Capítulo 182
Aurora observó con un placer culposo el caos que había armado con sus propias manos, sintiéndose a la vez agotada pero satisfecha. ¿Y qué si Cynthia lloraba, Penélope se desmayaba o Isaac se mostraba indefenso? ¿Acaso todo eso tenía algo que ver con ella?
Isaac la confrontó, “Marina, ¿Fuiste tú quien llamó a Cynthia y a mi madre?”
“Así es ¿Cómo piensas agradecerme?” Respondió con una sonrisa deslumbrante.
Isaac la miró fijamente, con ojos de águila teñidos de ira. Si las miradas mataran, Aurora ya habría sido despedazada mil veces: “¿Agradecerte? Has visto el estado en el que está mi madre, ¿Por qué debería agradecerte?”
Aurora frunció el ceño: “Isaac, seamos razonables, ¿Quieres? La que hizo desmayar a tu madre de la impresión fue tu esposa, no yo. En lugar de ajustar cuentas con ella, vienes a por mí, tu exesposa que sólo intentaba ayudar. Eso es ser ingrato.”
“Marina, siempre he sido tolerante contigo, sin importar lo que hicieras. Pero esta vez has cruzado la línea. Te has atrevido a jugar con la salud de Cynthia y la de mi madre“, El joven apenas podía articular las palabras de la rabia que sentía.
“Jamás te perdonaré.”
Aurora no pudo evitar reírse: “Isaac, ¿Quién necesita tu perdón?”
“Parece que en el pasado fui demasiado indulgente contigo.” Dijo Isaac entre dientes.
Aurora soltó una carcajada: “Entonces en el futuro, por favor, no seas indulgente conmigo. Estoy ansiosa por ver la cara que pones cuando, siendo tan duro e implacable, pierdas contra
mí.”
Dicho esto, se marchó con elegancia, dejando a Isaac mirando su silueta.
Ese día había fingido estar ebrio, creyendo en su corazón, que Aurora, quien lo había amado con tanta intensidad, no podría simplemente dejar de amarlo.
El divorcio, quizás, fue la última opción de una mujer a quien le había roto el corazón.
Si mostraba aunque sea un poco de su amor profundo por ella, quizás podría quitarse la máscara. Si aún le quedaba algo de cariño por él, entonces tendría una oportunidad de convencerla de abandonar la colaboración entre los Montalbán y los Nolan.
Y con solo fingir un poco ese amor, podría salvar su carrera, la cual colgaba de un hilo.
Pero la actitud de Aurora durante todo el evento, había sido tan fría que lo había dejado helado.
Aunque bebiera hasta emborracharse, aunque le doliera el estómago, ella se mostraría indiferente.
Incluso tuvo la audacia de enviarle mensajes a su esposa y madre, preparándole una escena donde suegra y nuera se enfrentarían.
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Capitulo 182
Y frente a las heridas de Cynthia y el desmayo de su madre, mostró una burla que disfrutaba de la desgracia ajena.
Había sido verdaderamente cruel, por lo que ese día, no pudo evitar sentirse como un tonto.
Marina ya no lo amaba. Al llegar a esa conclusión, sintió como si algo dentro de él se derrumbara.
En el hospital, Penélope despertó al mediodía del día siguiente.
Isaac estaba de rodillas al lado de la cama, con el rostro demacrado y las esquinas de los labios marcadas por una sombra de barba incipiente. Se veía exhausto, en completa desolación.
Al verlo, la mujer señaló hacia la puerta: “Sal de aquí. No quiero verte, eres un desagradecido.”
Los ojos de Isaac se llenaron de lágrimas: “Mamá, nunca te gustó Marina, y me divorcié de ella. Ahora me casé con Cynthia, ¿Por qué sigues sin estar feliz?”
Penélope se sentó, y furiosa, dijo: “Cynthia no le llega ni a los talones a Marina.”
Isaac se quedó en shock, las palabras de su madre voltearon por completo su mundo.
“Mamá, Cynthia está afuera, por favor, cuida las apariencias.”
La mujer replicó con enojo: “¿Acaso dije alguna mentira? Ella no es ni la mitad de bonita que Marina, ni tiene su ternura y cuidado, además de que desperdicia tu dinero. Debes estar ciego para haberla elegido a ella.”
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