Libro 21 La fabulosa vida de Jay Capítulo: 26
Jay
Llevé a Evan a mi condominio. Mitzi estaba fuera por la noche en su propia pequeña aventura,
así que sabía que solo estaríamos Evan y yo.
Lo llevé al sofá y me senté a su lado.
-No tenemos que hacer nada. Podemos simplemente besarnos si quieres–le dije.
-Eso es lo que quiero, estar contigo, Jay. He querido estar contigo desde que te vi por primera vez en el club. Siento este fuerte deseo por ti -respondió Evan.
Sonreí y le dije:
-Yo también sentí una atracción instantánea hacia ti. Creo que por eso me molestó que no
estuvieras fuera del clóset aún.
-Estoy casi completamente fuera del clóset -se rió.
-Sí, lo estás -asentí, levantando la mano para jugar un poco con su cabello.
-Sabes, todavía pienso en el beso que me diste en la cafetería cuando estábamos en la
universidad -confesé.
Evan puso su mano en mi cara y susurró:
-Yo también.
Nos inclinamos el uno hacia el otro y comenzamos a besarnos. Los labios de Evan me hacían
algo cada vez que los ponía sobre los míos.
Sentí mi v***a empezar a tensarse en mis pantalones mientras seguíamos besándonos. Me
aparté del beso y propuse:
-Tengo una idea. ¿Alguna vez has oído hablar de un “Dutch runner“?
-No, no lo he escuchado -admitió Evan.
-¿Confías en mí? -pregunté.
-Si–dijo sin dudar.
Me incliné y lo besé de nuevo. Agarré su camisa y la desabotoné lentamente para exponer su
pecho bien musculoso.
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-Te ves delicioso -murmuré mientras comenzaba a besar su pecho.
Jugué con su cinturón mientras dejaba pequeños besos sobre su piel. Lo desabroché y
deslicé mi mano hasta su v***a dura.
-¿Quieres salir a jugar? -pregunté con una sonrisa traviesa.
-Sí–susurró.
Evan se inclinó y me besó mientras me quitaba la camisa.
-He estado imaginando cómo te ves–confesó.
-Espero no decepcionarte -respondí con una media sonrisa.
-No, eres mejor en persona -afirmó mientras desabrochaba mis pantalones cortos.
Evan deslizó su mano hasta mi v***a dura, que se tensaba bajo mis calzoncillos. Me miró y,
con una sonrisa juguetona, dije:
-Ahora ambos estamos en ropa interior, ¿qué deberíamos hacer?
-Me siento como un virgen aquí -murmuró Evan, sonrojándose.
-Cariño, de alguna manera lo eres. No te avergüences. Vamos despacio. Quítate los calzoncillos y yo también lo haré–dije mientras volvía a acariciar su rostro.
Evan
En minutos estaba desnudo y de pie con Jay. Estaba emocionado y nervioso al mismo
tiempo. Realmente quería estar con él.
Quería experimentar todo lo que pudiera con él. Quería sentir su boca en mi v***a, quería poner la mía en la suya. Quería estar con él.
-Vaya, vaya, tienes un monstruo ahí -Jay me dijo mientras me empujaba de nuevo al sofá.
Se arrodilló y pronto sentí su boca en mi v***a. Aspiré una bocanada de aire, dios mío su boca se sentía maravillosa. He tenido chicas haciéndome sexo oral antes, pero nunca se sintió así.
Jay pasó su lengua arriba y abajo de mi eje. Lo estaba mojando todo. Luego levantó la cabeza y me dijo:
-Ahora hazme lo mismo a mí, ponme bien mojado.
Jay se levantó y se sentó a mi lado, me puse entre sus piernas. Su v***a se veía tan hermosa. No era tan grande como la mía, pero era suficiente.
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Respiré profundamente, era mi primera vez haciendo esto a un hombre. Cubrí mi boca con la parte superior de su v***a. Sabía lo que me gustaba, así que intenté hacerle eso a él chupando y lamiendo.
-Eso es, oh, Evan. -Jay gimió.
Me atraganté un poco mientras deslizaba mi boca por su eje. Podría acostumbrarme a esto. Tan pronto como me relajé, me di cuenta de que me gustaba saborear a Jay de esta manera.
-Ahh, mierda, eso se siente bien -Jay me dijo-. Lámeme, hazlo bien mojado ahora.
Saqué mi boca de su v***a y deslicé mi lengua arriba y abajo del eje como él me hizo a mí.
-Bien, vuelve aquí arriba -dijo. Me levanté del suelo y me puse a su lado en el sofá―. Agarra mi v***a -ordenó mientras agarraba la mía con su mano. Agarré su m*****o-. Ahora solo nos masturbamos el uno al otro, esto es un ‘Dutch runner‘ -agregó mientras comenzaba a
masturbarme.
La sensación de que él acariciara mi dureza se sentía increíble. Me encantaba sostener su v***a en mi mano mientras lo acariciaba. En un momento, Jay me ordenó a ir más rápido, y
aceleré mis movimientos.
-Oh, Dios, Jay–le dije. Su mano era como magia. Me hacía sentir tan bien.
-j***r, Evan. -Jay comenzó a jadear.
-Voy a correrme -expresé.
-Espera -dijo, quitando su mano de mi v***a y reemplazándola con su boca. Con unas pocas succiones, me corrí en su boca.
-j***r, Jay, oh, Dios -dije mientras me corría.
Después de un minuto, mi respiración se normalizó y pasé mi mano por el cabello de Jay.
-Mi turno -me dijo mientras se sentaba.
Agarré su v***a y comencé a masturbarlo de nuevo, rápido.
-Oh sí, Evan, eso es, sigue haciendo eso.
Observé su rostro mientras cerraba los ojos, el placer se reflejaba en él.
-Voy a correrme -me dijo.
Hice lo mismo que él, me bajé al suelo y envolví mis labios alrededor de su v***a, chupándola.
Él disparó su cálida carga en mi boca.
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Al principio me sorprendió; el sabor no era lo que esperaba, pero me gustó. Seguí chupando
su v***a mientras se corría.
-j***r, Evan, oh, j***r -decía Jay mientras se corría.
Después de que salió la última gota, lamí la punta de su v***a y le dije:
-Sabías delicioso.
Él sonrió, puso sus brazos alrededor de mis hombros y dijo:
-Tú también.
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