Capítulo 432 

Al salir del Grupo Nolan, Isaac se dio cuenta de que había empezado a nevar. Era la primera nevada del año, y aunque el clima aún no era tan frío, los copos de nieve llegaron temprano. 

De alguna manera, él se sintió profundamente melancólico. 

A pesar de su talento, no tenía cómo demostrarlo. 

La familia Córdoba le temía porque su padre prefería a su hermanastro. 

La familia Nolan también le temía, preocupados de que pudiera arrebatarle el poder a Federico. 

Ya había comprendido esas verdades, pero no tenía más opción que seguir adelante. 

De repente, Isaac miró al cielo y soltó una risa tonta: Qué triste era, ya no era nadie… 

Ya no tenía el capital inicial para establecerse por su cuenta. 

Isaac caminó sin rumbo por las calles, mientras los copos de nieve teñían de blanco su 

cabello. 

Finalmente, llegó a un bar desconocido. 

Tras pensarlo un momento, decidió entrar. 

El bar era un mundo diferente al frío exterior; era cálido y muy animado. 

El dueño se acercó con entusiasmo, diciendo: “Señor, ¿Qué le gustaría tomar?” 

Solo entonces, Isaac recordó que estaba desempleado, su salario aún estaba en el Grupo Nolan sin cobrar, y tenía muy poco dinero encima. 

Así 

que pidió una botella de tequila barato: “Mezcal, cuanto más picante, mejor.” 

El dueño del bar parecía decepcionado: vestido tan elegante, pero tan pobre que solo podía permitirse mezcal. 

“Busque un lugar para sentarse, señor.” La calidez del dueño desapareció mientras se volteaba para atender a otros clientes. 

Isaac miró alrededor del bar y en una esquina, vio una figura familiar. En ese momento, avanzó hacia allá rápidamente. 

Su padre, Lucio, estaba sentado en la esquina, con una botella de mezcal en la mano y con el rostro rojo y púrpura por el alcohol, vertiéndose más bebida con una mirada borrosa. 

Isaac se sentó frente a él y lo miró fijamente. 

Lucio levantó la vista, y al ver a su hijo, su expresión se llenó de incomodidad. 

Ninguno de los dos habló, pero ambos vieron la desesperación en los ojos del otro. 

12:47 – 

Capitulo 432 

“¿Estás contento ahora? Isaac, empujaste al Grupo Córdoba a la bancarrota, ¿Acaso el Grupo Nolan te ha promovido o aumentado el salario?” 

Isaac frunció el ceño, recordando el último año de competencia frenética por los contratos con el Grupo Córdoba. 

En aquel entonces, estaba lleno de vigor, siguiendo de cerca los proyectos de la compañía de su padre y formulando planes integrales para asediarlos. 

En solo un año, el Grupo Córdoba no consiguió ni un solo proyecto rentable. Para una gran empresa, no tener nuevos logros en un año es una pesadilla. Así que el Grupo Córdoba enfrentó despidos, reducciones salariales, pérdida de empleados… los accionistas se retiraron… fue un golpe tras otro. 

Isaac sonrió de repente con satisfacción: “Viéndote caído, he cumplido mi objetivo al ir al Grupo Nolan.” 

Lucio estaba furioso: “Te has esforzado demasiado por arruinar al Grupo Córdoba, pero no te ha traído ningún beneficio. Ahora, en todos lados se dice que has caído tan bajo que tienes que trabajar para otros. El antiguo joven rico señor al final se ha convertido en un parásito.” 

Isaac sintió un amargor interno; él y Cynthia habían terminado igual, ambos convertidos en parásitos. 

Sin embargo, Isaac era orgulloso, y con una sonrisa maliciosa, dijo: “Mi objetivo al entrar al Grupo Nolan nunca fue el desarrollo personal. Mi objetivo era derribar al Grupo Córdoba, hacer que aquellos que se habían elevado a costa de mi sangre cayeran de nuevo al punto de partida. Ahora que he logrado mi objetivo, no me arrepiento.” 

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