Capítulo 59
Adam
Después de hablar con mi papá, decidió que estar suspendido era suficiente castigo para mí,
pero no podía ir a ningún lado durante las horas escolares y tenía que hacer todas mis tareas
escolares. Papá dijo que no era unas vacaciones.
Cuando le conté toda la historia de lo que sucedió y porqué golpeé a Colt, papá estuvo de
acuerdo con mamá en que se alegraba de que estuviera defendiendo a Keira, pero ojalá no
fuera con violencia. Mi papá no soportaba al padre de Colt, creo que por eso no fui castigado.
Estaba tratando de entender mis problemas de cálculo cuando mi teléfono sonó. No esperaba que alguien me enviara un mensaje tan pronto. La escuela apenas estaba comenzando.
Era un mensaje de Mason.
M : Colt va a ser un problema. No puedo hablar ahora, pero Kevin casi lo mata. Nate y yo
tuvimos que contenerlo.
A |: ¡Qué carajo! ¿Está bien Keira?
MI: Creo que sí, fue a clase. Hablamos después.
¿Qué demonios pasó? Maldito Colt, la escuela apenas empezó y ya está causando
problemas. ¿Qué le pasa?
Le envié rápidamente un mensaje a Kevin diciéndole que me llamara durante el almuerzo y me contara qué había sucedido.
Alrededor de las doce y media, mi teléfono sonó, era Kevin.
-Oye, ¿qué pasó? Mason me mandó un mensaje diciendo que tuvo que contener a Colt para
no matarlo -le dije sin saludarlo.
-El maldito idiota hizo sus comentarios habituales esta mañana. Nate le dijo que parara, que
no era gracioso. Terminó acusando a Keira de ser una zorra y de acostarse con el equipo para
hacerse popular -dijo Kevin.
-¡¿Qué demonios?! ¿Por qué diablos diría eso? ¿Ella lo denunció? -grité por teléfono.
-No creo que lo haya hecho, Jamie la sacó rápidamente -dijo Kevin.
-¡Maldita sea! ¿Qué le pasa últimamente con los comentarios sexuales? -le pregunté a
Kevin.
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-No lo sé, pero tengo un mal presentimiento–dijo él.
-Yo también. Intenta convencerla de que lo denuncie -le dije.
-Lo intentaré. Tengo que irme, ¿nos vemos después de la escuela?
-Si–contesté y colgué el teléfono.
Keira
Jamie y yo fuimos al primer período después del incidente con Colt junto a los casilleros.
Tenía un nudo extraño en el estómago. Sé que Adam dijo que necesitaba denunciar a Colt,
pero todo parecía resolverse rápidamente, así que no estaba segura de si debería denunciarlo
ahora.
El resto de la mañana estuvo tranquilo, no tuve más enfrentamientos con Colt. Estaba en el
almuerzo con Jamie cuando Kevin se acercó a nuestra mesa.
-Oye, acabo de hablar con Adam. Le conté lo que sucedió esta mañana con Colt. Dijo que te
dijera que lo denunciaras si te decía algo. ¿Lo denunciaste? -me preguntó.
-No, en realidad no lo hice. Parece que tú y los chicos se están encargando de eso -dije.
-Keira, todo lo que hicieron los chicos fue impedir que lo golpeara y fuera expulsado, no se ha
solucionado -dijo Kevin.
-No me ha molestado desde entonces -respondí. Kevin suspiró y se sentó.
-Bueno, en el entrenamiento le diré que deje de hacer sus comentarios frente al equipo. Ellos
me respaldarán. Tal vez, si todo el equipo se lo dice, te dejará en paz, pero si no lo hace, Keira, debes prometer que lo denunciarás incluso si parece que está solucionado -dijo Kevin.
-Está bien.
-No, Keira, dime que entiendes lo que dije. Siempre dices “está bien” porque no te gusta
confirmar -dijo Kevin. Suspiré.
-Entiendo, Kevin. Si me dice algo, lo denunciaré.
-Bien.
Después de la escuela, Jamie se acercó a mí.
-Entonces, ¿quieres ir a ver a Kevin entrenar? -preguntó. La miré.
-Quieres ver a mi hermano todo sudado, ¿verdad? -Reí.
Encogió los hombros y dijo:
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-Quiero decir, debería apoyarlo, ¿no?
-Supongo que puedo hacer mi tarea en las gradas mientras tú ves a los chicos -dije a
Jamie.
Nos dirigimos hacia las gradas y vi a Jamie saludando a Kevin. Él le hizo un gesto con la cabeza cuando la vio y continuó con su entrenamiento. Miré alrededor de las gradas y vi a
otras chicas dispersas.
Así se llaman a las chicas que van a todos los entrenamientos y juegos. Algunas están saliendo con algunos de los chicos, pero otras no. Estas chicas estarán con los chicos en
cualquier momento que quieran, básicamente.
Si Adam y yo nos volvemos oficiales, ¿tendré que hacer mi tarea en estas gradas durante el resto de la temporada? No me importa ir a los juegos, pero los entrenamientos de verdad que
odio ir, son aburridos.
Jamie se sentó a mi lado.
–. Entonces, ¿cuánto dura el entrenamiento?
-Por lo general, dura dos horas -le dije.
-¿Tan largo? -dijo ella.
-Sí, solo patean balones durante dos horas y corren vueltas. Es aburrido de ver. Por eso siempre he odiado los entrenamientos -le dije.
-Ugh, está bien. Así puedo decirle que lo hice una vez, para que no pueda quejarse de que no lo apoyo – Jamie se rio.
-Más te vale sacar los libros y hacer la tarea. Créeme, estarás contenta de tener eso que
hacer sentada en estas gradas mientras ellos entrenan -le dije.
Se acercaba la hora de terminar para los chicos cuando escuchamos al entrenador silbar para que fueran a las duchas.
-Creo que voy a esperar junto a los vestuarios, para que Kevin me vea enseguida cuando salga. Así sabe que sufrí a través de su entrenamiento solo por él. -Jamie se rio.
-Bueno, haz eso. Yo me quedaré aquí y terminaré esta matemática. Solo avísame cuando
Kevin salga de los vestuarios -le dije.
Ella se bajó de las gradas y fue a encontrarse con Kevin. Estaba concentrada resolviendo un problema de matemáticas en mi tarea.
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No vi a nadie acercarse a mí en las gradas hasta que escuché su voz.
-Cuéntame, ¿cómo consiguió una chica gorda que todo un equipo de fútbol se pusiera de su lado? -dijo Colt.
Lo miré y pude ver que no estaba contento.
-¿Qué? -fue todo lo que logré decir.
-No puedo entender por qué todos los chicos de mi equipo de repente me dicen que te deje
en paz. No tienes hogar, eres la broma de la clase, solíamos disfrutar burlándonos de ti. De
repente, te arreglas. Debo admitir que tienes un buen cuerpo después de que decidiste
mostrarlo. Una lástima que seas gorda, pero mis compañeros de equipo quieren que deje de
hacer chistes y te deje en paz. Es algo extraño —dijo.
-Colt, tus chistes no me hacían gracia -dije.
-Mmm, sabes que las chicas gordas harán cualquier cosa por llamar la atención. Así que
cuéntame, ¿qué haces con Adam y cuándo es mi turno para tener algo contigo? -preguntó.
-No estoy haciendo nada con Adam–le respondí.
Colt se acercó a mí.
-Oh, creo que sí. Créeme, no te estaría defendiendo a menos que te entregues a él. Si quieres
que me detenga, entonces entrégate a mí -dijo mientras agarraba mi pecho izquierdo y me
apretaba.
-¡Colt, detente! —grité.
-¿Qué, no soy tan bueno como Adam? -expresó.
-¡No estoy haciendo nada con Adam, lo juro!
Colt entonces atacó mi boca mientras continuaba su asalto en mis pechos.
-¡Quítate de encima de mi hermana! -escuché a Kevin gritar.
Todo sucedió muy rápido, alguien apartó a Colt de mí. Todo se volvió confuso para mí. Jamie
estaba a mi lado sosteniéndome. Alguna chica estaba a mi lado tomándome de la mano y un
caballero mayor me preguntaba si estaba bien.
Cuando empecé a ver claramente y me di cuenta de lo que acababa de suceder, me eché a
llorar. Luego oí.
-¿Desea presentar cargos?
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-¿Presentar cargos? -logré decir.
-Cariño, ese chico te agredió sexualmente. Jasmine aquí vio todo y dijo que le dijiste que no
y él no hizo caso, es contra la ley lo que hizo.
-¿Dónde está Kevin? -de repente entré en pánico.
-Está en la oficina del entrenador siendo interrogado junto con otros que vieron lo que
sucedió. Estamos esperando que llegue el director -explicó el hombre.
-Quiero ir a casa -dije.
-Lo sé, cariño, pero primero tendrás que dar alguna declaración sobre lo sucedido. Luego podrás irte. La entrenadora del equipo de fútbol femenino está en camino aquí, así que
puedes dárselo a ella para que te sientas más cómoda, ¿de acuerdo?
-Está bien -dije.
-Jasmine, puedes dar una declaración a la entrenadora Sloan también. Solo dile lo que me dijiste a mí y a la entrenadora -dijo el hombre a la chica junto a mí.
-¿Kevin lo apartó? -pregunté.
-Sí, íbamos camino a ti y Kevin lo vio tocándote y te oyó decir que se detuviera. Corrió lo más rápido que pudo -dijo Jamie.
-Le dio un puñetazo. El equipo corrió con los entrenadores y lo apartaron de Colt, también lo
vieron–dijo Jasmine.
-Dios, Kevin va a ser expulsado y sacado del equipo por mi culpa -lloré.
-No, no lo harán. Él evitó una violación, no pueden expulsarlo por eso -dijo Jasmine.
-Hola, ¿eres Keira? -una mujer se acercó a mí y preguntó.
—Sí —dije.
-Soy Sloan, la entrenadora de fútbol femenino. ¿Quieres hablar aquí o te gustaría ir a mi
oficina? Pero te diré, mi oficina está cerca de los vestuarios de los chicos, y no estoy segura
de si te sentirías cómoda yendo allí ahora mismo —dijo.
-¿Podemos quedarnos aquí? -pregunté.
-Claro, voy a anotar lo que me digas, ¿está bien? Tus amigas pueden quedarse aquí contigo, pero antes de comenzar, quiero decirte que lamento mucho que hayas pasado por esto -dijo.
Le conté cómo simplemente estaba haciendo mi tarea cuando Colt apareció y las cosas que
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estaba diciendo. Jasmine le contó todo lo que había visto y escuchado. Cuando Jasmine
terminó, decidí que debería contarle a la entrenadora Sloan sobre esa mañana.
-Entonces, ¿Colt te ha acosado antes? -me preguntó la entrenadora.
—Sí, no solo hoy sino muchas veces antes, pero nunca a este nivel -le dije.
-¿Has denunciado alguna de estas situaciones? -me preguntó.
-No, no sabía que podía hacerlo y Kevin me dijo que debería haberlo denunciado esta
mañana, pero no lo hice.
-¿Tenías miedo de denunciarlo? -me preguntó.
-Sí, simplemente no quería problemas —le dije.
-¿Tienes alguien que pueda llevarte a casa? -quiso saber.
-Sí, ella tiene, ya los llamé -intervino Jamie y me miró-. Adam y Laura vienen en camino –
dijo.
Asentí con la cabeza.
-Ok, bien, antes de irme quiero decirte algo. Entiendo por lo que estás pasando. Ahora sé que
estás en estado de shock y esta noche te golpeará lo que acabas de vivir. Solo lo sé porque
en la universidad me pasó algo así -dijo. Tomó mi mano-. Está bien llorar, está bien gritar y protestar. Lo que ese chico hizo estuvo mal. No eres culpable. Si necesitas a alguien para hablar, te daré mi número. Ahora mismo solo necesitas un buen sistema de apoyo y parece
que lo tienes con tu amiga y tu hermano.
Tomó una hoja de papel de su portapapeles, escribió su información y me la entregó.
-Si lo necesitas, hablaré contigo, ¿de acuerdo? Voy a entrar y entregar esto al director y decirle que te vas a casa y que alguien te recogerá. Probablemente te hablará en otro momento sobre lo que sucedió, ¿de acuerdo? —dijo.
-De acuerdo le dije.
-¡Oh, Dios mío, Keira, cariño, ¿estás bien? -Laura vino corriendo hacia las gradas y me
abrazó.
