Capítulo 306
Al ser humillado por su propio padre, Isaac sintió que su alma se desgarraba, generándole un dolor insoportable.
“¿Me llamas escoria, me acusas de perder toda moralidad?” Los labios de Isaac temblaron. No podía creer que su propio padre hubiera usado esas palabras tan venenosas en su contra.
Lucio replicó: “¿Acaso no es así? Lo que le hiciste a Marina, cada acto, ¿No demuestra tu total falta de conciencia? Me avergüenzo de haber tenido un hijo como tú.”
El rostro de Isaac palideció.
¿Así que incluso su padre lo culpaba por su enemistad con Marina?
“Amo demasiado a Cynthia… mi intención nunca fue lastimar a Marina…” El trató de defenderse, pero sus palabras sonaron vacías y débiles.
El daño a Marina era una realidad palpable.
Lucio ya no quería discutir con él: “Vete, no quiero verte. Actúa como si no tuvieras padre. Yo haré como si nunca hubiera tenido un hijo como tú. En cuanto a tu madre, ella se lo buscó.”
Y con indignación, agregó: “Solo alguien con un corazón tan frío como el suyo podría criar a un hijo tan egoísta como tú.”
El desprecio fue evidente en cada palabra.
Isaac no podía recordar cómo había salido de la habitación.
Las críticas de su padre lo hicieron dudar de sí mismo: ¿Era realmente tan despreciable? ¿Tan irredimible?
El joven caminó como alma en pena por los pasillos del hospital, cuando de repente se encontró de frente con Aurora y Salvador. Salvador estaba en una silla de ruedas, la cual era empujada por Aurora, ambos charlaban y reían en una atmósfera de armonía.
Isaac de repente pensó en Salvador, otro de los afectados, quien además era el nieto legítimo de los Nolan y los Montalbán, cuya influencia podría ser tan grande como la de su padre. Si pudiera ganarse su perdón, tal vez los demás afectados también podrían perdonarlo.
Con eso en mente, Isaac se acercó alegremente a Salvador.
“Señor Nolan.”
Al acercarse, la conversación entre Aurora y Salvador cesó de inmediato.
“Isaac, ¿A qué viene esto?” Preguntó Salvador mirándolo con desconfianza.
Isaac adoptó la postura de un hombre de negocios, negociando astutamente con Salvador: “Vengo a pedir disculpas en nombre de mi madre. Sin embargo, espero que puedas firmar una carta de perdón hacia ella. No te preocupes, no te quedarás a manos vacías, puedo ofrecerte
18:57
Capitulo 306
información confidencial, la cual será muy beneficiosa para tu empresa.”
Tener el apoyo de un joven tan influyente sería como ganar un gran aliado. Esa era la razón por la que Isaac podía negociar con confianza con Salvador.
Pero Salvador no se inmutó, en cambio, mostró una indiferencia de nobleza ante la riqueza, dejando la decisión en manos de Aurora. “Isaac, si perdonamos a tu madre o no, dependerá del ánimo de Aurora.”
Isaac se quedó boquiabierto…
Siempre había creído que la protección de Salvador hacia Aurora era solo por el valor utilitario que ella tenía. Pensaba que la armonía entre ellos se sostenía únicamente por intereses.
Pero en ese momento, frente a una gran oferta, Salvador eligió proteger el respeto propio de Aurora.
Además, Isaac ya había escuchado en el camino que Salvador había resultado herido al tratar de salvarla. Ese acto ya era de público conocimiento.
Isaac, finalmente entendió que Salvador tenía verdaderos sentimientos hacia Aurora.
Pero había algo que él no podía entender, ¿Cómo Salvador podía ser tan bueno con una mujer de orígenes tan humildes?
Isaac dirigió su mirada hacia Aurora, colocando todas sus esperanzas en ella.