Capítulo 1038
-No, todo cambió con la llegada de Rosana. Aunque Dionisio no estuviera interesado en mí, por el arreglo familiar, él habría aceptado casarse conmigo. Tal vez ya tendríamos un hijo -Keira suspiró, lamentando lo que pudo haber sido.
Pero Rosana había destruido todo eso.
Keira nunca creyó que hubiera cometido algún error.
Flora suspiró profundamente -Keira, te doy una última oportunidad. Puedo enviarte al extranjero, lejos de todo esto.
-Pero si me voy, la familia Montes se irá a la quiebra -respondió Keira, con un tono lastimero que ocultaba sus verdaderas intenciones.
Flora, decepcionada, vio a través de la máscara de Keira – Pides demasiado. No puedo darte lo que quieres.
Solo entonces Flora comprendió cómo la familia Montes la había percibido todos esos años.
-Ojalá lo hubiera visto antes -pensó, lamentándose por no haberlo notado a tiempo.
Tal vez Dionisio no habría caído en las trampas de la familia Montes, y él y Rosana podrían haber estado juntos sin problemas. Flora se culpaba por haber complicado la vida de Dionisio.
Flora se dirigió a los guardias en la puerta -Por favor, acompañen a la señorita Montes afuera. Y no la dejen volver.
-Madrina, no puedes abandonarme así. Si estás dispuesta a pagar mi viaje al extranjero, ¿por qué no puedes invertir un poco en el Grupo Montes para ayudarles a superar esta crisis? -Keira no entendía por qué no era posible.
-Esto no debería ser un problema para la familia Jurado.
Rosana miró a Keira con desdén -La familia Montes tiene un apetito insaciable. Cualquiera que se relacione con ustedes está condenado a la mala suerte.
Keira, llena de odio hacia Rosana, le lanzó una mirada venenosa -Deja de hacer comentarios ofensivos. Me has arrebatado todo, pero no te saldrás con la tuya.
No importaba cuán amenazantes fueran las palabras de Keira, los guardias la sacaron de todas formas.
Flora observó la mirada resentida de Keira al irse, sintiendo un escalofrío al descubrir el verdadero rostro de la familia Montes.
-La familia Montes ha llegado a esto por sus propias acciones -dijo Rosana, mirando a Flora.
-Miranda era así, y educó a su hija de la misma manera.
Flora se sentía profundamente apenada -¿Soy tan ingenua? Permití que me engañaran
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Capitulo 1038
durante tantos años y, peor aún, perjudicó a tu familia.
Rosana ayudó a Flora a regresar a su habitación -Incluso si la familia Montes no hubiera manipulado a Dionisio, habrían hecho lo mismo. En aquel entonces, estaban al borde de la quiebra y harían cualquier cosa para ganar un contrato.
Flora sonrió con amargura -Durante años, ayudé a la familia Montes en secreto, dándoles contratos. Si no fuera por eso, no habrían podido sostenerse, incluso después de arrebatarnos los contratos a tus padres.
La familia Montes carecía de talento para los negocios. Miranda solo pensaba en criar a su hija para casarse con un millonario.
Flora había intentado aconsejarles, pero fue en vano. Incluso pensó en unir a Keira con su hijo para asegurar la estabilidad de la familia Montes.
Ahora, Flora se daba cuenta de que había sido manipulada por una amiga tóxica durante años. Afortunadamente, Dionisio no había seguido su consejo.
Rosana también comprendía el verdadero nivel de la familia Montes.
-No es tarde para ver la verdad. No dejes que te afecten más le dijo Rosana a Flora.
-Tienes razón, no hablemos más de ellas. ¿Ya te han dado de alta?
Flora notó que Rosana ya no llevaba la bata de hospital, lo que significaba que estaba a punto
de salir.
Rosana asintió -Sí, estoy lista para irme.
Flora tomó su mano con afecto -Antes pensaba que tú y Dionisio no eran compatibles. En parte, por mi favoritismo hacia Keira, pero también porque temía que el accidente os lastimara. En el fondo, siempre me caíste bien. Cuando te recuperes, podríamos ir a hacernos
un tratamiento de belleza.
Rosana sonrió -Claro, cuando te sientas mejor, lo haremos.
Para entonces, el juicio contra la familia Montes habría terminado, y Flora se habría recuperado de su cirugía.
Todo parecía estar mejorando.
Rosana se despidió de Flora y salió del hospital.
Al llegar a la calle, vio a Román acercarse desde su carro, con un ramo de flores en brazos.
-Felicidades por tu alta médica le dijo, entregándole las flores con una sonrisa.
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