CAPÍTULO 14
Calo Houston:
Todos están con los ojos fijos en mí, esperando una respuesta. Intento mantener la calma
antes de responder tranquilamente.
-Sí, Guilherme me lo contó -miento.
Cuando fui arrestado con mis amigos hace mucho tiempo, después de ese arresto me
acerqué más a Guilherme, incluso ayudé en un pequeño lío hace algún tiempo, cuando
estábamos juntos nos enteramos de un gran revuelo en los medios debido al repentino matrimonio de Rafael y Tayná. Fue una situación muy triste cuando acompañé a mi examigo en el enfrentamiento con su padre, el dolor que sentía siempre fue conocido por todos
nosotros; quedé impactado por lo que sucedió en la empresa de los Moretti, sin duda fue muy
triste ver cómo su padre lo trató, pero todo se solucionó con el tiempo. Aunque
desafortunadamente hubo una gran tragedia en la familia Moretti más tarde. Creo que pronto
todo estará bien como dijo mi padre, porque él tiene un contacto mucho mayor con los padres
de Rafael.
-Y tú no dijiste nada -se queja mi tía.
Mi tía siempre sabe todo lo que sucede en la alta sociedad casi de inmediato, es
sorprendente que solo se entere de esto ahora.
-No es asunto nuestro, tía. -respondo.
Ella respira hondo, no le gusta mi respuesta.
-Yo ya sabía del embarazo de Suzana -responde mi padre, sorprendiéndonos a todos.
-Hasta tú, Gustavo. -dice mi tía.
-Sí, vi a Olavo en el campo de golf. Él me informó que será abuelo de nuevo–responde mi
padre con una gran sonrisa en su rostro.
A
pesar de que ya no frecuento la casa de los Ferrari, la amistad de mi padre y Olavo nunca
terminó. Estaban tristes por todo lo que sucedió, pero entendieron que entre Vitor y yo las
cosas nunca se arreglarían.
Incluso solo fui a Canadá para la reconciliación de la relación de Stefany con Vitor, porque no
quería dejar a Stefany sola, justo cuando volvimos a nuestra amistad que había sido perdida
por años.
-No sabía que ella estaba embarazada -dice Enzo.
1/6
- 50 Punte
CAPÍTULO 14
-Yo tampoco–concuerda Lorenzo.
-Lo sé desde hace algún tiempo -responde mi padre mientras vuelve a tomar su café.
-Necesitan llenar esta casa de niños -Nos mira mi tía.
-Yo no, tía, deja de decir esas cosas -se queja Lorenzo irritado.
-Mucho menos yo, tía. Sabes que Lorenzo y yo somos demasiado jóvenes para eso –
concuerda Enzo.
-Saben que eso no es posible conmigo. -respondo.
Un minuto de silencio se extiende en la sala. Decido que es hora de levantarme e ir a la
empresa.
-Tengo algunas reuniones programadas esta mañana -aviso levantándome.
-Acabo de llegar, sobrino -responde mi tía, molesta.
Voy hacia ella y le doy un beso en la mejilla.
-Te quiero, tía, pero las cosas en la empresa realmente necesitan de mí -respondo.
Ella resopla frustrada.
-Está bien.
-Antes de que te vayas, hijo, necesito decirte algo -me habla mi padre y vuelvo a sentarme.
-Puedes hablar, papá -respondo.
-La sede de la empresa en Estados Unidos está pasando por algunos problemas, necesitaré que vayas allá, pero será por tiempo indefinido.
Alzo una ceja confundido.
-¿Es algo grave lo que está sucediendo? -pregunto.
Él respira hondo.
-Creo que no tenemos empleados lo suficientemente capacitados, sabes que es una empresa nueva y necesita mucha más atención -responde.
-Está bien. -respondo.
-Nicole te ayudará, hijo -dice mi padre con una gran sonrisa en su rostro.
Sé lo mucho que a él le gustaba Nicole cuando estábamos juntos, incluso mi padre estaba
muy triste porque los dos no habíamos pasado a la fase de noviazgo.
2/6
+50 Punts
CAPÍTULO 14
Después de que decidí que el acuerdo que tenía con Nicole no funcionaría, ella se fue a
Estados Unidos y nunca más supe de ella.
-¿Cómo lo sabes? -pregunto sorprendido.
-Hablé con sus padres, Nicole necesita un nuevo empleo y sé que se graduó en
administración, es decir, tú serás el CEO de la empresa y ella se encargará de toda la
administración.
Siento que mi padre está haciendo esto intencionalmente, porque puedo ver una chispa de
esperanza en su mirada sobre mí realmente comenzando a salir con Nicole, pero eso nunca
va a suceder.
-No me gusta Nicole – responde mi tía.
-A mí tampoco–concuerda Enzo.
-A mí menos -dice Lorenzo.
-Siempre ha sido una buena chica, incluso sus padres te aprecian mucho, hijo -responde mi
padre.
-No creo mucho en ese aprecio, ni por ella ni por su familia -responde Lorenzo.
-Lorenzo, deja de decir eso, Nicole es una joven muy bien resuelta, no hay motivo para no
gustarle -mi padre la defiende.
-Está todo bien, papá. Disculpa por hablar mal de tu protegida -responde Lorenzo.
-El viaje será en los próximos meses, termina de resolver todo y yo me quedaré en tu lugar aquí en la empresa, mientras tú te encargas de todo en Estados Unidos -me informa mi
padre.
-Bueno, como el viaje es dentro de un tiempo, necesito resolver mi vida -respondo
levantándome de una vez por todas.
-Vamos antes de que seamos nosotros los que necesiten ir de viaje -Enzo responde
cambiando de tema mientras mira a Lorenzo.
-Algún día ustedes también resolverán estas cosas -mi padre advierte, haciendo
desaparecer la sonrisa de los dos. Sé lo mucho que escapan de la responsabilidad. Ambos son demasiado jóvenes para asumir la enorme responsabilidad de una empresa.
-Se acabó la diversión, bueno, también tengo que ir a trabajar -Lorenzo habla levantándose.
Me hago a un lado, nos despedimos de mi tía y de mi padre.
Salimos de casa y nos dirigimos hacia la empresa.
3/6
+50 Punto
CAPÍTULO 14
-Caio, ¿lograste resolver la situación con la mujer que dijo tener un hijo tuyo? -Enzo
pregunta cuando llegamos a la empresa y entramos al elevador.
-Sí, el verdadero padre del niño ya apareció -respondo.
-¡Vaya! -Enzo responde decepcionado.
Sé que mi hermano todavía tenía una pequeña esperanza de que yo pudiera ser padre de algún niño por ahí, incluso cuando eran menores de edad durante mi sufrimiento, todos
sintieron mi desesperación.
-Ya me he resignado a eso, hermano. Hoy mismo adoptaré un perro, lo llevaré conmigo a Estados Unidos y será el hijo que no puedo tener -respondo con una sonrisa falsa en el
rostro.
-Calo, sabes que un perro no resolverá las cosas -Lorenzo dice lo más obvio del mundo.
Respiro profundamente.
-Vamos a trabajar -hablo cambiando de tema.
El elevador llega a nuestro departamento, y comienzo mi dia. Cuando está cerca de la hora de irme, decido enviarle un mensaje a Safira y pedir ayuda para encontrar un animal.
W******p activado:
Calo: Safira, necesito ayuda para adoptar un perro.
Safira está escribiendo…
Safira: Los milagros existen.
Caio: ¡Safira!
Safira: Jaja, está bien, hay una cerca de la galería de arte, encuéntrame en frente de una cafeteria cerca de allí, te enviaré la dirección.
W******p desactivado
Cuando llego frente a la galería de Arte, sorprendentemente la dirección que Safira me pidió esperar por ella es al lado de la Galería de Suzan, de todos los lugares del mundo, ¿tenía que ser justo ese el que Safira eligió?
Después de unos segundos parado frente a la cafetería, veo a Suzan salir de la galería. Me quedo paralizado al verla usando un vestido suelto, realmente se ve hermosa con ese vientre de embarazada, tengo una sonrisa tonta en los labios, aunque este hijo no sea mío. Después de unos minutos noto a Daniel llegar y parece estar muy alterado, veo que lo sujeta del brazo con fuerza y sale corriendo al medio de la calle sin importarle los autos, pero llego al lugar.
4/6
CAPÍTULO 14
-¡Suéltame a Daniel! -responde Suzan alterada.
-No, necesitamos hablar y…
-¡Suéltala ahora! -grito.
Daniel me mira y se ríe de mí.
-Problemas de pareja, Houston, quédate al margen -responde.
-¡No! -hablo acercándome a él.
-No necesito tu ayuda -responde Suzan.
+50 Punter
Daniel la suelta y se dirige hacia mí, no lo pienso dos veces y lo golpeo con varios puñetazos, apenas puede defenderse.
-¡Caio, suéltalo, por Dios! -escucho la voz de Suzan alterada.
Cuando miro hacia el lado, la veo ponerse las manos en la cabeza como si sintiera dolor.
-Suzan, ¿estás bien? – le pregunto dejando caer a Daniel y acercándome a ella.
-Mi cabeza está explotando -responde.
Me desespero al verla cerrar los ojos.
-Por favor, no te desmayes, vamos al hospital -digo nervioso.
-No quiero tu ayuda -responde.
Apenas puede mantenerse en pie, la sostengo en mis brazos en contra de su voluntad y cuando la voy a poner en el auto, escucho a su amiga loca gritarme.
-¡No te la llevarás! -Lívia habla enfadada.
-Ella necesita ir a un hospital -respondo metiendo a Suzan en mi auto.
Ella ve a Daniel en el suelo y se queda impactada.
-¡Maldición! -responde Lívia-. ¿Le pegaste? -pregunta.
-No tengo tiempo para responder eso ahora -hablo nervioso.
Entro al auto y arranco.
Llegamos al hospital y ella es atendida de inmediato, descubro por un médico que Suzan tiene problemas de presión alta en el embarazo debido a la cantidad de estrés que ha estado sufriendo, supongo que su relación con Daniel ha sido complicada.
-¿Estará bien?
–
pregunto al doctor preocupado antes de entrar a verla.
5/6
+50 Punto
CAPÍTULO 14
-Sí, lo estará -responde él.
Respiro aliviado al saber que estará bien, cuando entro a la habitación, nuestras miradas se
encuentran.
Puedes irte–dice tan pronto pongo los pies allí.
-El médico dijo que todo estará bien -digo ignorando su comentario.
-No te pregunté nada, puedes desaparecer de aquí -espeta poniendo la mano en su barriga.
Respiro profundamente para mantener la calma y evitar que ella sufra malestares de nuevo.
-No puedo irme hasta que llegue alguien de tu familia -digo.
-Ya le avisé a mi padre -responde.
-Perfecto, entonces vamos a esperarlo -digo.
-Estoy pasando por un momento complicado en mi embarazo, tú aquí solo empeorarás las cosas, así que desaparece de mi vista -ella habla enfadada.
Trago saliva y recuerdo las palabras del médico, Suzan realmente no puede estresarse. ¡ Maldición!
-Lo siento, Suzan, pero no me iré antes de que alguien de tu familia llegue -digo decidido.
Porque, aunque me quede afuera de esa sala sentado, no voy a mover los pies de aquí.
-Puedes irte, Houston, yo ya estoy aquí -miro y veo a Vítor en la entrada de la sala.
Si le digo a alguien que hace años éramos amigos, estoy seguro de que nadie lo creería.
-Vete, mi familia ha llegado -responde Suzan.
Respiro profundamente, porque sé que ya no es necesario que siga aquí. Simplemente asiento con la cabeza y me voy del hospital.
Cuando llego a mi coche, miro mi celular y veo una llamada perdida de Safira, en verdad olvidé que dejé a mi amiga esperándome en una cafetería.
¡Maldición!