Capítulo 375
“Estoy fuera. No voy a regresar a casa esta noche. Tú duerme y no te preocupes por mí.” Dijo Isaac de repente.
En ese momento, su corazón se desplomó en un abismo sin fin; había empezado a sentir un gran rechazo, y una cierta distancia hacia la mujer a la que había protegido toda su vida.
¿Cómo había llegado a eso?
“Isaac, me duele mucho el estómago, ¿Puedes volver a casa ya?” Cynthia sollozaba, llorando tan desamparadamente como una niña.
Él siempre le había temido las lágrimas de Cynthia. Si ella lloraba, él sentía como si el cielo se desplomara.
Pero en ese momento, aunque él estaba preocupado por su salud, podía mantener la cordura.
Sintiendo algo de curiosidad por la situación, abrió la aplicación de vigilancia en su celular, y cuando la pantalla se iluminó, la escena dentro de la casa se hizo visible: Cynthia, vestida con una pijama de seda, estaba elegantemente sentada en el sofá, disfrutando de un delicioso jugo en una copa alta.
Con la otra mano, deslizaba el dedo por el celular, navegando por distintas redes sociales. Sus uñas, meticulosamente arregladas, brillaban con un brillo diabólicamente seductor.
No había ni rastro de su supuesto dolor de estómago, ni de su desesperación.
Sin embargo, cuando ella le hablaba, fingia convulsiones, y su rostro se torcía de manera grotesca, actuando con total tristeza con cada célula de su ser, sin derramar una sola lágrima.
Los ojos de Isaac parecían estar hechizados, fijos en esa escena.
De repente, las advertencias frenéticas de Marina surgieron en su mente: “Isaac, ¿Estás ciego? ¿No puedes ver a través de la pésima actuación de Cynthia? ¿No te das cuenta de que está mintiendo?
Cynthia, es una lástima que no seas actriz.”
El cuerpo de Isaac se desplomó de repente.
Cuando la verdad se reveló, sintió un dolor agudo en el rostro.
En ese momento, no tuvo más opción que creer que los sueños de Chronos Élysée eran reales.
Todo había sucedido en su vida pasada. Que Marina había renacido era verdad.
Que Cynthia habia planeado maliciosamente contra su hermana, y causando la muerte de su hija Valentina, también era verdad.
Y el era cómplice. Por proteger el frágil corazón de Cynthia, había empujado a la noble y resiliente Marina al borde del suicidio, eso también era verdad.
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Capitulo 375
Isaac colgó el teléfono, y abrazando su cabeza, lloró lágrimas de arrepentimiento, diciéndose a
sí mismo:
“Isaac, tienen razón al insultarte, eres un tonto enamorado, no distingues entre el bien y el mal, has matado a tu propia hija, has llevado a tu esposa a la muerte… y hasta has arrastrado a tu madre…”
“¿Cómo puedes ser tan estúpido, protegiendo a un lobo con piel de oveja como si fuera tu tesoro más preciado? Realmente estás ciego, sordo… eres el mayor tonto del mundo, Marina
tenía razón al insultarte.”
“Marina tiene razón en odiarte, ella confió ciegamente en ti, te amó profundamente, protegió tu orgullo, ¿y tú? Ayudaste a Cynthia, esa bruja venenosa, a matar a su hija, el tesoro más preciado que una madre puede tener. Marina tendría derecho hasta de apuñalarte…”
Isaac lloró a mares.
“¿Qué tiene Cynthia de bueno?”
“¿Vale la pena sacrificarlo todo por ella?”
Isaac condujo hacia la noche, desapareciendo en la oscuridad.
Cynthia, mirando su celular que solo emitía tonos de ocupado, estaba atónita.
Esa era la primera vez que Isaac colgaba sus llamadas.
Pero ella, obstinada, seguía llamándolo, En cuanto a él, nunca volvió a contestar.
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