Capítulo 1062
-Julio apretó los labios con gesto impasible-: Primero vamos al hospital, quizá el bebé quiera adelantarse.
En ese momento, el mayordomo se acercó con una silla de ruedas y se llevó a Leonor.
Leonor miraba a Benito con preocupación-: Benito, ven conmigo, tengo miedo.
Benito no dudó en acompañarla.
Al ver la situación, Rosana comentó con calma-: Vayan al hospital, yo mejor me retiro.
Ya no tenía sentido quedarse allí.
Román la tomó del brazo-: Hermanita, esto no afecta nuestra cena de esta noche.
Gerardo añadió-: Sí, no te enojes por lo que dijo Leonor. Nadie le creyó, sabemos que no fuiste tú.
Félix asintió: Leonor siempre ha intentado sembrar discordia con sus mentiras, pero ya no caemos en su juego.
Román, sin soltar a Rosana, insistió: Esta vez no le creímos a Leonor.
Rosana lo miró fijamente, con una expresión tranquila-: Estoy cansada de estas cosas.
Cada vez que ocurría algo así, revivía recuerdos del pasado que la sumían en una melancolía pesada.
Román, como si su mano quemara, la soltó-: Lo siento, prometo que no volverá a pasar. Ella no regresará.
Todo aquello que molestaba a su hermana no volvería a cruzarse en su camino.
Rosana, con un tono distante, replicó: Pero eso ya no me importa.
Se dio la vuelta y comenzó a bajar las escaleras, decidida a no quedarse más tiempo.
Alonso la alcanzó-: Rosana, espera.
Ella lo miró, con una mirada distante y fría-: ¿Vas a culparme por esto?
Alonso se quedó sin palabras: ¿Podrías dejar de explotar por cualquier cosa? Todos estábamos contentos esperándote, y ahora te vas así sin más.
Rosana torció una sonrisa-: A estas alturas, ¿para qué fingir armonía? Si ustedes no están cansados, yo sí.
-No es una actuación- insistió Alonso-. Al menos Román ha sido bueno contigo, deberías considerar eso. Incluso ayuda a Flora con su tratamiento. Si no fuera por ti, jamás habría ayudado a la familia Jurado.
Al escuchar esto, Rosana apretó los labios.
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Capitulo 1062
Julio se acercó-: Rosana, sé que la actitud de Benito te incomodó. Hablaré con él para que te pida disculpas. De verdad queremos que te quedes, por Román y por nuestros padres, ¿podrías considerar quedarte?
Rosana pensó en la enfermedad de Flora y en que era un buen día. Decidió quedarse un poco más, al menos hasta después de la cena.
Regresó al salón y Román, al verla, esbozó una sonrisa-: Me alegra que volvieras. Quiero hablar contigo sobre el tratamiento de Flora.
Rosana, al escuchar que era sobre la salud de la señora Jurado, se acercó-: ¿Hay algún problema?
-No es un problema- explicó Román-. Necesitamos identificar la causa del envenenamiento para que no vuelva a enfermar.
Rosana asintió-: Dionisio ya está investigando y será muy cuidadoso en adelante.
-El envenenamiento lleva tiempo- continuó Román-. No puedo quedarme siempre para tratar a Flora. Cuando termine el juicio, me iré.
Rosana se preocupó―: ¿Flora podrá recuperarse para entonces?
-No es seguro. Si no se ha recuperado, Flora tendrá que irse conmigo.
Rosana no respondió de inmediato. Sabía que esta decisión debía tomarla Dionisio.
Román la observó con cautela-: Si no te sientes tranquila, puedes venir conmigo.
La propuesta dejó a Rosana sin aliento.

