CAPÍTULO 19
Caio Houston
Tiempo después…
Los últimos meses no han sido fáciles, estoy tratando de dejar todo organizado para cuando me vaya,
sé que mi padre se ocupará muy bien de la empresa, pero no puedo simplemente dejar mi trabajo de cualquier manera. Hay varios contratos que ya están en proceso de cierre, varias reuniones agendadas que necesitan extrema atención, y algunos empleados que acaban de ser contratados. Como soy el CEO de la empresa me gusta estar al tanto de todo y consecuentemente dejar todo organizado. Mis hermanos dicen que no debo preocuparme tanto, porque las cosas saldrán bien incluso sin mí aquí, pero no puedo evitar preocuparme, me gusta tener todo en orden para no darle trabajo a quien asuma mi lugar.
Creo que mi padre no puso la empresa bajo mi mando para entregársela de cualquier manera, ahora que me estoy yendo y conociendo a mis hermanos, ellos pueden causar algunos problemas para organizarlo todo. Mi viaje está programado para esta tarde, así es, me voy a los Estados Unidos, simplemente pasaré por la boda de Rafael para desearle felicidades y luego iré al aeropuerto donde mi jet privado me espera.
Mi amigo Caramelo va conmigo, de hecho, mi familia ya dijo que lo extrañará. Mis hermanos querían que lo dejara aquí con ellos, pero no quiero estar solo en ese país, Caramelo es mi compañero y debe estar conmigo dondequiera que vaya.
Cuando recibí la invitación a la boda de mi examigo Rafael, fue a través de sus padres, como mi padre es amigo de la familia, hicieron cuestión de entregarla personalmente, pero sé que, en el fondo, si dependiera de Rafael ni siquiera habría sido invitado y con razón, ya que él sabe que Vítor odiaría estar en el mismo lugar que yo.
No iba a asistir a esta boda, pero mi padre dijo que no podemos hacer desplantes, así que me veré obligado a asistir, incluso hablé con Guilherme al respecto, y él dijo que Rafael
seguramente no me tratará mal, así que espero que sea así, pero también planeo irme rápido,
solo veré la ceremonía y me iré antes de que comience la fiesta. Ya se lo dije a mi padre y él está de acuerdo, incluso me llevará al aeropuerto con mi familia.
Estoy seguro de que Suzana estará en esta boda, nuestro encuentro será inevitable, pero
pretendo mantenerme lo más lejos posible de ella, incluso porque no quiero verla mal, como
dejó claro el día que la socorrí cuando discutía con su novio y la llevé al hospital, estando a su
lado solo empeoraría su situación, así que lamento estar en el mismo lugar que ella,
Estoy evitando venir a la casa de mi padre lo máximo posible, solo vengo para llevar a
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CAPÍTULO 19
Caramelo de vez en cuando. Sé que mi tía es chismosa, seguro que no descansará hasta saber todo lo que ha estado sucediendo en la casa de la familia Ferrari, pero ya me he mentalizado de que nada de lo que venga de esa familia me importa, puede que no pueda sacar a Suzana de mi cabeza, pero tengo el derecho de decidir si quiero seguir escuchando sobre ella o no a través de alguien de mi familia, así que decidí alejarme de todo lo que
menciona su nombre.
Suzana intentó engañarme, sé que es mejor para todos que me mantenga lo más lejos posible de ella, este viaje será un punto de inflexión en mi vida y definitivamente es mejor así.
-Estás muy arreglado–Enzo entra a mi habitación hablando.
Estoy usando una camisa social blanca, un traje gris a medida, en la muñeca llevo un reloj plateado y zapatos de vestir, como es una boda de día decidí no usar corbata.
-¿Por qué no estás arreglado tú? -pregunto-. Sabes que solo vine a arreglarme aquí porque
íbamos todos juntos.
Enzo sonríe de manera traviesa, es decir, él va a engañar a nuestro padre con una de sus
excusas idiotas.
-Papá ya tendrá tu compañía, no necesita la mía, además alguien tiene que cuidar de Caramelo y esperarte con las maletas en el aeropuerto -responde encogiéndose de hombros.
Cuando voy a responder, veo a Lorenzo entrar con Caramelo en la habitación.
-¿A dónde vas tan arreglado así? -pregunta Lorenzo.
-Para la boda y por lo visto tú tampoco vas -digo.
El asiente con la cabeza.
-Sabes que no tenemos paciencia para bodas, menos aún de personas con las que no
tenemos intimidad -explica.
-Guau, guau, guau -Caramelo ladra saltando de su regazo y viniendo hacia mí.
-Hola chico–digo sosteniendo a Caramelo en mi regazo.
Lorenzo simplemente secuestró a mi perro esta semana, dijo que el animal tenía que
quedarse con ellos aquí, ya que casi no aparecía.
-Él quiere quedarse con nosotros -dice Lorenzo.
Rio irónicamente.
-Mi perro va conmigo, si vuelvo ustedes pueden verlo, o pueden ir a los Estados Unidos para
verlo -respondo arreglando mi ropa.
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CAPÍTULO 19
-¿Estás seguro de que quieres quedarte allá? -pregunta Enzo.
Veo tristeza en la mirada de mi hermano, pero le sonrío.
-Aún no sé, pero quiero que los dos se comporten mientras esté fuera, si no hablo con
nuestro padre y ustedes vendrán a vivir conmigo allá.
Lorenzo se ríe de mí.
-Ya no somos niños, Caio -responde.
Sonrío.
-Pero siempre cuidaré de ustedes, sin importar la edad que tengan -respondo.
Enzo sonrie de lado y toma a Caramelo en sus brazos.
-¿Caramelo nos extrañarás? -pregunta.
-¡Guau! -ladra Caramelo.
-¿Ves? Es injusto llevártelo contigo cuando ya está apegado a todos aquí en casa -responde
Enzo.
Me rio de ellos mientras me pongo perfume.
-Saben que pueden llamarme si necesitan algo, ¿verdad? -pregunto.
Ellos asienten con la cabeza.
-Te extrañaré -dice Enzo.
-Yo también -concuerda Lorenzo.
Voy hacia ellos y les doy un abrazo apretado.
-Los amo–digo.
-Nosotros también te amamos -responde Enzo.
-¡Guau!, ¡Guau! -Caramelo está de acuerdo.
Sonrío al saber que Caramelo nos comprende.
-Los encontré -mi padre entra a la habitación vistiendo un traje muy parecido al mío-, ¿Por qué ustedes dos no están arreglados? -pregunta mirando a mis hermanos.
Lorenzo sonríe maliciosamente.
-Porque alguien tiene que cuidar a Caramelo, no se puede dejarlo solo aquí, papá -responde
Lorenzo.
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CAPÍTULO 19
Mi padre levanta una ceja sabiendo que van a intentar engañarlo.
-¿Es necesario que se queden los dos? -pregunta.
-Papá, no tenemos mucho contacto con la familia Moretti, tú y Caio son más cercanos, así
que no cuesta nada dejarnos en casa, además alguien tiene que llevar las maletas de Caio al
aeropuerto y a Caramelo -rebate Enzo.
Mi padre suspira profundamente.
-Está bien, ustedes dos se quedan, saben que solo vamos a estar en la ceremonia para no
hacer un desaire, después de eso voy con tu hermano al aeropuerto -responde.
-Perfecto -responden ambos al mismo tiempo.
-Chicos, estamos atrasados -mi tía entra a la habitación con un vestido muy elegante que
le llega a las rodillas, todo de encaje y se ajusta perfectamente a su cuerpo, el ajuste es
simplemente perfecto, además mi tía está en forma a pesar de su edad avanzada.
-Wow, qué elegante estás -digo acercándome a ella y tomando su mano para que dé una
vuelta.
Ella sonríe ampliamente.
-Siempre un caballero, como de costumbre -responde.
-Tía, te ves perfecta -responde Lorenzo halagándola.
-Seguramente estarás más bella que la novia -dice Enzo.
Ella se ríe de ellos, pero luego frunce el ceño.
-¿Por qué ustedes dos no están arreglados? -pregunta.
Mis hermanos tragan saliva.
-Ellos van a cuidar a Caramelo y llevar las cosas de Caio al aeropuerto -mi padre se
adelanta a responder.
Ella pone las manos en la cintura, descontenta con la respuesta.
-Has consentido demasiado a estos chicos, Gustavo -lo reprende.
-Tía, alguien tiene que terminar de llevar las cosas de Caio–dice Lorenzo.
-¡Guau! -Caramelo está de acuerdo.
-Te voy a extrañar, hijo mío -mi tía dice con la voz quebrada mientras me mira.
-Tía, vas a arruinar tu maquillaje -respondo.
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CAPÍTULO 19
Ella sonríe mientras seca algunas lágrimas que han caído.
-Tranquila, tía. Él va a regresar -responde Lorenzo.
-Quién sabe, tal vez regrese casado -mi padre responde con la voz cargada de esperanza.
-¡Dios no lo permita! -dice Lorenzo.
-Amén -concuerda Enzo.
-Voy a hacer una oración muy fuerte para que regreses, sí, a casa, pero sin ninguna mujerzuela pegada a tu cuello -dice mi tía.
-¡Célia! -mi padre la reprende.
Mis hermanos y yo nos reímos en la sala por la expresión de disgusto que mi tía pone.
-Ahora vamos, porque estamos muy atrasados, seguro la ceremonia ya ha comenzado -dice
ella.
Respiro profundamente.
-Vamos.
Abrazo a mi hermano y nos dirigimos a la casa de los Moretti, solo espero que mi estadía sea breve porque no podré soportar mucho tiempo en un lugar donde pocas personas me toleran.