Capítulo 230
Isaac la observó fijamente, captando esa sombra de culpa en lo profundo de sus ojos.
Su corazón se apretó involuntariamente. Siempre había pensado que, debido a su frágil salud, ella no tendría la energía para urdir tramas, además de que siempre se había mostrado tolerante y considerada con los demás. Por eso, él siempre la había dejado hacer a su antojo.
“Cynthia, casarme con tu hermana no me costó mucho dinero. Pensándolo bien, me he comportado realmente mal con ella, mi legítima esposa. Habría sido mejor si le hubiera vendido su riñón a un extraño en lugar de dártelo a ti.”
El rostro de Cynthia se volvió blanco como el papel. “Isaac, ¿Qué quieres decir con eso?”
“Cuando regresó a la familia Chávez, todos pensamos que estábamos haciendo algo bueno por ella. Pero nunca consideramos que, sin nuestras maquinaciones, le habría ido mucho mejor.”
Cynthia, visiblemente alterada, replicó: “Isaac, no es así. Sabes lo difícil que fueron los días para mi hermana antes de volver a casa. Solo cuando la trajimos de vuelta pudo vestirse bien y comer manjares de todo tipo.”
Isaac se inclinó hacia adelante, y mirándola directamente a los ojos, dijo: “Después de irse al extranjero, no gastó ni un peso de nuestro dinero y aun así le fue mucho mejor. Consiguió su propio negocio, llevó las joyas de marca que nunca me atreví a comprarle…”
Cynthia palideció aún más, y mirando al hombre frente a ella, dijo: “Entonces, ¿Me estás culpando por no tratarla bien? Pero Isaac, te amo demasiado, ¿Acaso está mal no querer compartir a mi esposo con otras mujeres?”
“Le fallamos. Cynthia, debemos compensarla.” Afirmó.
“Ahora ella lo tiene todo. Y nosotros somos los más pobres. ¿Con qué vamos a compensarla?” Dijo con los ojos enrojecidos.
Isaac guardó silencio. Cuando estuvo en la cima, tuvo muchas oportunidades para compensar a Aurora. Pero ahora, ella estaba en la cima, y él, arruinado. Ya no tenía la capacidad de compensarla.
…
Isaac comenzó a mover las cosas importantes de la casa fuera de la villa. Como había demasiadas cosas y Cynthia realmente no ayudaba, sino que más bien obstaculizaba el proceso, cuando los nuevos dueños llegaron, aún no habían logrado irse.
Cuando Aurora y Valeria llegaron, Isaac y Cynthia los miraron boquiabiertos.
“¿Qué haces tú aquí?” Preguntó Isaac, atónito.
Los ojos de Cynthia destellaron con un brillo de celos y resentimiento.
Aurora sonrió maliciosamente, diciendo: “Salvador me la regaló.”
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Capitulo 230
“¿Un regaló?” Isaac claramente no lo creía.
Por mucho que ella y Salvador se quisieran, una villa de quinientos millones, si no era por amor verdadero, ¿Cómo podría regalársela?
De repente, recordó el colgante de Chronos Élysée, el halcón y el lirio entrelazados. “¿Por qué te regalaría algo tan valioso? Aurora, ¿Qué relación tienen realmente?” Preguntó con los ojos llenos de dudas.
Aurora bajó sus largas pestañas, proyectando una sombra sobre sus pálidos párpados que la hacían parecer misteriosa.
¿Salva la consideraba como una hermana, o como una fiel socia?
Ni ella sabía qué podrían llegar a ser en el futuro.
“Isaac, mi relación con él no es de tu incumbencia,” dijo Aurora, cortante.
Al escuchar eso, se quedó pálido.
Lo que Aurora hizo a continuación no solo lo dejó pálido, sino al borde del colapso.
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