CAPÍTULO 5
Caio Houston:
Cuando Suzan salió de mi oficina, me quedé destrozado, ¿cómo pudo hacer esto? ¿Cómo
puede venir a tirar un niño sobre mí? Siento mis piernas temblando, necesito sentarme en la silla, no puedo creer que esto esté sucediendo.
No puedo ser padre, lo sé.
Ya me he hecho exámenes varias veces para asegurarme de que algo haya cambiado y nada
ha cambiado, ¡no puedo ser padre! Ella no sabe cuántas veces deseé que mis exámenes se
alteraran, que al menos se viera un punto de esperanza en ellos, solo uno, pero eso nunca
sucedió, ¡nunca! Ya intenté ser padre antes, soñé con eso cuando incluso tuve una amiga con
la que hicimos un acuerdo para cumplir nuestros deseos, era solo sexo sin compromiso, pero la persona sabía que yo quería ser padre y ella quería ser madre. Eso no sucedió, así que seguí con mi vida porque eso no funcionaría.
¡Maldición!
Estoy demasiado irritado, nunca pensé que Suzana pudiera hacer algo así, ¡nunca esperé este comportamiento de ella! Nos conocimos desde la infancia y aun así ella viene a tirar esta
bomba sobre mí como si fuera lo más normal del mundo. ¡Rabia! Eso es lo que estoy
sintiendo ahora, mucha rabia. Ella termina con su novio el mismo día en que duerme conmigo
y al final viene a tirar al hijo sobre mí.
-¡Maldición! -grito y tiro todos los papeles de mi escritorio al suelo.
Hace años, Ana Paula, que también era mi amiga de la infancia, vino con la misma
conversación diciendo que estaba embarazada de mí. Volví a hacerme los exámenes para asegurarme, no podía ser el padre de su hijo, no es casualidad que la desgraciada hiciera la prueba de ADN y confirmara que el hijo no era mío. Lo peor fue que después de eso, la infeliz abortó a su propio hijo porque solo quería que fuera mío. Ella está loca, incluso al rechazarla ella continúa persiguiéndome, sin mencionar que perdí la amistad de mi amigo debido a esto y, desafortunadamente, perdió a su hijo porque ese niño era suyo. Sin importarle a esa desgraciada, ella lo mató.
Ella abortó al hijo de Vitor, hermano de Suzana, porque era suyo y no mío. Vi en los ojos de Suzana que su hermano nunca dijo que no puedo ser padre, seguro que, si lo hubiera dicho, ella no hubiera venido aquí a hacer este papelón. Estoy sentado en mi oficina pensando en esta situación, no es posible que sea el padre del hijo de Suzana, jesa posibilidad no existe! Lo que me hace enfadar aún más es el hecho de que ella sea mi amiga de la infancia y venga
1/6
+25 Puntos
CAPÍTULO 5
a tirarme esta mierda, al igual que hizo Ana Paula hace unos años. Empiezo a beber, solo así lograré calmar mi alma que está agitada con todo esto.
-¡Maldición! -gruño arrojando un vaso de whisky contra la pared, veo que se rompe completamente en el suelo. ¡Qué odio! -grito con todas mis fuerzas y vuelvo mi escritorio al suelo, la rabia que estoy sintiendo es incontrolable. Mi interior está lleno de tanto odio en
este momento.
Veo a mi hermano entrar corriendo en la oficina.
-¿Te has vuelto loco, Caio? -me pregunta Lorenzo y parece impactado porque dejé todo
revuelto.
-OTRA PERRA QUISO JUGARME UNA MALDITA TRAMPA, DICIENDO QUE EL HIJO ES MÍO, ; PERO TODOS SABEN QUE ESO NO ES POSIBLE! -digo alterado-. ¿ME HE CONVERTIDO EN UN MALDITO PAYASO AL QUE LA GENTE CREE QUE PUEDE TIRARLE UN HIJO ENCIMA?
Lorenzo me mira sorprendido por todo lo que acabo de decir.
-Calma, Caio, esto no es motivo para ponerse así, ¿has revisado tus exámenes? -pregunta.
Me río de su comentario, es gracioso lo que él piensa.
-No empieces, Lorenzo, ya hice eso por última vez hace un año y sabes lo que el médico dijo -le recuerdo. ¡EL DIJO QUE NO PUEDO SER UN MALDITO PADRE!-grito nervioso.
-Pero no es imposible, Caio, siempre hay una posibilidad -dice con cautela.
Sonrío sin ganas, sé a dónde quiere llegar mi hermano, pero no lo conseguirá.
-Caio, sé que has perdido mucho con esto, incluso perdiste a alguien que te gustaba debido a tu condición, pero ¿quién sabe si ahora finalmente has logrado ser padre? -habla como si creyera en esta idea absurda.
-Ya es suficiente para mí -digo tomando mi traje.
Intento pasar junto a mi hermano para irme, pero él me lo impide.
-Quita de en medio, Lorenzo -digo empujándolo.
-No te irás de esta manera alterada -responde.
-Me voy, no puedo trabajar más hoy y… -intento pasar una vez más, pero él no me deja.
-Primero té calmas y luego te vas -espeta irritado.
Empujo a Lorenzo con más fuerza para que salga de en medio, pero él me sostiene y me impide salir.
+25 Punfor
CAPÍTULO 5
-No te vas, al menos no ahora -habla sujetándome por la espalda.
-Suelta, Lorenzo -gruño irritado y hago que las cosas golpeen la pared. Nunca antes había peleado con mi hermano, pero hoy estoy tan irritado que no puedo contenerme.
-No te voy a soltar a Caio, no te irás así -dice decidido.
-¡Dios mío! ¿Qué está pasando aquí?, ¿se han convertido en trogloditas? -Enzo llega preguntando con los ojos desorbitados por la situación.
-Quiere irse así -Lorenzo dice soltándome.
-¿Qué pasó?-pregunta.
-Una cualquiera vino diciendo que está embarazada de él y Caio cree que es padre del hijo de la mujer. -explica Lorenzo.
-¡Y NO ES JODER! ¡NO ES MIERDA, USTEDES SABEN QUE NO ES! -grito enojado.
Enzo abre los ojos, sé que está procesando la información antes de comenzar a hablar.
-Tranquilo, Caio, no necesitas ponerte así, y estoy de acuerdo con Lorenzo, no puedes irte así
-dice.
Sonrío sin ganas.
-¿Quién me va a impedir irme, ustedes? -pregunto enfadado.
-Sí, estás irritado y es normal. Sabemos que esto ya ha sucedido antes y cuántas veces intentaste cambiar esto, sé todo lo que has perdido por causa de este problema tuyo, pero solo creo que debes procesar mejor esta información primero antes de salir conduciendo como un loco por las calles de São Paulo -explica Enzo.
-¡Son unos idiotas! -protesto nervioso, y agarro otro vaso para tomar mi whisky.
-Idiotas que te van a impedir hacer una tontería -dice Lorenzo sentándose en el sofá.
Respiro profundamente, sé que no servirá seguir peleando con ellos.
Termino quedándome varias horas en la empresa y mis hermanos me trajeron a casa, llego a mi departamento y estoy muy irritado. Pienso en todo lo que ya he perdido solo porque no puedo ser padre, ¿y sabes qué?, no ayuda quedarse así solo porque Suzan quiso engañarme, no es la primera persona que intenta hacer eso conmigo.
Comienzo a beber para intentar calmarme, pero nada resuelve.
¡Mierda!
Mi celular suena y veo que es el número de Lorenzo, pienso en no contestar, pero
3/6
25
CAPÍTULO 5
conociéndolo como lo conozco, sé que no se va a dar por vencido, Lorenzo nunca se rinde
fácilmente y si no contesto, va a golpear mi puerta y derribarla hasta que la abra.
Llamada en curso:
-¿Qué quieres, Lorenzo? -pregunto irritado.
-Quiero saber si estás bien -responde.
-Sabes que no lo estoy -respondo.
-Caio, mira, no lo tomes a mal, pero si yo fuera tú, iría al médico, no cuesta nada tener otra opinión y quién sabe, tal vez este hijo sea tuyo. Has intentado tantas veces, quién sabe si esta vez fue exitoso -dice-. Y además, si es tuyo, conseguirás lo que siempre has querido: ser
padre. -concluye.
Me pongo aún más nervioso, ¿cómo puede mi hermano no creer lo que dije?, Lorenzo debe
pensar que soy un tremendo idiota.
-No hay posibilidad de eso, sabes cuántas veces fui al médico esperando que mis exámenes dieran diferentes y nunca lo hicieron, así que no vengas a recomendarme un médico una vez más. Lo intenté varias veces y ustedes, como mi familia, deberían apoyarme, mierda, ¿sabes qué?, Lorenzo, que te jodan -digo y cuelgo el teléfono.
Llamada finalizada.
Mis hermanos deben haberse vuelto locos, esto no puede ser real.
Después de unos minutos en casa, después de tomar una ducha y estar más tranquilo, ya estoy sobrio de nuevo. Decido arreglarme e ir a una discoteca cercana a casa, como vivo en el centro de São Paulo, y por aquí no faltan discotecas, tal vez una noche en un lugar animado borre un poco la locura que hay en mis pensamientos.
Me pongo una camiseta polo negra, unos jeans y unos zapatos deportivos, me pongo mi reloj y veo que llegaré temprano a la discoteca, ¡genial! Cojo mi coche y me dirijo a una discoteca,
necesito olvidarme de esta situación.
«Si Suzan quiere jugar con un embarazo, que busque a otro idiota para hacerlo, pero no yo»,
pienso.
Llego alrededor de las 20 horas de la noche y veo que la discoteca está llena, voy directo al bar, paso por la pista de baile y luego llamo al barman y pido un trago fuerte del mejor whisky. Termino tomando una botella entera, estoy tratando de calmarme, pero nada es posible, sigo
pensando en Suzana, ¡maldición!
Cuando estoy en la segunda botella, veo a una mujer hablando a mi lado, cuando mis ojos
416
CAPÍTULO 5
ven a Ana Paula, sonriente, mirándome.
-¿Tú por aquí? Hace mucho tiempo que no nos encontramos, Caio -dice muy cerca de mí.
Noté su ropa. Está muy bien vestida, su vestido se ajusta bien a su cuerpo, resaltando sus curvas, Ana Paula es muy guapa, lástima que no vale nada.
-¿Qué quieres? -pregunto irritado volviendo a tomar whisky de mi vaso.
Ella sonríe ampliamente.
-¿Qué te pasó, Caio? No me gusta verte así, noté desde lejos que no estás bien -dice
acariciando mi brazo.
Aparto sus manos de mí, todo lo que viene de esta mujer me irrita.
-Lo que me pasa no es de tu incumbencia -respondo con indiferencia.
Ana Paula sonríe como si no le importara lo que acabo de decir, no entiendo cómo puede ser despreciada por mí durante tanto tiempo y aun así estar loca por mí.
-Este whisky es maravilloso, vamos a beber -dice emocionada, sirviéndose un vaso de whisky y bebiendo.
Ana Paula acaba quedándose a mi lado bebiendo toda la noche y cuando me voy a ir, ella se detiene justo delante de mí. Pone la mano en mi pecho y la va bajando hasta mi pene, sin importarle si alguien nos está mirando. Mi pene reacciona al momento al ser acariciado.
-¿Por qué los dos no vamos a algún lugar? Me dijiste que una puta te hizo daño, pero yo puedo hacer que te olvides de todo lo que has vivido hoy Caio -me pide muy cerca de mi
oído.
-No creo que sea una buena idea -respondo intentando mantenerme sobrio, pero he bebido demasiado y no puedo hablar con claridad.
Ana Paula aprieta mi pene una vez más mientras me mira con una sonrisa traviesa en los
labios.
-La noche está perfecta para tener sexo Caio y sé que seré una compañía excelente -dice y me da un chupetón en el cuello-. ¡Piénsalo bien! Caio, no hay nada que una buena noche de sexo caliente y sudado no pueda solucionar -concluye.
No puedo resistirme y le pongo la mano en su trasero pegando nuestros cuerpos, ella es una mujer muy hermosa y quién sabe si una noche de sexo realmente no me haga bien.
La única persona que pensé que valía la pena era Suzana, debido a siempre haber visto su inocencia, pero ahora descubro que no vale nada, así que, ¡que se joda!, voy a vivir el hoy.