Capítulo 399
Aurora la maldijo a morir en soledad, ¿Acaso iba a quedarse sentada esperando su destino?
En el Gran Hotel, Isaac llegó al privado, empujó la puerta y vio al presidente del Grupo Córdoba y a su asistente sentados allí.
Al ver a su hijo, Lucio frunció el ceño con una expresión arrogante. En cambio, el asistente se levantó con nerviosismo, diciendo, “Señor, ¿Finalmente ha decidido reunirse con nosotros?”
Isaac se sentó arrogante frente a ellos, encendió un cigarrillo con destreza y sopló un anillo de humo, luego levantó una ceja mirando al asistente: “¿Qué quieres?”
El asistente, humilde y respetuoso, dijo: “Señor, al fin y al cabo, usted es parte del Grupo Córdoba, ¿No teme que al final el Grupo Nolan lo traicione después de ayudarlos contra la familia Córdoba?”
Isaac miró a su padre, y sus fríos ojos destellaron una sonrisa burlona: “¿Acaso ustedes no me han hecho lo mismo? ¿No lo he dado todo por la familia? ¿Pero para qué? Mi padre le entregó todo a su hijo ilegítimo.”
El asistente no pudo responder. La expresión arrogante de Lucio finalmente se quebró.
Con un suspiro, al final cedió un poco: “Isaac, ya estoy viejo, el Grupo Córdoba tarde o temprano será tuyo y de tu hermano. No me guardes rencor, entre padre e hijo no hay odios que duren una noche. Si estás dispuesto a regresar al Grupo Córdoba, pondré el quince por ciento de las acciones a tu nombre.”
El asistente sonrió inmediatamente de acuerdo. “Eso es mucho más de lo que ganarías trabajando para la familia Nolan. No sea tan duro con el dinero“.
Isaac tiró el cigarrillo sin terminar en el cenicero con desdén: “Él controla el sesenta por ciento de las acciones del Grupo Córdoba, ¿Y solo me da el quince por ciento? ¿Acaso no es esto solo una invitación para que vuelva a trabajar para su hijo ilegítimo?”
El asistente miró al presidente con una cara llena de vergüenza.
Lucio parecía furioso, pero finalmente logró controlarse, y con un esfuerzo monumental, dijo con seriedad: “Si estás dispuesto a regresar, podemos negociar las condiciones.”
Isaac se levantó, al parecer su paciencia se había agotado: “O me das el control total del Grupo Córdoba, o espera a que lo tome yo mismo y le cambie el nombre…”
Lucio se enfureció.
El asistente tembló, e intentó mediar: “Señor, después de todo, son padre e hijo, ¿Realmente tienen que llegar a este punto? Esto solo los hace quedar en ridículo frente a los demás.”
Isaac respondió fríamente: “¿Acaso ya no somos ya un chiste? ¿Qué más da si la gente nos
ve?”
El asistente se quedó asombrado.
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Capitulo 399
Isaac solía cuidar mucho su imagen. Pero en ese momento, parecía despreciarla completamente.
Sin saber cómo manejarlo, el asistente solo pudo mirar esperanzadamente a Lucio, quien al final, no pudo contenerse más y estalló en ira: “Isaac, eres demasiado codicioso. El patrimonio del Grupo Córdoba es un legado de nuestros antepasados, todos los descendientes de nuestra familia deberían tener una parte, pero tú deseas acapararlo todo. Estás delirando.”
Isaac cruzó los brazos, y miró a su padre con calma: “Si no fuera por el dinero de mi madre y mi apoyo, ya habrías arruinado el Grupo Córdoba. Ahora esperas que mi madre y yo vistamos a tu hijo ilegítimo. Me niego. Mientras yo esté aquí, nunca permitiré que la empresa caiga en manos de ese hijo ilegítimo.”
“¿Y qué hay de mí? ¿Acaso no soy tu padre?”
“Te fuiste con tu amante y causaste la muerte de mi madre. ¿Tienes derecho a llamarte mi padre?” Dijo lleno de ira, mostrando una cara feroz.
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