Capítulo 68
Valeria soltó una risa y dijo: “Estos últimos años se ha dedicado a construir su imperio comercial. Aunque ha sido un camino difícil, definitivamente ha logrado éxito y fama. Ahora es un nombre destacado en el mundo de la moda, con innumerables marcas de lujo deseando contratarla como su diseñadora principal.”
Salvador, con voz temblorosa, comentó: “Entonces, debe haber sido muy duro para ella, ¿no?”
Al pensar en cómo ella había luchado por sobrevivir con un solo riñón, un dolor sutil se apoderó de su corazón.
Valeria continuó: “Ya sabes que tiene asuntos pendientes. Su compromiso con Isaac es un obstáculo que no ha podido superar.”
Salvador, con un tono sombrío, afirmó: “Dile que ese matrimonio ya está condenado.”
Dicho esto, Salvador se marchó con elegancia.
Valeria se quedó atónita. A su corta edad, ¿cómo podría enfrentarse al presidente de una compañía?
En el camino de regreso a su habitación, Salvador se encontró con Federico.
Federico le lanzó una caja de regalo: “Salvador, esto es un regalo de adultez de papá y mamá para ti.”
Salvador, con una mirada aguda, no pasó por alto la sonrisa maliciosa en el rostro de Federico.
Abrió el regalo en el acto y encontró dentro un traje con la tela arrugada y costuras desiguales, claramente un producto de baja calidad.
Federico, con una sonrisa lasciva, añadió: “Salvador, papá me dijo que te preparó este traje especialmente. Sería mejor que lo llevaras en tu ceremonia de adultez para hacerlo feliz.” Su sonrisa provocó náuseas en Salvador.
Con un movimiento rápido, Salvador arrojó el traje a la basura: “Esta ropa puede ser de su gusto, pero definitivamente no del mío.”
Federico, furioso, replicó: “Salvador, no desprecies lo que se te da. Si tiras ese traje, no tendrás nada mejor que ponerte para la ceremonia.”
Salvador, manteniendo su ira bajo control, respondió fríamente: “Federico, la ropa que lleve yo a la ceremonia no es asunto tuyo.”
La cara de Federico se tornó incómoda. Parecía que Salvador había visto a través de sus planes.
Salvador, llevando el paquete de Marina se alejó con paso firme.
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Capítulo 68
Al llegar a su habitación, abrió cuidadosamente el paquete de Marina. La presentación de la ropa y los accesorios lo dejó estupefacto.
Dentro de la caja había una nota explicando el origen de la tela de la ropa, la historia de los accesorios y su posible precio de venta.
Salvador soltó una risa.
El traje que su padre le había regalado era basura en comparación con el traje meticulosamente personalizado por Marina.
Ese amor paternal le pareció ridículamente absurdo.
Salvador acarició la suave tela, pero la sonrisa en sus ojos desapareció poco a poco.
“Marina, ¿te desvelaste toda la noche haciéndome ropa? ¿Acaso no te importa tu salud?”
El banquete de cumpleaños de Salvador llegó como estaba previsto.
El evento se celebró en el club de la familia Nolan. Florentino Nolan estuvo enfermo en ese
momento, así que dejó la organización del banquete en manos del padre biológico de Salvador, quien, tras encontrar un nuevo amor, sin remordimiento alguno, pasó la responsabilidad a la
madrastra de Salvador.
La malvada madrastra, reacia a esforzarse por este dolor de cabeza, derrochó una enorme suma de dinero, asignando apenas una pequeña parte para la celebración, con la intención de reducir el magnífico banquete de adultez de Salvador a una simple y deslucida fiesta.
Ella buscaba complicar las cosas para Salvador, deseando que su ceremonia de adultez se convirtiera en la burla del círculo social, haciendo que los socios vieran a Salvador como alguien sin influencia en la familia Nolan. De esta manera, Salvador no recibiría ayuda de figuras influyentes en su futuro.
Esto dejaría el camino libre para el ascenso de su propio hijo, Federico.
Pero ella no sabía que eso no sería suficiente.
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