Capítulo 324
“¿Ya lo viste?” Preguntó Salvador con una sonrisa burlona.
“Ah, gracias a ti, he tenido el ‘placer‘ de verlo unas cuantas veces.” Respondió Aurora de manera evasiva. Como no quería afectar la relación entre Florentino y Salvador, tuvo que guardarse
muchos sentimientos.
“Uh,” gruñó Salvador, aunque no quedó claro si su descontento era hacia ella o hacia Florentino. Aurora se tocó la nariz, sintiéndose un poco incómoda.
Justo en ese momento llegó Cynthia, y como iba a tomar el elevador para bajar, esperó junto a Aurora y Salvador en la puerta del elevador.
El aura helada de Salvador le permitió percibir que algo no andaba bien entre él y Aurora, por lo cual se llenó de un placer inexplicable. Con eso en mente, observó atentamente a Aurora y Salvador, con una mirada que no se despegaba de ellos.
“Señor Nolan, lo siento, por favor perdóneme por haberme ido sin despedirme.” Dijo Aurora intentando congraciarse.
Al escucharla llamarlo de manera tan distante, Salvador se enfureció aún más. Con un tono cargado de ira, replicó: “¿Señor Nolan? ¿Así me llamas? Qué interesante.”
Aprovechando la oportunidad, Cynthia añadió leña al fuego: “Aurora, aunque el señor Nolan sea más joven, su posición.y fortuna son algo con lo que tú no puedes competir. No estás en posición de llamarlo ‘Señor Nolan‘, deberías seguir tratándolo así.”
Salvador y Aurora la miraron sin palabras.
“Lo que me concierne no es asunto tuyo, señorita Chávez.” Dijo Salvador con un tono que destilaba desprecio.
El rostro de Cynthia se tornó rojo, y entonces guardó silencio.
Las puertas del elevador se abrieron de repente, pero ni Salvador ni Aurora se movieron.
Cynthia dudó por un momento, queriendo quedarse para escuchar más chismes. Sin embargo, Salvador la expulsó directamente: “¿No te vas?”
Sin encontrar una razón para quedarse, la joven se marchó con la cabeza baja.
Al hacerlo, intentó caminar lentamente, esperando escuchar más de la conversación entre Aurora y Salvador.
Aurora, con una profunda disculpa en la mirada, bajó la cabeza y comenzó a caminar hacia afuera. Pero en el siguiente instante, Salvador la atrajo de vuelta y cerró rápidamente las puertas del elevador, el cual comenzó su descenso hacia el sótano.
Aurora lo miró, sorprendida.
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Capítulo 324
Después de desahogar su ira, él volvió a poner una expresión de tristeza.
Apoyó su barbilla en la cabeza de la joven, murmuró: “¿A dónde fuiste? ¿Ya no me quieres?”
Esa expresión de tristeza hizo que el corazón de Aurora se derritiera completamente.
Con culpa, dijo: “Salva, es que tuve que volver a casa de los Chávez…”
Salvador levantó la cabeza de repente, y la miró fijamente.
En ese momento, su expresión de tristeza y resentimiento desapareció por completo.
“Aurora, si ellos te hacen algo, tienes que decírmelo. Yo te respaldaré.”
“Tranquilo, yo puedo manejarlo.”
Ella también mostró preocupación por él: “Tu abuelo quiere emparejarte con la señorita Hidalgo. Creo que esa unión podría ser buena para ti. Ella es inteligente y atractiva, con una personalidad franca, y al igual que tú, proviene de una familia distinguida. Tienen mucho en común y parece que ella también está bastante interesada en ti. Salva, un buen partido es difícil de encontrar. ¿Por qué no te das la oportunidad de conocerla mejor? Tal vez ella sea la
indicada.”
Al escuchar eso, los ojos de Salvador parecieron perder su brillo, “Solo tengo 19 años, ¿No crees que es muy pronto para pensar en el matrimonio?” Dijo con indiferencia.
“Sé que te importa mucho tu carrera, así que tómate tu tiempo para digerir lo que te dije. Salva, sé más amable con la señorita Hidalgo.” Dijo Aurora con una sonrisa.
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