Capítulo 239
Penélope se quedó sin palabras.
Ella siguió mostrándose dominante como siempre: “Quizás tengas razón. Pero como es mi dinero, no permitiré que lo gastes a ella.”
Ante la firmeza de su madre, Isaac no tuvo más opción que ceder: “Está bien, mamá, haré lo que me dices. ¿Ya estás contenta?”
Solo entonces asintió, satisfecha. Penélope organizó sus bienes y, aparte de la casa que dejó para su retiro, le transfirió todo lo demás a su hijo.
Cuando Isaac tomó esos bienes de las manos temblorosas de su madre, su corazón se llenó de un pesado sentimiento. Se advirtió a sí mismo en su interior: Isaac, tienes que levantarte, no importa cómo.
Después de ser dado de alta, se sumergió de lleno en su trabajo.
Él abandonó la marca de ropa que había creado con Cynthia. Después de curarse de su obsesión por el amor, pudo ver la realidad: el talento de diseño de Cynthia era completamente eclipsado por Aurora. Y los contactos que él podía conseguir, ya habían sido capturados por
Salvador.
En ese momento, concluyó que ya no había lugar para ellos en el mundo de la moda.
Así que eligió el campo en el que era más experto: la inteligencia artificial. Y había otra razón importante para esa elección: también era el dominio principal de Salvador. Si había caído ante Salvador, tenía que levantarse frente a él y Aurora.
Vencerlo era la única forma de recuperar su dignidad.
Isaac se volvió más fuerte después de superar sus dificultades. Visitó a todos los comerciantes con los que podría asociarse, ignorando sus burlas y miradas despectivas, y a pesar de la enorme presión, finalmente logró establecer su compañía.
Los medios de comunicación empezaron a alabarlo de nuevo: “No por nada fue el joven adinerado de antaño. Caer desde las nubes y aun así levantarse, solo él podría hacerlo“.
También estuvieron quienes disfrutaron del drama: “Isaac y su medio hermano compiten por una porción del pastel de la inteligencia artificial. Será interesante ver quién gana“.
“Apuesto por Salvador“, comentó alguien, destacando entre las demás opiniones.
Así, los tres gigantes de la inteligencia artificial, Salvador, el heredero nuevo y viejo del Grupo Córdoba, formaron un triunvirato.
En el Grupo Nolan, Salvador, de pie frente a un ventanal, vestía un traje negro que resaltaba su alta y esbelta figura, rodeado de un aura de frialdad, miraba hacia abajo, desde el alto edificio, sosteniendo un puro entre sus dedos. Su rostro apuesto estaba envuelto en humo.
“Es como un insecto que, aunque pisoteado, se niega a morir.” Dijo dando una calada a su puro
1/2
17:29
Capitulo 239
y exhalando un anillo de humo. Su movimiento era de una elegancia indescriptible.
Su asistente, mostrando un profundo respeto, se inclinó ligeramente hacia él.
“Señor, finalmente logramos hundir a ese Isaac en el barro, pero resulta que insiste en levantarse muy pronto.”
Salvador respondió lentamente: “Isaac, realmente te envidio, tienes una buena madre“.
El asistente continuó: “Señor, Isaac se está levantando de nuevo, pero ha elegido oponerse a nosotros. La inteligencia artificial de la familia Córdoba ha sido establecida mucho antes que nuestra compañía, tienen una base sólida. Si él se une al señor Benito contra nosotros, podríamos sufrir un gran golpe.”
Salvador se giró lentamente, quedando de espaldas a la luz, su rostro atractivo quedó oscurecido por la sombra. “Isaac, no importa cuántas veces te levantes, puedo derribarte
tantas veces como sea necesario.”
El asistente entrecerró los ojos, confundido. Por alguna razón, la enemistad del Joven amo hacia Isaac era especialmente intensa. Desde el primer día en los negocios, derrotar a Isaac había sido su placer.
El asistente expresó su pesimismo: “Señor, Isaac ha aprendido de sus errores. Si intenta levantarse de nuevo, seguramente estará más preparado. Derrotarlo nuevamente será aún más difícil.”
212