Capítulo 286
Al decir eso, le lanzó una indirecta a Aurora con sarcasmo: “No como cierta persona, que por fuera muestra devoción hacia mí, pero a mis espaldas me ha hecho pasar por mil amarguras.”
Aurora se quedó sin palabras.
“Yo siempre he sido coherente con mis acciones. Después de todo, nunca dije que te iba a ser devota.”
Fabiola se quedó boquiabierta.
En ese momento, sonó el timbre.
Antes de caminar hacia la puerta, Aurora le lanzó una mirada maliciosa a su madre. Al abrirla, se encontró con Isaac y Cynthia de la mano, parados frente a ella.
Isaac soltó la mano de Cynthia por reflejo. Ese gesto ya no provocaba ninguna emoción en Aurora, pero Cynthia se sintió irritada por la prisa de Isaac en desvincularse.
“¿Qué vienen a hacer?” Preguntó Aurora con frialdad.
Cynthia miró hacia adentro, diciendo: “Vine a recoger a mi mamá y llevarla a casa.”
Aurora respondió con indiferencia: “Pasen.”
Cynthia e Isaac entraron al salón. Pero como la anfitriona no los recibió con entusiasmo ni les ofreció sentarse o servirles café, se quedaron de pie incómodamente.
Aunque Cynthia dijo que había ido a buscar a su madre, sus ojos recorrieron descaradamente la lujosa decoración y los objetos de la casa. Al ver que Aurora vivía en una casa tan espléndida, la envidia llenó el fondo de sus ojos.
“Mientras papá y mamá viven en la miseria, tú te das la gran vida.” Dijo Cynthia con sarcasmo.
Aurora, mirándola con desdén, preguntó: “¿Con qué derecho te pones en un pedestal moral para criticarme?”
“Soy tu hermana mayor.” Respondió Cynthia.
Aurora tomó una taza de café de la mesa, la saboreó con elegancia y luego jugueteó con la
taza en sus manos.
“¿Así que porque eres mi hermana, crees que tienes el derecho a criticarme, a seducir descaradamente a mi hombre, y hasta a robarme un riñón perdiendo toda moral?”
Cynthia se puso pálida y luego roja. “Eso fue hace mucho tiempo. ¿Por qué lo mencionas ahora?”
Aurora se burló: “¿Cómo podrías entender el dolor que dejan las cicatrices si el beneficio fue todo tuyo?”
Cynthia se quedó sin palabras.
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Capítulo 286
Aurora cambió de tono, poniéndola moralmente en el suelo: “Cynthia, si yo fuera tu hermana menor, y nuestros padres junto con mi despreciable esposo me hubieran engañado para quitarme un riñón, aun así podría considerarlo como pagarles por haberme dado la vida.
Pero…”
De pronto, apretó la taza con fuerza, haciendo que el café salpicara. Cynthia, instintivamente,
se acercó más a Isaac.
Aurora, con dureza, dijo: “¿Y si no fuera tu verdadera hermana menor? ¿Qué serían entonces todas esas cosas que ustedes me hicieron?
¡Sería un crimen!” Dijo levantándose de golpe.
Isaac tropezó, temblando de repente.
“¿Qué pasa, Isaac? ¿Te sientes culpable?” Preguntó Aurora mirándolo con una mirada helada..
“Aurora, ¿Cómo podrías no ser hija de la familia Chávez? Si no fueras la hermana menor de Cynthia, ¿Cómo habría sido tan exitosa la cirugía de trasplante de riñón?”
Aurora sacó un informe de prueba genética del cajón y se lo lanzó a Isaac: “Abre bien tus ojos y
mira esto.”
Isaac recogió el informe caído, y cuando llegó al resultado final, su rostro se volvió pálido.
Ahí decía que el porcentaje de similitud genética entre Gabriel y Aurora era solo del veinticuatro por ciento. La relación de parentesco era completamente nula.
“¿Cómo es posible?” Balbuceó Isaac.