Capítulo 144 

Maxwell, siempre de semblante frío, dejó escapar una sonrisa triunfal: “Señoría, como puede ver, Isaac se ha mantenido alerta antes y después del matrimonio para prevenir que Marina se llevara una parte de sus bienes. Esto también sirve como evidencia circunstancial de él 

que podría estar implicado en un matrimonio fraudulento.” 

El juez asintió levemente con la cabeza. 

Isaac se mostró claramente nervioso. Su abogado, rápidamente trató de recuperar terreno: “En los matrimonios entre familias adineradas, la mayoría opta por proteger sus activos antes de casarse. ¿Eso significa que todos son sospechosos de fraude matrimonial?” 

Maxwell replicó: “¿Acaso en otras familias adineradas también se llevan los órganos de sus esposas?” 

El abogado contrario se quedó sin palabras. 

Maxwell pasó de la defensa al ataque: “Señoría, mi cliente solicita que su hermana le devuelva todos los bienes que Isaac le regaló durante su matrimonio.” 

El abogado enumeró todos los bienes que Isaac le regaló a Cynthia durante su matrimonio: “Villa Palmas Doradas en Puerto Cancún, un collar de diamantes rosa valorado en millones, además de bolsos de edición limitada…” 

Cynthia se puso pálida, y se mordió el labio. 

Isaac se veía demacrado. 

La proposición de Maxwell, aunque no beneficiaba mucho a Marina, era sumamente desagradable para ellos. 

Como era de esperarse, los murmullos comenzaron a esparcirse entre los presentes: “Y aún dicen que no hubo infidelidad, no hubo amorío. Nadie les cree.” 

“Qué par tan repugnante. Marina debe haber tenido demasiada mala suerte en sus vidas pasadas para toparse con ellos.” 

“Ese hombre parece decente, pero resultó ser peor que un animal.” 

Isaac se sintió abrumado por los insultos que resonaban a su alrededor, y su rostro se calentó hasta enrojecer. 

Nunca antes se había sido tan humillado. 

El juez tuvo que golpear varias veces el estrado para restaurar el orden en la sala. 

“¿Hay algo más que alguna de las partes desee agregar?” 

Maxwell levantó la mano: “Sí.” 

“Adelante. 

17:34 

Captulo 144 

El hombre mostró una sonrisa significativa: “Además de acusar a Isaac de fraude matrimonial, también sospechamos de bigamia.” Luego entregó el informe médico que confirmaba el embarazo de Cynthia. 

La joven, alterada, exclamó: “Voy a demandar al hospital, han violado mi privacidad.” 

El juez intervino: “Cynthia, por favor, controle sus emociones. Este juicio se trata del divorcio entre Marina e Isaac, su disputa con el hospital es otro asunto.” 

Isaac palideció visiblemente. 

Que el hospital arriesgara su reputación para revelar información confidencial con tal de ayudar a Marina a ganar el caso, fue algo que hizo que Isaac, sintiera miedo por primera vez. 

Incluso comenzó a sospechar que ella no era una mendiga de los barrios bajos, sino la hija de alguna familia noble y poderosa de la Ciudad de México. 

El equipo legal del oponente también era muy profesional: “Señor Wilde, no puede probar que el niño en el vientre de Cynthia tenga una relación de sangre directa con Isaac. Su acusación es inválida.” 

Maxwell lanzó una mirada a Marina, y ambos compartieron una sonrisa cómplice. 

Sabían que Cynthia e Isaac no cooperarían tan fácilmente como para entregarles pruebas de la relación paternofilial. 

Por lo tanto, desde el principio, el objetivo de Marina no era condenar a Isaac por bigamia. Simplemente sembraba una semilla de duda en la mente del público. Diez meses después, cuando naciera el niño de Cynthia, ¿Se atrevería a reconocerlo como hijo de Isaac? 

Si lo hacía, confirmaria la bigamia. 

Después de varias rondas de acalorados debates, finalmente, el juez declaró: “Dado que la relación conyugal se ha roto irreparablemente, se concede el divorcio. Como el hombre tenía un acuerdo de protección de activos prenupcial, no es necesario que pague ninguna compensación.” 

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