Capítulo 452 

Como Andrés y Víctor pensaban que habían encontrado a la persona indicada, trataron con frialdad a la mujer que llegó después. 

Cuando Aurora y Valeria llegaron, empolvadas del camino, Andrés vio el atuendo sencillo de Aurora y se quedó mirando a Víctor con una expresión inocente: “¿La dejamos pasar?” 

Víctor, con los brazos cruzados, dio una vuelta alrededor de Aurora. Luego, con un gesto de la mano, le indicó que se fuera. 

Pero ella no se fue, sino que lanzó una serie de preguntas: “¿Tu patrón está enfermo? ¿Es grave? ¿Han llamado a un doctor? ¿Qué fue lo que dijo?” 

Víctor la detuvo: “Párale, párale, párale. Mi señor no necesita que te preocupes por él.” 

Al escuchar eso, Aurora se sintió muy decepcionada. “¿Por qué?” 

Víctor procedió a explicarle: “La mujer que se preocupa por mi señor ya está aquí. Quién sabe, a lo mejor ahora mismo están ahí, acarameladitos.” 

Aurora se quedó impactada… 

De repente, su mirada cayó sobre el auto de lujo en el patio, y recordó que le pertenecía a 

Daniela. 

Al pensar en eso, Aurora sintió como si su corazón se hubiera quebrado. 

Entonces, ¿el amor que Salvador sentía por ella simplemente se desvaneció con el tiempo? 

Y pensar que ella… no creía tanto en el amor. 

Aurora, de piel fina y orgullosa, viendo lo claro que Víctor le había dejado la situación, supo que tenía por qué quedarse rogando. 

Por lo que en ese momento, se dio la vuelta y se marchó con tristeza. 

Valeria, indignada, siseó hacia Andrés y Víctor: “Han hecho que ella se sienta mal. Ya verán cuando le diga al patrón que los ponga en su lugar.” 

Valeria siguió a Aurora, 

“¿Nos iremos así nomás?” Preguntó inconforme. 

“Vale, ¿No viste? Daniela está aquí. Seguro ellos dos solo estaban siguiendo órdenes de Salva para evitar que gente indeseada lo molestara.” Comentó visiblemente desanimada. 

“Pero claramente tú no eres indeseada.” Insistió Valeria emocionada. 

“Tal vez no lo era antes. Pero quién sabe si lo será después. Vale, los sentimientos cambian.” Comentó con un suspiro. 

Lo que ella quería decirle, en realidad era que en su vida pasada, Salvador y Daniela eran la 

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pareja perfecta. Así que, el afecto de Salvador hacia ella no era más que una ilusión. 

Valeria negó con la cabeza, desesperada: “Aurora, estoy segura de que él no cambiará de opinión.” 

La vida de Aurora, marcada por la inseguridad, la hacía creer que no ser amada era lo normal. 

La joven se subió al auto, y exhausta, cerró los ojos para descansar. 

Valeria, aún molesta, manejó lentamente. 

Cuando Salvador se despertó de un sueño profundo, se sintió completamente agotado. Al intentar sentarse, vio a Daniela durmiendo plácidamente a su lado, por lo que se quedó completamente pasmado y su rostro se enfrió de inmediato. 

“Andrés, Victor.” 

Al oír la voz de su patrón, cargada de ira, corrieron a su encuentro tropezando. 

“Patrón ¿Qué pasa?” 

Salvador comenzó a vestirse, cubriéndose bien, y mientras se alejaba de Daniela, preguntó, “¿Qué es esto?” 

Víctor, viendo que la situación se ponía tensa, le echó la culpa a Andrés. 

“Patrón, fue Andrés. Dijo que usted tenía a alguien especial, y que estaba loco por ella. Que si la encontrábamos, podría superar sus demonios internos. Sin necesidad de medicinas.” 

Salvador frunció el ceño: “¿Y luego?” 

Víctor continuó: “Entonces, él publicó un mensaje en su Instagram…” Al ver que la expresión de Salvador se volvía más sombría, Víctor se tocó la oreja nerviosamente y se escondió detrás de 

Andrés. 

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