Capítulo 1046
Rosana se dio la vuelta y salió del cuarto.
Dionisio estaba afuera y comentó con indiferencia:
-Vámonos, no hay nada más que hablar con alguien así.
-Dionisio, ven aquí, tengo algo que decirte.
Keira escuchó la voz de Dionisio y gritó desesperada, pero solo vio la sombra alejarse, dejando la habitación en un silencio inquietante.
Desesperada, Keira se dejó caer en la cama, sintiendo que su vida había llegado a su fin.
¿Por qué había terminado así su vida?
No sabía cuánto tiempo había pasado cuando alguien entró al cuarto.
Keira levantó la vista con una pizca de esperanza:
-¿Dionisio, eres tú? Sabía que volverías.
-Soy yo.
Lourdes Montes apareció, acercándose para desatar a Keira:
-Hermana, ¿por qué sigues aferrándote a esto? Mamá ya fue detenida y la familia Montes está al borde de la quiebra. No tiene sentido que te sacrifiques por ella.
Una vez libre, Keira le dio una bofetada a Lourdes:
-¿Con qué derecho me dices eso? Si no fuera por tu inutilidad, ¿crees que estaría en esta situación?
Lourdes, al borde del colapso, replicó:
-Hermana, sé que no soy útil. Pero tú, siendo tan inteligente, hiciste de todo, ¿y lograste algo? Ahora tu reputación está por los suelos. ¿Has visto lo que dicen de ti en internet?
-Ya basta -exclamó Keira, al borde de la desesperación. Durante todo este tiempo, ni siquiera se había atrevido a abrir internet por temor a ver los comentarios negativos.
Con los ojos llenos de lágrimas, Lourdes insistió:
-Hermana, deja de hacer esto. Los errores de mamá ya no tienen remedio, no tiene sentido que te arruines por ellos.
-Mamá siempre fue buena contigo, y ahora te niegas a ayudarla. Eres una inútil que solo sabe gastar el dinero de la familia y ahora no puedes hacer nada para ayudar. Me criticas solo porque quieres proteger tu propia vida, ¿verdad?
Keira, con rabia, descargó todos sus sentimientos negativos sobre Lourdes, señalándola con desprecio.
19:05
Capitulo 1046
Lourdes, furiosa, se levantó rápidamente:
-Está bien, no me importa más.
Dicho esto, Lourdes se fue.
Keira quedó sola en la cama, sintiéndose como si estuviera muerta. No entendía por qué su vida había dado ese giro.
La frustración la consumía.
Rosana y Dionisio salieron juntos del hotel.
Tadeo, que intentó decir algo, fue llevado por Óscar.
Dionisio miró a Rosana:
-Te llevaré de regreso al apartamento.
A esa hora, Rosana no podía volver a la escuela, así que debía ir al apartamento. Había llegado con Dionisio, así que su carro seguía en el hospital.
Sin oponer resistencia, se subió al carro.
Esta vez, Dionisio conducía personalmente.
En el camino, él comenzó a hablar:
-Hubo un tiempo en que evitaba los carros, incluso temía conducir.
Rosana, intrigada, lo miró:
-Después del accidente, ¿nunca sospechaste de la familia Montes?
Dionisio, con una ligera sonrisa, respondió:
-En ese momento me pareció una sorpresa, algo que no podía aceptar. No me importa que te rías, pero siempre tuve una vida sin problemas, nunca me preocupé por nada, pero después del accidente me di cuenta de que no soy tan invulnerable.
Mientras decía esto, su mirada se perdía:
-No importa quién sea, frente a la muerte y a los accidentes, soy igual que cualquier persona
común.
Rosana, reflexionando sobre sus palabras, miró la noche que pasaba rápidamente:
-Pero en ese momento me salvaste e incluso quisiste arriesgarte para salvar a mis padres.
-De hecho, cuando vi que el conductor regresaba, dudé en ir, porque olí la gasolina y sabía que el carro podía explotar en cualquier momento.
Al oírlo, Rosana recordó la escena del accidente.
2/3
19:05
Capítulo 1046
De repente, un recuerdo cruzó su mente y comentó:
-Vi que había alguien escondido en los arbustos al lado.
312

