Capítulo 29 

Al enterarse Lucio de que Isaac no había traído a Marina de vuelta, estalló de furia. Lo reprendió duramente: “Cuando yo te prohibí casarte con Marina, tú, solo por salvar a tu amor platónico, insististe en casarte con ella. Ya que te casaste, deberías haber construido un buen hogar con Marina, juntos, de la mano, como marido y mujer. Aunque el origen familiar de Marina no era el mejor, la niña era obediente y respetuosa, y nosotros la aceptamos. Pero tú, en cambio, te enredaste con su hermana… Heriste el corazón de Marina, por eso no quiso volver contigo, ¿verdad?” 

Lucio, cada vez más enojado, añadió: “Si Marina no vuelve, para el encuentro anual de la familia Córdoba, mejor ni te presentes. Así nos evitamos problemas.” 

Penélope se puso pálida de miedo: “Mi amor, Isaac seguramente puede convencer a Marina de volver. Dale un poco de tiempo.” 

Isaac era el único hijo de la familia Córdoba, pero eso solo contaba si podía llevar adelante los negocios de la familia Córdoba. Si no era capaz, aparecerían incontables hijos ilegítimos listos para tomar su lugar. Esa era la razón del miedo de Penélope a que Lucio le quitara a Isaac la oportunidad de asistir al encuentro anual. 

Penélope intentó convencer a Isaac con argumentos sensatos: “Isaac, el encuentro de este año es de una magnitud sin precedentes, la familia Córdoba se encontrará con las familias Nolan y Montalbán para formar una alianza. Debes asistir como el heredero de los Córdoba, así podrás conocer a algunos de los mayores de las familias Nolan y Montalbán. Con su aprobación, tu carrera se disparará. Isaac, haz caso, por todos los medios, tienes que convencer a Marina para que vuelva.” 

De repente, Isaac abrió la puerta, con un semblante decaído: “Mamá, Marina ha desaparecido.” 

Penélope quedó boquiabierta, a punto de regañar a Isaac, pero al ver su expresión sombría y abatida, no tuvo el corazón para hacerlo. 

Lucio, furioso, le propinó un puñetazo en el estómago a Isaac, quien no ofreció resistencia. Al final, Lucio, con el corazón roto, dijo: “¿Qué clase de esposo eres? ¿Cómo es que tu esposa desaparece y tú no te das cuenta hasta ahora? ¡lmbécil, sabes qué desastre puede traer esto para nuestra familia?” 

“Tenemos que evitar que los medios se enteren de lo que le hiciste a Marina. Recuerda, la razón de la desaparición de Marina no puede recaer sobre ti.” 

Isaac movió los labios, queriendo defender a Marina, pero al final pensó en su futuro y se calló. 

Penélope intervino: “Siempre eres demasiado compasivo. No necesitas involucrarte en esto, yo me encargaré.” 

Unos días después. 

Capitulo 29 

En internet apareció la noticia de que la joven señora Córdoba había tenido un amorío, huyendo con otro hombre al extranjero, mientras que el señor Córdoba, en un intento de recuperar a su amada esposa, no dudó en seguirla fuera del país aunque tuviera que humillarse. Sin embargo, la señora Córdoba, con su decisión ya tomada, rechazó rotundamente al devoto señor Córdoba, quien regresó al país con el corazón roto. 

La noticia pintaba a Marina como una mujer extremadamente irresponsable en el amor, caprichosa y superficial. 

Isaac se perfiló como un hombre profundamente enamorado y obsesionado con consentir a su esposa. En los medios, el joven Córdoba se enfrentó a la inmensa presión de su familia para casarse con la Cenicienta, Marina, a quien cuidaba con esmero. Su devoción por Marina era tal que extendía su cariño y cuidado a su hermana enferma. 

La noticia publicó los boletos de avión de Isaac al extranjero y las imágenes de él cuidando con dedicación a Cynthia. 

Bajo el calor de las redes, Cynthia fue de las primeras en dar like a la publicación, dando su visto bueno a la veracidad del reportaje. 

Así, la opinión pública se llenó de simpatía y compasión hacia Isaac, mientras que Marina fue objeto de una tormenta de críticas brutales. Los internautas, sin saber la verdad, insultaron a Marina de todas las maneras posibles.