Capítulo 1035
Rosana escuchó a Flora mencionar a los niños, y finalmente no pudo evitar intervenir.
-No, no, Flora, te estás equivocando, no estoy con él.
Al menos no por ahora.
Después de que Rosana terminó de hablar, vio que la expresión de Flora se congeló por un momento y luego se tornó un poco incómoda.
-Es que soy muy impaciente, ustedes hacen una pareja tan bonita, y fue por mi error de hace años que terminaron.
Al mencionar esto, los ojos de Flora se llenaron de lágrimas. Si no hubiera sido por esos incidentes, ¿cómo es que Dionisio y Rosana habrían terminado?
Sentada en la banca, Rosana observaba el paisaje exterior.
-Hay muchas cosas que no podemos controlar.
-Rosana, pero debes creer que Dionisio realmente te aprecia, sus sentimientos son genuinos, no actúa por culpa. Él no es ese tipo de persona.
Rosana asintió.
-Lo sé, recuerdo el accidente de carro.
Se detuvo por un instante, pero decidió que ya no había necesidad de ocultarlo.
Flora se mostró sorprendida.
-¿De verdad lo recordaste?
Rosana asintió de nuevo.
-Sí, sé que él me rescató, en ese momento también quiso salvar a mis padres, pero no pudo.
Añadió rápidamente:
-Por suerte, no intentó ir más allá, de lo contrario, también le habría pasado algo.
En aquel momento, solo pudo salvarla a ella.
Flora miró a Rosana con asombro.
-Es la primera vez que me entero de que la situación fue tan peligrosa.
-¿Dionisio nunca lo mencionó?
Flora negó con la cabeza.
No, solo contó lo esencial de lo que sucedió, pero nunca mencionó el peligro. Tal vez se lo dijo a la policía, pero nunca nos contó a nosotros.
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Capítulo 1035
Al escuchar esto, Rosana sintió una mezcla de emociones.
-Rosana, aunque Dionisio no es mi hijo biológico, siempre ha sido un buen chico. Espero que después de resolver el asunto con la familia Montes, le des una oportunidad.
Ante la sincera esperanza de Flora, Rosana evitó su mirada.
-No puedo responder a eso ahora.
Porque ni siquiera ella sabía la respuesta.
Flora se apresuró a añadir:
-No quiero presionarte, solo deseo que, una vez que lo de tus padres termine, puedas retomar tu vida. Estoy segura de que tus padres, desde el cielo, quieren verte feliz.
Eso es lo que todos los padres desean.
Rosana asintió.
-Lo haré.
Esta vez, se aseguraría de vivir bien.
Después de platicar un rato más con Flora, Rosana la acompañó de regreso a su habitación en el hospital. Notó que Flora estaba más delgada.
Pensó en Román. Inicialmente, había considerado pedirle ayuda para que el director de la isla colaborara en el tratamiento de Flora. Pero ahora que Román había reemplazado al director anterior, Rosana dudaba de las habilidades de Román.
Sin embargo, si Dionisio había decidido proceder con el trasplante de riñón para Flora, ya no era necesario considerar la opción de Román.
Esa noche, Dionisio le envió un mensaje.
[Voy a quedarme a trabajar un poco más. La Cúpula Dorada te preparará algo de comer.]
Rosana leyó el mensaje y, tras una breve duda, respondió de inmediato.
[Entendido, gracias.]
Luego de enviar su respuesta, Rosana se preguntó si había sonado demasiado distante. Después de todo, Dionisio la había salvado recientemente.
Tras pensarlo un poco, decidió enviar otro mensaje.
[Cuida de comer a tiempo.]
Sabía que cuando Dionisio estaba ocupado, a menudo se saltaba las comidas.
Pero al instante, pensó que el mensaje era demasiado personal y lo eliminó, confiando en que Dionisio, con tanto trabajo, no lo habría visto.
Mientras Rosana se consolaba con esa idea, recibió otro mensaje de Dionisio. Era una foto de
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su cena.
Al ver la imagen, Rosana supo que Dionisio definitivamente había leído su mensaje.

