Capítulo 269
La energía del Chronos Élysée se agotó y la imagen desapareció de la nada.
Cynthia se quedó parada en su lugar, bañada en un sudor frío.
Ese Chronos Élysée, grababa su maldad.
Eso era demasiado aterrador.
“Cynthia.” La voz de Isaac llegó desde el baño.
Cynthia dudó un momento, finalmente escondió el Chronos Élysée en su ropa y luego se fue llevando la ropa limpia de Isaac.
Cuando Isaac salió del baño, encontró a Cynthia distraída, sentada en la mesa del comedor.
“¿Qué pasa?” Le preguntó con una sonrisa.
Al escucharlo, Cynthia se giró hacia él, y con una sonrisa seductora, dijo: “Nada, solo que me siento mal por ti. Pensar que, por mí, te has enfrentado a mi hermana, una persona tan obstinada. Me siento muy culpable.”
Isaac le dio unas palmaditas en la cabeza: “La verdad es que, por mis propios deseos egoístas, la provoqué y dañé su salud. Es natural que me odie. No le guardo rencor.”
Cynthia, mirándolo fijamente, se sintió extremadamente inquieta por el remordimiento y la tolerancia que él mostraba hacia su hermana.
“¿No estás siendo demasiado indulgente con ella?” Preguntó llena de celos.
“Cynthia, vi en el Chronos Élysée los tiempos pasados. Si no hubiera engañado a Aurora para que donara un riñón por mis propios deseos egoístas, su vida ahora sería más cómoda que la que yo le había preparado. Al final, fuimos nosotros quienes le hemos fallado. Así que esta vez, aunque ella planeó que me encarcelaran, he decidido no responsabilizarla.”
Cynthia, incrédula, lo miró fijamente, y su mano dentro de la manga se cerró firmemente. “¿Y si ella se aprovecha de nosotros en el futuro? ¿Qué haremos?”
“No le daré la oportunidad de lastimarte. No te preocupes.”
Ella suspiró: “Ahora que ya te has convertido en el paria de la familia Córdoba, ellos ya no serán tu escudo protector. Pero Aurora tiene el respaldo de Salvador, si ella busca problemas deliberadamente, ¿Cómo podrás protegerme?”
¿Él era paria de la familia Córdoba?
Los ojos de Isaac se llenaron de ira: “La gloria de la familia Córdoba de hoy también se debe a mis esfuerzos. Si piensan deshacerse de mí, ¿Crees que será tan fácil?”
Días después, cuando las heridas de Aurora se curaron, lo primero que hizo al salir del hospital fue visitar a su padre.
Capitulo 269
De casualidad, la habitación de Gabriel estaba especialmente concurrida ese día.
Fabiola y Cynthia estaban allí, al ver a Aurora, se pusieron en guardia como si estuvieran a punto de enfrentar a un gran enemigo.
“¿Qué vienes a hacer aquí?” Fabiola, sentada en su silla de ruedas, preguntó con frialdad.
Aurora se paró a un metro de distancia, mirando desde arriba a su madre. La mujer grande y fuerte que recordaba, llena de hostilidad, ahora estaba encorvada, delgada y sentada en una silla de ruedas con un semblante temeroso. En sus manos, sostenía un orinal médico lleno de un liquido amarillo que desprendia un olor a ácido úrico.
Aurora sintió una profunda tristeza. Fabiola, incapaz de moverse y dependiente de otros para cuidarla, aun así, por ayudar a Cynthia a reducir su carga, se vio obligada a hacerse cargo de su exmarido postrado en la cama.
“Naturalmente, vine a disfrutar de tu desgracia.” Dijo Marina con indiferencia.
“Mama, ¿Sabes? Lo que más esperaba de niña era crecer y ser fuerte, para demostrarte que tenerme como hija fue la mejor inversión de tu vida.”
El rostro de Fabiola se tenso.
¿Qué intentas decir?”
“Lo que quiero decir es que, si en aquel entonces no te hubieras cegado por ayudar a esa hija enfermiza a engañarme, con mi fortuna actual, podría haber curado tu enfermedad y permitirte llevar una vida digna y cómoda.”
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