Capítulo 455
Guzmán volvió a mostrar una expresión de melancolía.
Federico, atraído por las riquezas que prometía el cielo, le aconsejó: “Papá, Benjamín tiene razón, solo necesitas hablar con Salvador para hacer las paces, y nuestro proyecto podría traerle grandes beneficios al Grupo Nolan.”
Guzmán miró a Federico con resentimiento. Al ver su actitud, y notar que estaba dispuesto a cambiar de lealtades por conveniencia, sintió un profundo dolor.
Finalmente, dejó la oficina de Benjamín en un estado de derrota.
La recuperación de Salvador se hizo evidente tres días después.
Aunque él estaba en proceso de recuperación, su proyecto Impulsa 21 se volvió famoso en cada rincón de Ciudad de México casi de inmediato.
Su popularidad creció exponencialmente.
Así
que, historias sobre su crecimiento personal, su inteligencia casi diabólica, y su cara hermosa y perfecta comenzaron a circular entre la gente.
Salvador se convirtió en el candidato más deseado para matrimonios arreglados por las familias más prestigiosas.
Cada día, damas adineradas visitaban su casa con un sin fin de regalos.
Víctor y Andrés se cansaron de contar tantos regalos valiosos.
Andrés se mostraba especialmente crítico: “No hay nada original.”
Victor, amante del dinero, replicaba: “¿Qué más da la originalidad? Mientras sea valioso está bien. Podemos convertir todo en dinero y luego comprar lo que realmente queramos, ¿No te parece maravilloso?”
Andrés no podía entender la lógica de Víctor.
“No importa si es un regalo o dinero. Lo único que me interesa es la señorita Aurora.”
Victor suspiró.
Luego, mientras revolvía la pila de regalos, sacó unos cuantos camotes y los lanzó al suelo con desdén: “Ah, esto sí que es original. Unos camotes que cuestan unos cuantos pesos el kilo, ¿Quién diablos tuvo esta idea tan loca? ¿Acaso nos ven como mendigos?”
Salvador, desinteresado hasta ese momento, al ver los camotes en manos de Víctor, abrió los ojos como platos, lo cuales brillaron con la misma avidez que los ojos de un avaro al ver oro.
“Victor.” Dijo corriendo hacia él.
“¿Quién los envió?” Preguntó arrebatándole los camotes de la mano.
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Capitulo 455
“Quien envió esto no tuvo el valor de dejar su nombre.” Dijo luego de revisar entre las bolsas de productos agrícolas.
Salvador, furioso, le llamó la atención: “Víctor…”
Con un gruñido, ordenó: “Te voy a dar solo una oportunidad, ve inmediatamente a traer a la chica que envió este regalo.”
El hombre estaba abrumado: “Pero señor, eso es imposible. Ella no dejó su nombre…”
“Fue Aurora.” Dijo Salvador.
Víctor se quedó atónito, luego murmuró para sí mismo: “¿Cómo es que le gusta una chica tan tacaña?”
Para cumplir la orden de Salvador, Victor le imploró a Andrés usar su avanzado sistema de localización para encontrar a Aurora.
Sin saber cómo lo hizo, Andrés le dio a Victor la dirección de Aurora en un abrir y cerrar de ojos: “Aquí tienes, Ve a buscarla,”
Victor, buscando apoyo, arrastró a Andrés con él: “Anteriormente no supe reconocer a la señorita Aurora y seguro la ofendi. Ahora, si voy a pedirle que vuelva, tal vez no me reciba bien. Andrés, tienes que ayudarme.”
“¿Y cómo se supone que te ayude?”
Victor, con seriedad, dijo: “Tu cara siempre parece muy lamentable, solo actúa de manera trágica. Quizás se conmueva y decida volver voluntariamente.”
Y así, se llevó a Andrés consigo.