Capítulo 49
Marina se quedó sin palabras. Cynthia había usado el celular de Isaac para enviarle un mensaje, ¿qué pretendía con eso? ¿Acaso quería presumirle cuánto Isaac la consentía?
Riendo para sí misma, Marina pensó: Cynthia se hacía la frágil e indefensa, pero estaba llena de artimañas.
Isaac caía en su juego, y sus padres también, pero Marina no estaba dispuesta a complacerla.
“¿Usar el celular de mi marido para mandarme mensajes? Cynthia, eres como esos molcajetes de decoración que venden en Tepito: te haces pasar por auténtica pero ni siquiera has molido un chile. Excepto Isaac, que presume hasta tus salsas de supermercado, todos sabemos que eres puro adorno.”
Tras enviar ese mensaje, Marina, sintiéndose algo ridícula, lanzó el celular a un lado y se cubrió con las sábanas para dormir profundamente.
Al ver el despiadado sarcasmo de Marina, Cynthia se quedó pálida. Jamás imaginó que Marina, siempre tan dócil y sumisa, aprendería a responder de tal manera, y mucho menos con un lenguaje tan venenoso.
En realidad, Cynthia solo quería que Marina se diera cuenta de que Isaac la amaba a ella, quería que Marina se retirara dignamente. Pensó que Marina, como siempre, se quedaría callada, pero esta vez su reacción fue inesperada.
Cynthia, sintiéndose ultrajada, corrió a quejarse con Isaac: “Isaac, ¿cómo puede tu esposa humillarme de esta manera? Solo quería invitarla de buena fe a mi fiesta de celebración.”
Al leer el mensaje, Isaac frunció el ceño en desaprobación.
“Está desquitándose contigo porque no logró conseguir ser aprendiz de Jasmine. Marina me ha decepcionado, si alguien debe ser culpado, soy yo.”
Cynthia, angustiada, dijo: “¿Qué hacemos? ¿Está enojada conmigo? Isaac, ella es mi única hermana, y además me salvó la vida. No quiero que haya resentimientos entre nosotras. ¿Podrías acompañarme a disculparme con ella?”
Isaac respondió: “Estás delicada de salud, no tiene sentido que te esfuerces. Si ella quiere estar molesta, que lo esté.”
Cynthia, mostrando su rostro de virtud y decencia, miró a Isaac.
Solo tenía que actuar un poco dulce e Isaac se rendiría.
“Está bien.”
Isaac acompañó a Cynthia hasta el apartamento de Marina.
Inicialmente, planeó mantenerse al margen, dejando que Cynthia fuera sola.
Pero al verla bajar del coche, débil y vacilante, Isaac no pudo dejar de preocuparse y terminó
Capitulo 49
apoyando a Cynthia hasta la puerta del apartamento de Marina.
Después de que sonara el timbre, Valeria abrió la puerta.
Al ver a Isaac, Valeria dijo con un tono poco amable: “¿Qué haces aquí otra vez?”
La actitud de Valeria reflejaba claramente cómo se sentía Marina hacia él.
Isaac, con el corazón apesadumbrado, se armó de valor y presentó a Cynthia: “Ella es Cynthia, la hermana de Marina. Quiere verla, dile a Marina que salga.”
Valeria examinó a Cynthia con desconfianza: “Se ve vieja y fea, nada que ver con ser hermana
de Marina.”
Cynthia estuvo a punto de herirse con sus propias uñas. Siempre había sido el centro de atención, no solo por su belleza sino también por su brillantez académica.
Pero tras enfermarse y descuidar su apariencia, su piel perdió brillo y ya no era el centro de todas las miradas. Sin embargo, rodeada de gente que la adoraba, siempre recibía cumplidos, incluso cuando no eran sinceros.
El golpe de realidad de Valeria la devastó. Se sintió caer y Isaac tuvo que sostenerla. Enfadado, reprendió a Valeria: “Cállate.”
Valeria se estremeció de miedo.
Entonces, detrás de ella, se escuchó la voz serena de Marina: “Vale, deja que entren.”
Valeria se hizo a un lado y Isaac, apoyando a Cynthia, se acercaron al salón, con Cynthia dependiendo casi por completo de Isaac.
Marina se sentó frente a su máquina de coser, manejando con destreza la aguja y el hilo a través de la tela. En un momento libre, levantó la vista y echó un vistazo a Cynthia e Isaac, viendo cómo sus cuerpos permanecían pegados el uno al otro Una sonrisa burlona se asomó de sus labios, reflejando la mezcla de curiosidad y desdén que sentía al verlos.
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