Capítulo 153
Cynthia se acobardó al instante.
Retiró esa mirada de alarde y, con timidez, miró a Isaac, diciendo: “No puedo caminar.”
“Tu hermana acaba de pasar por una emergencia, está muy débil. ¿Cómo tienes corazón para dejarla caminar sola?” Preguntó Isaac con un tono de regaño.
Marina echó un vistazo a Cynthia. Lo que decía Isaac era cierto: su hermana tenía el rostro pálido y morado, los ojos hinchados y rojos, luciendo completamente desgastada.
¿Pero eso qué tenía que ver con ella?
Cynthia había pisoteado su dignidad, ¿Y ella no podía defender su propio honor?
Marina, firmemente, dijo: “Si te duele dejarla ir, entonces supongo que puedo irme yo.”
Dicho esto, intentó marcharse.
Cynthia, quien había estado esperando que Isaac y Marina se divorciaran, temiendo que esa oportunidad que tenía en la palma de su mano se esfumara, inmediatamente se deslizó de encima de Isaac y agarró firmemente la mano de Marina, diciendo: “Mar, ¿Por qué te pones así conmigo? ¿No estabas esperando divorciarte de Isaac? Si dejas pasar esta oportunidad, tendrán que seguir arrastrándolo más tiempo, y eso es un tormento para ambos.”
Marina realmente estaba desesperada por librarse de ese matrimonio sucio. La joven se detuvo, y repugnada, sacudió la mano de su hermana: “¿Ahora sabes lo qué es temer? ¿No estabas muy orgullosa hace un momento?”
La fragilidad de Cynthia hizo que con un simple empujón de Marina, cayera sentada al suelo.
Isaac se acercó rápidamente, furioso hasta el punto de agarrar el cuello de Marina y gritar: “¿Cómo te atreves a lastimar a tu hermana?”
Marina comenzó a tener dificultad para respirar, su rostro se tornó rápidamente morado, pero ella lo miró ferozmente, con una luz desafiante y amenazante en sus ojos que helaba la
sangre.
“Isaac, mejor mátame ahora. Si no lo haces, espera a que torture lentamente a tu querida hasta que muera.”
El despreciativo brillo en los ojos de Marina hizo que Isaac soltara su agarre de repente.
Marina, maldiciéndolo con desprecio, dijo: “Cobarde.”
Isaac estaba aterrorizado. ¿Realmente quería que la matara?
“Loca.” Dijo insultándola, “Si quieres morir, ve y ahorcate.”
Marina, tocándose el doloroso cuello, con ojos llorosos y brillantes como los de una serpiente venenosa, dijo: “Si tengo que morir, te arrastraré conmigo.”
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Capitulo 153
Isaac sintió un escalofrío, así que ella quería que la matara solo porque eso también lo condenaría a él.
“Marina, creo que realmente estás loca.” Isaac estaba inquieto.
Ella lo ignoró y dirigió su mirada hacia su hermana: “Si quieres que me divorcie de este desgraciado, arrodillate y dame tres cabezazos, y además pídeme disculpas por tu mal comportamiento. De lo contrario, no me divorciaré ni aunque me muera.”
Cynthia anhelaba convertirse en la joven ama Córdoba, era el sueño de su vida. Por lo que se levantó, se arrodilló ante Marina y comenzó a dar cabezazos: “Mar, me equivoqué. No debí interferir en tu matrimonio con Isaac, por favor, perdóname.”
Marina se alegró, aplaudió y se dio la vuelta para entrar en el Registro Civil.
Isaac, mirando a Marina envuelta en una aura hostil, sintió como si un gran peso aplastara su pecho.
Nunca se imaginó que podría haber destruido a la Marina pura y bondadosa que conocía.
El hombre levantó a Cynthia y la colocó en el auto: “Espérame aquí.”
Esa vez Cynthia aprendió la lección y no se atrevió a provocar a Marina. Asintiendo obedientemente, dijo: “Está bien.”
Isaac, posteriormente, entró al Registro Civil. Por alguna razón, ese día, había muy pocas personas, Marina estaba sentada en el mostrador, charlando alegremente con el personal.
“Señorita, hace un momento, realmente fuiste impresionante.”
“Recuerda, para tratar con miserables y traidores, tienes que ser aún más dura.” Marina compartió generosamente su experiencia.
