Capítulo 1114
-¿Rosana?
Al escuchar que alguien la llamaba, Rosana se dio la vuelta y se topó con una cara conocida: nada menos que Esther, la presidenta de su antiguo salón.
Rosana inmediatamente dejó ver una expresión de sorpresa y alegría.
-Esther! ¿Tú también regresaste?
-Si, vine especialmente para el cumpleaños de mi abuelita. Mi familia organizó una fiesta para celebrar con ella.
Esther también se quedó sorprendida al ver a Rosana. Después de que todas entraron a la universidad, cada quien tomó su propio camino.
En cuanto a Rosana, desde que entró a la universidad, se volvió una figura reconocida por todos. Casi siempre, lo que sabian de ella, lo veian en las noticias.
Rosana sonrió.
-Ya tenia rato que no nos veíamos, ¿verdad?
-Si, la verdad queria buscarte después de los exámenes finales para ponernos al día. Pero supuse que has estado ocupada últimamente, así que preferi no molestarte.
Las palabras de Esther llevaban cierta delicadeza. Por las noticias, ella se había enterado de que la familia de Rosana estaba en medio de un juicio, todo por la muerte de los padres de la familia Lines años atrás.
¿Quién iba a imaginar que los padres de Rosana habían sido asesinados, y la culpable era nada menos que la mamá de Keira, la socialité número uno?
Todo ese drama parecía ajeno a la vida de gente común como ellas. Pero Rosana no solo era de su círculo, sino que había sido su compañera de clase. Incluso, en su momento, todas ellas habían marginado a Rosana.
Rosana entendió la intención detrás de las palabras de Esther y contestó con naturalidad.
-Si, estuve bastante ocupada. Pero ya terminó el juicio, así que vine a visitar la tumba de mis papás.
-Me alegra mucho por ti, por fin podrás empezar de nuevo. Gente como Leonor al fin obtuvo lo que merecía. Si no fuera por lo lista que eres, hace tiempo que ella te habría arruinado.
Esther sabía bien que Leonor había muerto durante el parto, pero también sabía lo difícil que había sido la vida de Rosana. Por eso, sin importar lo que dijeran de Rosana en internet, ella siempre la apoyo.
A Rosana se le humedecieron los ojos.
-Gracias.
-No tienes por qué agradecerme. Olvídate de lo que digan en internet. Todos los que fuimos tus compañeros sabemos bien lo que viviste. Estamos de tu lado, pase lo que pase.
Rosana casi había muerto a manos de la hija de la persona que arruinó su vida. Cualquiera en su lugar habría buscado justicia.
De pronto, una voz interrumpió la conversación.
-Esther, ¿por qué sigues aquí afuera? Ya casi todos llegaron. ¿Acaso piensas hacer esperar a los mayores? Nada más porque entraste a una universidad famosa, ¿ya te crees la gran cosa?
Un joven se acercó con paso firme, la voz cargada de reproche.
El gesto de Esther cambió y explicó:
-Es que me encontré con una ex compañera y nos pusimos a platicar, primo.
El joven miró a Rosana y sus ojos se iluminaron, sorprendido por su belleza. De inmediato se mostró muy cordial con ella. -Así que también fuiste compañera de Esther. ¿Tú también estudias en una universidad importante?
Rosana asintió.
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-Algo así.
Esther, entre divertida y resignada, aclaró:
-¿Cómo que algo así? No digas eso, la verdad es que hay mucha diferencia. Tú eres una de las mejores de la UN, yo no soy nada comparada contigo.
-Ah, con que eres una de las chicas más brillantes de la UN. Qué gusto. Yo soy el primo de Esther, trabajo como directivo en una empresa que cotiza en bolsa. Si un día necesitas ayuda para encontrar trabajo, con gusto te echo la mano.
Mientras hablaba, el joven sacó su celular y le sonrió a Rosana.
-¿Me pasas tu número?
Esther intervino de inmediato.
-¡Primo, por favor! ¿Qué te pasa? Eso es súper incómodo, ¿no te das cuenta?
-Ay, esta niña. Mira, tu primo tiene buena presencia, un trabajo decente, no soy para nada alguien que te daría pena presentar.
El joven, seguro de sí mismo, miró a Rosana directamente.
-Venga, ¿hacemos amistad?
Rosana mantuvo la calma y dijo con tono sereno:
-No me interesa hacer nuevos amigos.
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