Capítulo 1101
-Señorita Lines, mi clienta no estaba al tanto de esta situación. En ese entonces, la echaron de la casa y ni siquiera sabía de qué había hablado su exesposo. Después, cuando ya no pudo más, se fue y estuvo muchos años sin regresar, ni siquiera tramitó el acta de divorcio. Esta vez me envió no solo por la muerte de Leonor, también para formalizar el divorcio.
Rosana miró de arriba abajo a la abogada desconocida.
-¿Y crees que voy a tragarme ese cuento?
-Si la señorita Lines no está convencida, puede ir a la policía y pedir que investiguen.
¿Ir a la policía? ¿Que investiguen?
Después de tantos años, ¿cómo iban a averiguar algo claro? Ahora ni siquiera había podido localizar a la madre de Leonor, y si esa mujer decidía negarlo todo, ¿qué podía hacer ella? Al fin de cuentas, según los vecinos de entonces, la mamá de Leonor sí solía recibir maltratos y la echaban de la casa como si nada.
La abogada se despidió y se marchó sin darle más vueltas.
Rosana siguió con la mirada la silueta que se alejaba. Entre dientes murmuró:
-Como lo imaginaba, aquí hay gato encerrado.
Dionisio se le acercó y soltó:
-Si lo piensas bien, no está del todo mal. Si esa mujer no hubiera contratado a una abogada, ni siquiera nos habríamos enterado de todo esto.
Tadeo, que estaba junto a ellos, agregó:
-Así es, la justicia divina nunca falla. La mamá de Leonor tiene lo suyo, ¿eh? Se pasó la vida huyendo y ahora aparece como si nada. Está segurísima de que no tenemos cómo probarle nada.
Román, con los ojos oscuros como la noche, se limitó a decir:
-Tarde o temprano, todos estos van a pagar lo que hicieron.
Julio le echó un vistazo a Román y asintió.
-Por supuesto que sí.
Cuando Rosana salió del juzgado, Flora la esperaba afuera. Rosana la miró y le dijo:
-Ya estuvo, Se acabó.
Flora asintió con una media sonrisa triste.
-Sí, por fin se terminó.
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Pero apenas dieron unos pasos, una manada de reporteros se lanzó hacia ellas. Todos apuntaban los micrófonos directo a Rosana.
-Señorita Lines, ¿es cierto que fue su hermano Benito quien mandó a Leonor al hospital y por eso murió en el parto?
-Señorita Lines, ¿es verdad que la agresión de su hermano fue porque el bebé no era suyo? ¿O todo fue un plan de la familia Lines para culpar a Miranda?
-Señorita Lines, ¿puede darnos unas palabras?
En ese instante, Dionisio y Tadeo se adelantaron por ambos lados, frenando a los reporteros y cubriendo a Rosana con sus cuerpos.
Julio no se lo pensó dos veces y se plantó frente a todos:
-Si quieren preguntar algo, háganlo conmigo. No molesten a mi hermana.
Gerardo, serio, enfrentó a los medios:
-A ver, aclaro: el bebé que esperaba Leonor no era de mi hermano Benito. Y si quieren saber de quién era, piénsenlo bien: la señora tenía un exnovio.
-Pero Leonor solo iba a tener un hijo, ¿cómo pudo morir así? -insistió uno de los reporteros.
Gerardo explicó:
-De esa tragedia estamos igual de dolidos. Esa noche toda la familia Lines estuvo en el hospital, en la sala de urgencias, pero la embolia de líquido amniótico es algo que casi nunca se logra salvar.
Otro periodista no se quedó callado.
-Señor Lines, ¿la familia Lines hizo todo lo posible por salvarla?
Gerardo lo miró directo y reviró:
-Ten cuidado con lo que dices. Acusar sin pruebas tiene sus consecuencias legales. Si de verdad creen que la familia Lines quería matar a Leonor, su mamá puede ir a la policía y pedir que lo investiguen.
Julio, al oír esto, intervino rápido, asintiendo:
-Eso es, la mamá de Leonor está viva y hasta mandó a una abogada al juzgado. Cuando quiera puede denunciar; nosotros no le tenemos miedo a nada porque la conciencia la tenemos limpia.
Gerardo continuó, con voz firme:
-Leonor era la hija de la persona que más odiábamos, y nos engañó durante años. Hasta terminamos lastimando a mi propia hermana. Por donde lo veas, con Leonor ya fuimos más que justos.
El reportero se quedó mudo.
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Capitulo 1101
Gerardo, sin bajar la guardia, remató:
-Si tienen algo que decir, vengan conmigo directo. Dejen en paz la vida de mi hermana.
No faltó quien intentara buscarle las cosquillas.
-Señor Lines, pero usted antes se lastimó y hasta acusó públicamente a Rosana.
Gerardo bajó la cabeza, y en su cara apareció una expresión de dolor.
-Eso es lo que más me pesa en la vida. Por culpa de Leonor, terminé hiriendo a mi hermana. Así que si alguien se atreve a hablar mal de ella frente a mí, no se la va a acabar.
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