Capítulo 189
Al ver los ojos inundados de ira de Isaac, el joven sonrió con una satisfacción extraordinaria. Su sonrisa, era más deslumbrante que las flores de un peral floreciendo en una noche de primavera, le resultaba irritante a Isaac, quien a su vez no podía evitar verlo como a un astuto
Zorro.
Fuera del alcance de la cámara, Isaac, con furia, agarró el cuello de la camisa de Salvador, lanzándolo contra la pared. La fuerza de un hombre maduro estalló en ese instante; con los ojos rojos de furia, Isaac interrogó a Salvador: “¿Así que por eso Marina se transformó en otra persona al volver a México? ¿Fuiste tú quien la incitó a divorciarse de mí?”
Inicialmente, Salvador mantuvo una expresión juguetona e inofensiva. Pero en un momento, su hermoso rostro se cubrió de una sombra amenazante, cambiando más rápido que el clima de
junio.
El joven movió su mano, y antes de que Isaac pudiera discernir su ataque, sintió un frío en el cuello, como si estuviera encerrado por un gran candado, incapaz de respirar o moverse. En un abrir y cerrar de ojos, fue derribado al suelo por Salvador, quien luego pisó su pecho.
Isaac, incrédulo, fijó su mirada en él: “¡Tienes buenos reflejos!”
Entre los hijos de las familias acaudaladas, siempre hay competencia: quién tiene mejores calificaciones, quién sobresale en artes marciales, quién posee una mente más aguda… ellos lo saben todo.
Isaac nunca había escuchado sobre alguna habilidad especial de Salvador, pero el desempeño que mostró en ese momento, lo dejó asombrado.
En Instagram, el joven de los Barragán era campeón de artes marciales, pero sus habilidades podrían no ser comparables a las de Salvador, quien se agachó, y su mirada se volvió fría como la nieve: “Isaac, no me gusta que la gente me toque. Si vuelves a ser violento conmigo, no será tan simple como tirarte al suelo.”
Al soltar su pie, Isaac se levantó torpemente, con dudas sin resolver y rabia que no podía apaciguar: “Salvador, aún no has respondido a mi pregunta. ¿Ya estabas involucrado con Marina?”
Salvador tubo un momento de confusión.
¿Estaba realmente involucrado con Aurora? Parecía que sí y que no al mismo tiempo, una pregunta difícil de responder.
Isaac tomó su silencio como una admisión, y creyendo haber descubierto un nuevo continente, furioso, dijo: “Salvador, no puedo creer que realmente te guste. una mujer divorciada y criada en un barrio pobre. Simplemente estás usando su inocencia para vengarte de mí. Lástima que Marina sea tan ingenua que se pierda al recibir el más mínimo gesto de cariño… Qué bajo has caído para ganarme.”
Salvador lo miró con piedad: “Isaac, solo acertaste en la mitad…”
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Capitulo 189
El joven, sorprendido, no sabía cómo reaccionar.
Luego, una sonrisa burlona se dibujó en su rostro, y con una confianza firme, dijo: “Si ella supiera que es solo una herramienta en tu venganza en mí contra, probablemente se arrepentiría de haberse divorciado de mí. Dejando lo bueno por lo malo.”
El rostro de Salvador se contrajo.
“Isaac…” Justo cuando estuvo a punto de defenderse, de repente escucharon el llamado del
director.
“Salvador, Isaac, ¡Tenemos una reunión!”
Salvador tuvo que interrumpir su discusión.
La grabación del programa continuó hasta la noche, cuando, desafortunadamente, una tormenta se desató. Los invitados del programa se vieron obligados a quedarse en la montaña.
El clima en la montaña era severo, con grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche. Los invitados, vistiendo solo camisas ligeras, por la noche temblaron de frío. Para colmo, el alojamiento del equipo era sumamente básico, con ventanas que no cerraban correctamente y comidas bastante simples. Todos eran jóvenes mimados de familias ricas, como Isaac, quien era alérgico a los ácaros, por lo que estaban desesperados por bajar de la montaña.
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