Capítulo 1023
Rosana miró a Román con una mezcla de confusión y escepticismo en sus ojos.
-¿Acaso ya lo olvidaste? -inquirió Román.
-La verdad no lo recuerdo -respondió Rosana, frunciendo el ceño-. ¿Qué tiene que ver esta crema para cicatrices conmigo?
En su mente, Rosana revivió el proceso de desarrollo de esa crema en su vida pasada, recordando las cicatrices causadas intencionadamente, que aún parecían dolerle. Pero estaba segura de que en esta vida ella no tenía ninguna relación con esa crema.
En ese momento, Gerardo se acercó y dijo:
-Rosana, ¿de verdad lo has olvidado? En su momento, tú fuiste quien encontró la receta antigua para esta crema, lo que permitió a Román desarrollarla tan eficazmente.
Al escuchar esto, Rosana comenzó a recordar vagamente el asunto.
Con un tono sarcástico, replicó:
-Pero en ese entonces, ¿no dijeron que cuando la investigación estuviera lista, declararían que fue Leonor quien la encontró? Así, su currículum se vería más impresionante.
Al pronunciar estas palabras, sus hermanos se quedaron en un silencio incómodo.
Román, con sorpresa, preguntó:
-¿Eso es cierto?
Gerardo se rascó la nariz, un gesto de culpabilidad:
-En aquel momento Leonor nos engañó, haciéndose la víctima al decir que Rosana era tan brillante que la hacía sentir inútil. Por eso nos conmovimos y accedimos.
Román, con expresión dura, comentó:
-Eso es absurdo. ¿Cómo pudieron estar de acuerdo con eso? Si Leonor no es lo
suficientemente competente, ese es su problema. ¿Por qué bajar el nivel de nuestra hermana para que Leonor no se vea tan tonta?
Gerardo, con un dejo de vergüenza, admitió:
-Sí, en el pasado fuimos bastante tontos.
Julio, también avergonzado, añadió:
-En ese entonces nos dejamos engañar por Leonor. Ya hemos aprendido de nuestros errores.
Félix, mirándola, dijo:
-Rosana, en el pasado cometí errores muy grandes. Durante mi tiempo en la isla, he reflexionado mucho. Prometo compensarte en el futuro.
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Alonso se unió:
-Sí, Rosana, todos te hemos pedido disculpas y ya has tenido tu momento de revancha. ¿No crees que es hora de dejarlo atrás?
Una sonrisa irónica se dibujó en los labios de Rosana.
Julio miró a Alonso, regañándolo:
-Alonso, si no sabes disculparte, mejor no digas nada.
Rosana levantó la mirada hacia sus seis hermanos:
-Sigo pensando lo mismo: no somos compatibles como hermanos. Mantener la distancia es lo mejor para todos.
Dicho esto, se subió a su carro y se fue.
Los seis hermanos se quedaron allí, viendo cómo se alejaba.
Julio, con una sonrisa amarga, comentó:
-Román, ya lo viste, Rosana está profundamente herida por mí. No quiere reconocernos ni regresar a la familia Lines.
Alonso, un poco molesto, dijo:
-Pero sin Román, ¿Rosana habría conseguido todo esto tan fácilmente?
Gerardo le respondió:
-Pero este era un asunto que debíamos resolver nosotros como hermanos mayores. Rosana no debería haberse esforzado tanto sola.
Alonso se rindió, admitiendo:
-Está bien, está bien, no puedo discutir con ustedes. No tengo más ideas. Si quieren que Rosana vuelva, tendrán que encontrar la manera ustedes mismos.
Román, sereno, dijo:
-Voy a encontrar la forma de que nuestra hermana regrese. Todavía hay tiempo… al menos
está viva.
Gerardo, intrigado, preguntó:
-¿Qué quieres decir con eso de que sigue viva?
Román, con calma, explicó:
-Desde ahora, debemos comenzar a planificar. No podemos seguir postergando esto.
Alonso, emocionado, preguntó:
-¿Planificar qué? ¿Acaso piensan llevar a Grupo Lines a un nuevo nivel?
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Capitulo 1023
-No, planear cómo traer a nuestra hermana de vuelta a la familia Lines, para que volvamos a ser como antes. Esta vez, no permitiremos que nadie se interponga entre nosotros.
El rostro de Román reflejaba una palidez evidente, pero sus ojos brillaban con determinación y profundidad.
Rosana condujo hasta que se detuvo frente a un semáforo. Fue entonces cuando se tocó el rostro, reflexionando sobre lo ocurrido. Bajó la ventana, dejando que el aire fresco la ayudara a disipar sus emociones negativas.
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