Capítulo 396
Cuando Isaac colgó el teléfono, se quedó mirando hacia la noche que se desvanecía fuera de la ventana.
¿Por qué al saber que Cynthia estaba enferma, su corazón le dolía tanto?
Sabía bien que ella era falsa, que no merecía su amor profundo, pero su amor por ella parecía estar grabado en su médula. Era su instinto.
En el hospital, Aurora, sentada en su auto, al ver de lejos cómo el vehículo de Isaac se acercaba, una sonrisa astuta se dibujó en su rostro.
Sus delicadas manos, con las uñas meticulosamente arregladas, brillaban bajo la luz de la farola. Con elegancia, abrió la puerta y, vestida con un ardiente vestido rojo, avanzó hacia la entrada del hospital como si fuera una llama apasionada.
“Aurora.” Isaac la llamó de repente desde atrás.
Ella sonrió levemente, y se dio la vuelta con delicadeza.
Su sonrisa era la de un cazador que tenía a su presa justo donde quería.
Isaac, al ver a la impresionante Aurora, se quedó momentáneamente desconcertado.
“Nunca te había visto llevar ropa tan sensual.”
La mirada de Aurora destilaba un intenso desdén: “Isaac, cuando era tu esposa, era tan pobre que casi no podía comer. ¿Cómo iba a tener ánimos para arreglarme?”
Isaac, con el rostro caído, murmuró una disculpa.
Aurora se dio la vuelta y continuó caminando: “Tienes mucho por lo que disculparte conmigo.”
Isaac la siguió al elevador. No fue hasta que ambos llegaron frente a la habitación de Cynthia que Isaac se dio cuenta: “¿También viniste a ver a Cynthia?”
Aurora se encogió de hombros: “Ella es mi hermana, está enferma. ¿Hay algún problema en que venga a visitarla?”
Isaac observó el atuendo meticuloso de Aurora, entre divertido y consternado: “Qué hermana tan tierna.”
Aurora lo ignoró por completo, y abriendo la puerta de la habitación con una presencia imponente, avanzó hacia su hermana.
Cynthia estaba recostada contra el respaldo de la cama, su postura perezosa y su rostro demacrado por la enfermedad la hacían ver particularmente frágil.
Pero al ver a Aurora e Isaac entrar, uno tras otro, Cynthia pareció revivir como quien encuentra un tesoro en su lecho de muerte. Reuniendo todas sus fuerzas, se sentó de golpe, lista para el combate.
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Capitulo 396
“Aurora, ¿Qué haces aquí?”
Aurora, con total confianza, se sentó frente a ella, sonriendo: “Hermana, obviamente vine a
verte.”
Cynthia, viendo el lujoso vestido de seda de su hermana, no pudo evitar sentirse profundamente celosa.
“Lo siento, es que como vienes vestida tan elegante, quien no sepa, pensaría que vienes a seducir hombres en lugar de visitar a una enferma.” Dijo Cynthia, lanzando una afilada
indirecta.
Aurora no respondió, pero su mirada seductora hacia Isaac lo dejó inmediatamente incómodo; se sentía invadido por esos ojos provocadores.
El silencio de Aurora era más elocuente que cualquier palabra, haciendo que Cynthia se irritara
aún más.
“Amor, ¿por qué viniste con ella?” Mostrando claramente su disgusto.
Isaac explicó: “Me encontré con Aurora abajo por casualidad.”
Cynthia murmuró: “¿Qué tan casual puede ser?”
Aurora solo sonrió.
Sí, ¿Qué tan casual podía ser? Ella había estado esperando a propósito en la entrada del hospital, durante horas, solo para encontrarse con Isaac, quien sintiéndose cuestionado por Cynthia, se molestó. “Ya te lo expliqué, fue una coincidencia.”
Como ella no quería ofenderlo, trató de revertir la situación: “Isaac, no es que no confíe en ti, es solo que no confío en ella. Quién sabe, quizás estaba esperando a propósito para tener este ‘encuentro casual‘ contigo.”
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