamá de Leonor no se atreve a mostrarse. Tiene miedo de que la reconozcan.
Rosana se envió la foto a su propio celular. Tenía que guardarla bien, quizá más adelante le sería útil.
L
1/2
16:01
Capítulo 1153
Ambos subieron al carro y partieron rumbo al lugar de la fiesta.
En el camino, Rosana volvió a preguntar:
-¿El abogado no soltó absolutamente nada?
-No, no dijo nada. Pero estoy seguro de que no sabe mucho más que nosotros. Planeo soltarlo mañana, dejar que su esposa venga por él, y quizá ella logre sacarle algún secreto que no nos dijo a nosotros.
-¿Convenciste a la esposa?
Dionisio contestó con voz tranquila:
-Sí. Si ese abogado alguna vez estuvo enamorado de la mamá de Leonor, su esposa debe conocer la verdad de aquellos años.
Rosana soltó una carcajada.
-Claro, nadie mejor que la mujer que duerme a su lado para descubrir sus secretos.
16:01