Capítulo 47
Isaac se quedó atónito.
Por un momento, casi creyó que Marina realmente estaba desesperada por deshacerse de él.
Pero rápidamente se dio cuenta: “Marina, estás jugando con fuego y vas a terminar quemándote.”, dijo entre dientes.
Marina sintió que era un desperdicio hablar más: “Isaac, vete, no quiero volver a verte.” Con una
mirada llena de tristeza y dolor.
Isaac suavizó su tono: “Mar, tu hermana nunca tuvo grandes aspiraciones, eso era todo lo que deseaba, así que solo pude complacerla.”
“¿Y yo qué? ¡Este es el único deseo de mi vida!” Marina sintió que el corazón se le desgarraba, un dolor que le robaba el aliento.
La mirada de Isaac se apartó torpemente del rostro obstinado de Marina: “Con tenerme a mí te
debería bastar.”
Marina se rio con sarcasmo: “Te cedo a Cynthia, y tú haces que ella me ceda a Jasmine. ¿Qué te parece?”
La sonrisa en el rostro de Isaac se congeló poco a poco: “Marina, no digas tonterías.”
No podía creer que en su corazón, él valiera menos que un extraño.
Con una voz débil, Marina dijo: “Isaac, ser tu esposa es realmente una desgracia.” La fiebre le encendía las mejillas, pero era la rabia lo que hacía arder su rostro.
Isaac no esperaba que su parcialidad hacia Cynthia enfureciera tanto a Marina, solo podía intentar calmarla con paciencia: “Marina, ¿qué tiene de bueno ser diseñadora de modas? Es duro y agotador, y dependes de la opinión de empleadores. ¿No sería mejor que te dedicaras a ser mi esposa?”
Marina lo miró en silencio, sus ojos llenos de un desdén descarnado. “Isaac, ¿realmente te crees esas palabras?”
“Si ser diseñadora de modas no es tan bueno, ¿por qué te esfuerzas tanto en allanarle el
camino a tu favorita?”
Isaac se sintió incómodo; de repente, Marina no era tan fácil de consolar.
Con una expresión indiferente, Marina ordenó a Valeria: “Cierra la puerta y echa al desgraciado.”
Isaac se quedó completamente estupefacto… El desdén de Marina hacia él era tan evidente.
“Marina, deja de jugar, vamos a casa.”
Pero Marina no lo miró siquiera y se giró para entrar a la habitación.
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Capitulo 47
Valeria sonrió coquetamente: “Claro, señorita Aurora.”
Luego empujó a Isaac fuera y cerró la puerta de golpe.
Isaac comenzó a golpear la puerta frenéticamente, pero Marina no le prestó atención.
Solo estaba preocupada de que Isaac molestara a los vecinos, así que llamó a la policía. La policía se llevó a Isaac por alterar el orden público.
Isaac tardó en reaccionar; nunca imaginó que Marina recurriera a tal método para liberarse de
su acoso.
Al día siguiente.
Marina, arrastrando su cuerpo enfermo y acompañada de Valeria, llegó al hotel donde se hospedaba Jasmine.
El encuentro no fue fácil, esperó en el frío varias horas antes de que Jasmine y su asistente salieran.
Marina corrió hacia ella: “Jasmine, por favor, un momento.”
“Soy Aurora, participante en el concurso de diseño de modas…”
No alcanzó a terminar su presentación cuando la asistente la interrumpió sonriendo: “Señorita Aurora, a Jasmine le encantó tu obra. Ella te elogia como una diseñadora con talento y originalidad. Por eso, le gustaría comprar tu obra por un buen precio, ¿estás dispuesta a vendérsela?”
Marina estaba sorprendida.
Miró agradecida a Jasmine: “Jasmine ha diseñado tantos éxitos de ventas, y aun así, brinda tal reconocimiento y elogio a una novata como yo, agradezco profundamente el generoso apoyo de la maestra.” Hizo una reverencia respetuosa hacia Jasmine.
Jasmine sonrió amablemente: “Aurora, no eres mi alumna, no necesitas mostrarme tal respeto.”
Con ojos brillantes y firmeza en su voz, Marina aseguró: “Aunque no tenga el honor de ser tu alumna en persona, en mi corazón, usted siempre será mi maestra.”
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