Capítulo 36 

Isaac apenas había extendido su mano para saludar cuando sus oídos captaron la noticia que menos deseaba escuchar: “He oído que su señora ha desaparecido. Si el presidente Córdoba necesita ayuda, estoy dispuesto a ofrecer mi modesto apoyo“. 

De pronto, los sonidos a su alrededor se desvanecieron, y en los rostros de todos emergió una expresión de asombro. Luego, susurros comenzaron a esparcirse por el ambiente. 

“¿La señora Córdoba ha desaparecido?” 

Alguien tuvo una epifanía: “Ah, ¿por eso no se le ha visto en un evento tan importante?” 

“Entonces, el presidente Córdoba le está dando su apoyo a Vicente solo por desesperación; resulta que ya no tiene buen criterio..” 

El corazón de Isaac se hundió en un abismo helado al mirar al verdadero culpable de esa situación, Salvador, quien portaba una sonrisa inocente. 

Parecía completamente ajeno al desastre que sus palabras habían desencadenado para Isaac. Isaac sentía que su sonrisa era cálidamente acogedora, pero lo dejaba temblando de frío hasta 

los huesos. 

Y aun así, se vio obligado a tratarlo con cortesía: “¿De dónde sacó el señor Nolan esos rumores tan extraños?” 

Salvador respondió con seriedad: “¿No es acaso un tema popular en internet? Se rumorea que el presidente Córdoba y su cuñada eran demasiado cercanos, provocando los celos de la señora, quien huyó de casa. El presidente Córdoba incluso fue al extranjero a buscarla, pero regresó nuevamente solo…” 

Lo que más lamentaba Isaac en ese momento era haber hecho la pregunta a esta persona sin 

tacto. 

“Señor Nolan, eres joven y no comprendes que en internet la gente dice lo que le viene en gana. Te aconsejo que no creas rumores de internet. Mi esposa está en Estados Unidos, viviendo bastante bien.” 

“En cuanto a mi relación con Cynthia, tampoco tiene nada que ver con lo que dicen los rumores. Yo admiro el talento de Cynthia y planeo apoyarla para ser la diseñadora principal de nuestra división de moda.” 

Salvador fingió sorpresa: “Qué coincidencia, yo también estaba pensando en fundar una división de ropa de lujo. Parece que nos encontraremos en el camino, señor Córdoba.” 

Isaac apretó los dientes. Si no fuera porque Salvador mantenía esa sonrisa inocente y no tenía ningún motivo para odiarle, pensaría que había venido con toda la intención de perjudicarlo. 

¿O si no, por qué cada palabra suya tocaba un nervio? 

“¿Y quién es la diseñadora principal del señor Nolan?” preguntó Isaac, conocedor del negocio. 

03:07 

Después de todo, información es poder. 

Salvador, con el corazón al descubierto, respondió: “Se llama Aurora.” 

Isaac apenas pudo ocultar su desdén, “¿Y cómo es que nunca he oído hablar de esta diseñadora?” 

Salvador mencionó a Aurora con orgullo: ‘Ella ha estado ocupada participando en un concurso internacional de moda. Una vez que termine, definitivamente la presentaré al señor Córdoba.” 

Isaac se burló internamente, ¿por qué se iba a estar mezclando el con gente sin importancia ni reconocimiento? 

Manteniendo su frialdad, comentó: “Qué coincidencia. Mi diseñadora principal, Cynthia, también participará en ese concurso de moda.” 

Este roce marcó el inicio de la competencia entre las dos nuevas empresas. 

Isaac prometió con convicción: “Señor Nolan, sería mejor que le advierta a la señorita Aurora que tenga cuidado, nuestra diseñadora principal no tiene rival.” 

Salvador sonrió con un gesto de total convicción: “Waremos eso.” 

Después de su conversación, Isaac se marchó con el rostro tenso. 

Al pasar junto a Federico, le dio una palmada en el hombro y le susurró: “Tu hermano realmente es único, cada palabra suya ha conseguido enfurecerme 

Federico no pudo estar más de acuerdo: “Te lo dije, este muchacho es demasiado directo, y no sabe ocultar nada, Con esa falta de tacto, no va a llegar a nada” 

Mientras ellos intentaban conciliar sus emociones, Salvador simplemente sonreía.