Capítulo 426
Cynthia tenía la mirada perdida con una expresión gélida y resuelta, aquel brillo de obsesión en
sus ojos había desaparecido, dejando solo un profundo resentimiento.
“¿Me odias tanto que prefieres verme sufrir à manos de los secuestradores antes que salvarme?” sollozó Cynthia, su cuerpo aun parecía retener la memoria de la violación, temblando de miedo.
Isaac nego desesperadamente con la cabeza, y con una voz temblorosa, dijo. “No sabía, en verdad no sabia que te habian secuestrado. Pensé que me estabas mintiendo…”
“¿Ahora estas satisfecho? ¿Te satisface verme convertida en esto?” Cynthia estaba furiosa. pero las heridas en su cuerpo le robaban la fuerza para enojarse. Incluso su tono de acusación se sentia débil y sin fuerza.
Isaac, por su parte, estaba completamente confundido, y sosteniéndose la cabeza con dolor, dijo, “No lo sé. No sé cómo tratarte. Cynthia, perdóname, no fue mi intención, de verdad lo
siento…”
De repente, como si algo se le hubiera ocurrido, levantó la cabeza, y su culpa y autorreproche fueron reemplazados por una acusación justificada, “No es mi culpa, es tuya. Siempre mientes compulsivamente, así que cuando viniste a mí pidiendo ayuda, solo pensé que era otra historia, como la de Juanito y el lobo. Pensé que me estabas mintiendo…”
Un destello de incomodidad y culpa cruzó la mirada de Cynthia.
Luego, comenzó a llorar exageradamente, “¿De qué sirve culparte?”
Aurora, observando a las dos personas culpándose mutuamente, de repente se sintió muy melancólica.
Ella había sido realmente tonta. Había desperdiciado demasiado tiempo y emociones en ese hombre indigno. Realmente no valía la pena.
Al final, incluso sin su venganza, Isaac habría descubierto los nefastos pensamientos de Cynthia por sí mismo. Solo era cuestión de tiempo,
El supuesto amor verdadero entre ellos estaba destinado a resquebrajarse y, eventualmente, a tomar caminos separados.
Qué desperdicio de energía.
Aurora, como si fuera una mera espectadora, observó cómo esos dos, a los que una vez odió profundamente, finalmente enfrentaban su desgracia. Pero en ese momento, su corazón no sentía ni tristeza ni alegría.
Finalmente entendió que había dejado atrás el rencor de su vida pasada.
Fue Salvador, con su amor, quien la calentó y redimió. Él le mostró que tenía que vivir por si misma, no por los demás.
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Capitulo 426
Cynthia, al ver el semblante sereno de su hermana, se enfureció. ¿Cómo podía mantenerse tan tranquila mientras ella sufría?
Con eso en mente, se lanzó hacia su hermana, y agarrándola de los hombros y sacudiéndola locamente, la acusó diciendo, “Aurora, fuiste tú, ¿Verdad? Seguro que tú estás detrás de este secuestro. En vez de vengarte asi, mejor me hubieras matado tú misma…”
Las evidentes heridas de Cynthia desgarraron el corazón de Isaac, quien miró a Aurora con desolación, “Aurora, ¿Cómo pudiste vengarte de tu hermana con métodos tan bajos?”
Al escuchar eso, Aurora se rio con desdén, “Isaac, si no vas a usar tu cerebro, mejor dónalo. Ella dice algo y tú te lo crees todo, no me sorprende que sea adicta a engañarte.”
Isaac se enfureció, “¿Tienes alguna prueba de que este secuestro no tiene nada que ver contigo?”
“No tengo por qué explicarte nada.”
Cynthia, desesperada, dijo, “Aurora, fuiste tú, tienes que haber sido tú. Me odias, me lo dijiste en la cara, querías que me abandonaran todos y muriera miserablemente. Este método es muy de tu estilo. Isaac, tú más que nadie sabes de mi determinación para vengarme…”
Isaac claramente dudaba.
Aurora se sintió exasperada, por lo que cruzándose de brazos, dijo, “Cynthia, aunque tenga motivos para secuestrarte, lamentablemente no tuve la oportunidad para hacerlo.”
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