Capítulo 1079
Rosana vio que Flora tenía el rostro pálido y, con voz baja, le preguntó:
-¿El tratamiento ha sido muy duro?
-No tanto, comparado con un trasplante de riñón, esto no es nada.
Flora tomó la mano de Rosana, y con un nudo en la garganta, dijo:
-Perdóname.
-Señora Jurado, ¿por qué se disculpa de repente?
-Realmente te debo una disculpa. Sobre mi envenenamiento, deberías denunciarlo. Esto se puede vincular con el accidente de carro de hace años y ella solo recibirá un castigo mayor. También debe pagar por lo que hizo entonces.
Rosana se sorprendió:
-¿Dionisio te lo dijo?
-No, lo descubrí por mi cuenta. No soy tonta, ¿cuánto tiempo pensaron que podrían ocultármelo?
Flora miró a Rosana:
-Estoy bien, no te preocupes por mí. Denúncialo, estoy dispuesta a testificar.
Rosana apretó la mano fría de Flora y le dijo:
-No hay prisa.
-Sí la hay, resolvámoslo de una vez, de lo contrario, no podré estar tranquila.
Retrasar lo inevitable no ayudaría en nada, era mejor enfrentarlo pronto.
Rosana no esperaba que Flora ya estuviera al tanto de todo.
Al ver que Flora no se sentía bien, Rosana añadió:
-Hablaré de esto con Dionisio. Por ahora, descansa y no te preocupes tanto.
Flora asintió y cerró los ojos para descansar.
Rosana salió silenciosamente de la habitación del hospital y, al levantar la vista, vio que Román todavía estaba allí, claramente esperando por ella.
Pensando en el esfuerzo que Román había puesto en el tratamiento de Flora, se acercó a él.
-¿Cómo va todo por aquí? -preguntó.
-El tratamiento fue relativamente bien, pero como lleva mucho tiempo envenenada, no podemos garantizar una recuperación completa.
13:09
Capitulo 1079
-¿Necesitará un trasplante de riñón más adelante?
Esto le preocupaba a Rosana, ya que Miranda probablemente había envenenado a Flora para usar el trasplante de riñón como chantaje.
Román respondió:
-No debería ser necesario, pero el veneno ha dañado bastante sus riñones. Probablemente necesitará medicación de por vida para controlar su salud.
Las palabras de Román hicieron que el ánimo de Rosana decayera.
Después de todo, Flora solía ser una mujer sana, y ahora tendría que depender de medicamentos para siempre. Sin embargo, era una mejor situación que someterse a una cirugía de trasplante de riñón.
Mirando a Román, Rosana dijo:
-Te agradezco muchísimo.
-Estas palabras deberían venir de la familia Jurado, no de ti. Además, tú y Dionisio ya terminaron, es mejor que mantengas tu distancia.
Al escuchar esto, Rosana frunció el ceño:
-Mi relación con Dionisio no es asunto tuyo.
-Rosana, no es que quiera meterme. Pero si él te engañó, creo que no son el uno para el otro. Es bueno que se hayan separado. Con nosotros, tus hermanos, a tu lado, encontrarás a alguien mucho mejor que Dionisio.
Los ojos de Rosana brillaron con sarcasmo:
-¿Con ustedes?
La ironía en su mirada era innegable. Román, sintiéndose culpable, respondió:
-Cambiaremos, te lo prometo. No volveremos a ser como antes. Tienes que darnos una oportunidad.
¿Darles una oportunidad?
¿Y quién le dio una oportunidad a quien murió de manera tan trágica en su vida pasada?
Rosana sonrió:
-No es necesario, yo misma me daré las oportunidades.
En esta vida, había logrado salir adelante por su cuenta.
Después de decir esto, Rosana se marchó.

